Durante cuatro meses el Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York estuvo cerrado al público. En ese tiempo la institución, ubicada entre la Quinta y la Sexta Avenida, llevó adelante la renovación más ambiciosa de su historia, con un presupuesto de US$ 450 millones, que incluyó ampliaciones, nuevas galerías y un guión curatorial totalmente renovado. El nuevo MoMA abrirá sus puertas el próximo lunes 21 de octubre, pero ya se conocen detalles de la esperada expansión del espacio que en noviembre cumple 90 años.
El proyecto desarrollado por los arquitectos Diller Scofidio + Renfro y Gensler sumó cerca de 3.700 metros cuadrados al museo, lo que aumenta el espacio expositivo en un 30% y ofrece un total de 15 mil metros para exhibición. En su nueva fisonomía destaca el estudio Marie-Josée y Henry Kravis, destinado a la programación de arte en vivo donde se podrán realizar performances e instalaciones, y un Laboratorio de Creatividad que buscará desarrollar labores educativas y actividades con el público.
Entre las novedades arquitectónicas también se encuentra una galería que conecta con la calle y cuya entrada es completamente gratuita (el ticket se mantiene en US$ 25). La idea es "conectar mejor el museo con la ciudad de Nueva York y acercar el arte a la gente que transita por las calles del centro de Manhattan", señaló el director del MoMA, Glenn D. Lowry.
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Installation view of Readymade in Paris and New York (gallery 508), The Museum of Modern Art, New York. © 2019 The Museum of Modern Art. Photo: Denis Doorly.[/caption]
Renovación curatorial
Más allá de la ampliación del edificio y las novedades en infraestructura y tecnologías, la principal renovación que presenta el MoMA es el cambio de su guión curatorial y la incorporación de unas mil obras a su espacio expositivo. De este modo, las piezas en exhibición pasan de 1.500 a 2.500 aproximadamente.
Según ha declarado Lowry, el nuevo museo está "comprometido con reflejar la diversidad y creatividad a través de todo el territorio mundial; es ahora un museo donde no existe una única historia del arte". La transformación busca generar un diálogo entre las obras, no solo a través de una muestra cronológica, sino que mezclando estilos, artistas, técnicas y países de origen. De este modo, en sus salas conviven pinturas, esculturas, fotografías, diseño e instalaciones.
Un ejemplo de esta nueva distribución es el caso de Las señoritas de Avignon, pintada en 1907 por Pablo Picasso, que ahora comparte sala con American People Series #20: Die, obra de 1967 sobre violencia racial de la artista de Harlem, Faith Ringgold, quien se inspiró en aquella pintura de Picasso así como en el Guernica. Eventualmente la disposición rompe con los relatos convencionales de la historia del arte. Para The New York Times, en cambio, se trata de "un brochazo genial de los curadores".
La diversidad de obras se hace evidente en la incorporación de creaciones de artistas afroamericanos, asiáticos, mujeres y latinoamericanos. De hecho, el porcentaje de artistas mujeres parte de la colección pasó de un 5% a un 25%.
La integración de arte latinoamericano incluye las obras 8 sobrevivientes (1986) de Eugenio Dittborn, y ¿Qué es la poesía para ti? (1980), video de Cecilia Vicuña, quienes se suman a Alfredo Jaar, Lotty Rosenfeld, Mario Carreño, Roberto Matta, Claudio Bravo y la Brigada Ramona Parra, artistas que ya formaban parte de la colección del MoMA.
También, trabajos del argentino León Ferrari, murales del mexicano José Clemente Orozco, dibujos de la argentina Mirtha Dermisache y autorretratos de Frida Kahlo son parte de las piezas que gracias a la ampliación del museo podrán salir de los depósitos y ser exhibidas en esta nueva era del MoMA.
El plan busca renovar cada seis meses un tercio las obras en exposición, para dar más visibilidad a las obras de la colección, que llegan a 200 mil.