Esta tarde, Rock in Rio dio su mayor paso para aterrizar por primera vez en Santiago en 2021. El creador y director del festival, Roberto Medina, firmó una carta de intenciones con la productora que traerá la cita al país, Rock Santiago, y la Intendenta de la Región Metropolitana, Karla Rubilar.
Todo en plena Ciudad del Rock –el gigantesco espacio donde se realiza la cita por estos días- y ante una nutrida presencia de medios chilenos. En el documento, según declaran sus protagonistas, Medina se compromete a llevar el espectáculo hasta Chile, mientras que a cambio las autoridades de la ciudad ponen a su disposición toda la Región Metropolitana para buscar el lugar idóneo que pueda albergar la instancia, además de facilitar y apoyar todos los temas administrativos relativos a trámites y permisos.
En los próximos 30 a 40 días, el empresario brasileño –una de las leyendas de la industria de conciertos en el mundo y que partió en 1985 con ese histórico debut que reunió a Queen, AC/DC e Iron Maiden, entre otros- viajará hasta Chile para poder sondear en terreno alguna ubicación. Resuelto ese tema, la próxima fase es firmar un contrato definitivo con la Intendencia para levantar la réplica nacional de uno de los mayores encuentros musicales del orbe.
Según Medina, antes de fin de año podrían anunciarse las primeras coordenadas de tal gestión. "Sí, está confirmado. Hicimos un contrato de intenciones, ahí tiene el gobierno que mirar el sitio, yo tengo que mirar también, entonces el primer paso es hacer una ciudad como esta en Chile", dice el productor con respecto a la Ciudad del Rock, un lugar cedido por la municipalidad de la ciudad exclusivamente para la fiesta musical, el que exhibe nueve escenarios, donde todo tiene tamaño intimidante, y que a momentos también parece un parque de diversiones, con una montaña rusa, una rueda de la fortuna y escenarios inspirados en Asia o en las favelas.
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Como fecha, la cita se haría en la capital en octubre de 2021, cerca de una semana después de su edición madre, la que este año ha tenido a figuras como Weezer, Foo Fighters, Iron Maiden, Nile Rodgers, Drake y Slayer. "Para empezar, (en Chile serán) dos fines de semana y cuatro días, después podemos evolucionar", proyecta con respecto a la distribución que tendría el evento en el calendario: dos jornadas un fin de semana, para seguir con las dos restantes al siguiente.
"Esto va a ser muy bueno para los dos países. Muchos turistas ahora podrán ir a Santiago", contextualiza en torno a una idea audaz que partió con un mail: el que le envió el productor chileno Felipe Araya en julio para presentarle el proyecto de traer Rock in Rio a la capital chilena. Se conocieron, trazaron plazos, se entusiasmaron y finalmente uno de los más célebres festivales de las últimas décadas tendrá también acento chileno.
