Manejando un Audi arrendado, rumbo a una sesión de fotos desde Suecia a Dinamarca, Karl Ove Knausgård especula múltiples asuntos de su vida. Va atrasado. Teme chocar. Sin embargo, quien elabora aquellas imágenes, hoy convertido en fenómeno editorial con su saga Mi lucha, es capaz de recordar una anécdota en el parque con sus hijos así como proyectar su vejez.
El escritor, ahora de 50 años, hace una década inició una empresa editorial de seis novelas que aparecieron durante 2009 y 2011 en Noruega. En español han sido editados por el sello Anagrama y por estos días llega a librerías el sexto y último volumen. Se llama Fin y es el libro más grueso de todos. Son más de mil páginas y el total de la saga Mi lucha tiene 3.904 páginas.
"Un señor mayor, harto ya de la vida, anda despacio por su jardín en Gotland, se sienta a leer en la sombra, da largos paseos por el bosque (…) El hombre está completamente solo. Todas las noches, antes de acostarse, escribe varias páginas en un cuaderno, más bien para sí mismo, sus días son tan parecidos el uno al otro que sin esas notas se mezclarían en un todo sin costuras", se lee en las primeras páginas de Fin.
El libro es el fiel estilo Knausgård: una extensa narración hilvanada a través de múltiples digresiones. Esta vez son tres grandes historias que conforman Fin. La primera se relaciona con la publicación del primer volumen de Mi lucha (La muerte del padre), donde el autor es amenazado por su tía Gunnar de ir a tribunales, ya que no quiere ver los nombres de la familia expuestos en las novelas. La segunda historia, El nombre y el número, desarrolla reflexiones sobre la religión, el Holocausto y Hitler, donde cita a una serie de poetas y filósofos desde Paul Celan a Martin Heidegger. Y la tercera historia es el caos personal en la vida del autor: la precaria salud mental de su segunda esposa, Linda Boström, con quien tiene cuatro hijos.
Publicado el año pasado en inglés, el diario The Guardian señaló: "Que no podamos nombrar lo que hemos experimentado es parte de la brillantez de su fracaso". En la reseña Alex Clark se pregunta sobre Knausgård "¿Es un oportunista que minó la historia de su familia y de su vida diaria en busca de material literario? ¿Son las novelas simplemente un espejo de nuestras propias neurosis?".
Mientras que Dwight Garner de The New York Times escribió que la novela "es un regalo para sus detractores, tan denso y tan aburrido… Lo que alguna vez se sintió como brujería ahora a veces parece, en el libro seis, como trucos torpes. Se ha roto un hechizo".
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Karl Ove Knausgård junto a su hermano Ingve, en 1990.[/caption]
Herencia y patria
Knausgård nacido en Oslo, en 1968, hoy vive al sur de Londres, con su nueva mujer y un hijo de 11 meses. Tras el cierre de su saga Mi lucha, el autor publicó una serie de cuatro libros sobre las estaciones del año. El primero se llama Sobre el otoño y saldrá por Anagrama, en 2020.
Tras el éxito de Mi lucha, Knausgård señaló al diario español El País que "Ha sido un shock descubrir el efecto, yo solo quería jugar a desaparecer en lo cotidiano. A que el yo se alzase y luego desapareciese, como creo que hacemos todo el tiempo".
También habló de su padre, esa inmensa sombra de la que intentó por lo menos aliviarse escribiendo. "El miedo me viene de mi padre. De lo autoritario que era. Escribí Mi lucha para liberarme de él, y no sé si lo he conseguido. Pero sí he entendido que la vida tiene reglas, y la literatura no, que hay una vulnerabilidad esencial en lo literario que permite desmantelarlo todo", agregó.
Mientras que en la novela Fin escribe: "Mi padre me ha tenido oprimido toda la vida, también después de morir". En realidad es la transcripción de parte del email enviado a su tío Gunnar. "Si deseas que cambie tu nombre y que oculte tu identidad, lo haré, claro está".
Luego Knausgård cuenta su relación con el libro escrito por Hitler, Mi lucha (Mein Kampf). "Cuando murió mi padre encontramos un alfiler nazi entre sus cosas, un águila alemana para lucir en la solapa. (…) Cuando la abuela murió, revisamos la casa con el fin de repartir la herencia, encontramos un ejemplar de Mi lucha. Debía estar allí desde la guerra", anota en la mitad del libro, quien terminará hablando de fantasmas y de su familia.
"Nunca me perdonaré todo lo que les he causado, a lo que les he expuesto, pero lo he hecho, tendré que vivir con ello… y disfrutaré pensando que ya no soy escritor".
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Fin, el sexto y último volumen de la saga Mi lucha.[/caption]