"La experiencia de estar en un tour de libros es mucho más fácil que estar en una gira de rock and roll", dice Brett Anderson riendo, al teléfono desde Manchester en medio de la gira promocional por Reino Unido de Afternoons with the blinds drawn, el segundo volumen de sus memorias, editado hace un par de semanas y que narra el trayecto entre el legendario disco homónimo de 1993 y el quiebre tras el lanzamiento del desechable A new morning.

"Esto es algo bien civilizado. Sales por las tardes, hablas una hora y haces firmas. No es como tocar un show de rock, es otra cultura. La cultura de los libros es diferente completamente, es un mundo muy distinto al del rock and roll. Y como que me gusta, siento que es un cambio agradable en muchos sentidos y es agradable poder hacer las dos cosas. No es como que me voy a convertir en escritor, pero es bueno tomarse un break a veces, un break de la música", dice.

Tan joven

Afternoons with the blinds drawn (Little Brown, 2019) parte exactamente donde quedó Coal black mornings, su tomo de 2018. El camino trazado en aquel libro, comenzaba con la infancia de Brett en los límites de Haywards Heath, un poblado de Sussex a 60 kilómetros de Londres, en una vivienda social que limitaba con un basurero. La tensa relación con su propio padre –un taxista y fan de Rachmaninoff- era uno de los elementos centrales de la narración y se debe a que la paternidad fue el germen de esta aventura literaria para el vocalista británico. Ese primer libro estuvo dedicado a su hijo Lucian.

-¿Qué tan importante fue la paternidad como motor para ponerte a escribir tus memorias?

-Creo que fue algo increíblemente poderoso. Tan pronto te vuelves un padre ocurren una serie de cosas. En primer lugar, pierdes tu ego, porque tienes de repente a alguien en el mundo que es más importante que tú -que es tu hijo- y no puedes andar comportándote como antes, con actitudes de esta persona mediática (risas), sería algo absurdo hacer eso criando un hijo. Creo también que tener un hijo estimula ciertos tipos de pensamientos en uno, te hace reflexionar mucho sobre tu propia infancia –eso es lo que me pasó a mí- y me hizo recordar cosas de cuando estaba chico, como el estar sentado a la mesa y que me dieran papilla, cosas así. Me hizo reflexionar sobre ese proceso de pasar de niño a adulto, esta especie de bucle cíclico de la existencia. Te hace ver el gran panorama de dónde estás, notar que eres esta pequeña partícula de humanidad en este vasto mar de infinito.

-¿Se gatillaron muchos recuerdos viendo a tu hijo?

-Sí, muchas memorias, todas estas cosas que bloqueas y que no recuerdas de ti. Hay cosas que haces con tus hijos y de pronto ves sus rostros y eso te transporta a recuerdos de cuando eras un niño tú mismo. Es algo muy poderoso, te afecta en maneras que no te lo esperas. Hay una suerte de clichés sobre la paternidad –que existen cuando estás del otro lado- y terminas esperándolos, esta imaginería como de aviso comercial, donde sales caminando con tus hijos en el parque y etc. Hay mucha belleza pero hay muchas cosas inesperadas también, como la paranoia, el miedo, la neurosis, todo esto que es muy real. Y me ha afectado, especialmente mientras escribía el último disco de Suede, The blue hour. Ese disco se trata mucho de esta paranoia paternal, por decirlo de alguna forma. Bueno, es algo que ha salido en los dos últimos discos.

-En la paternidad existe precisamente un miedo a que cualquier cosa pueda salir mal, en todo momento. Y la gente no te habla nunca de eso.

-Absolutamente, específicamente en The blue hour hay una narrativa sobre un niño que se pierde, y tiene que ver con mi paranoia. Y tienes razón, nadie te dice eso hasta que te conviertes en padre. Hay muchas cosas que no se esperan. Encontré que cuando la gente escribía sobre tener hijos en las canciones –y tampoco es algo que ocurra muy a menudo, no es algo común- pero cuando lo hacen escriben de una forma romantizada, colorida. Claro, hay grandes canciones que vienen de ese lugar, como "Beautiful Boy" de Lennon y "Kooks" de Bowie, cosas como esas, y son canciones muy hermosas y maravillosas. Pero yo quería hacerlo desde otro ángulo, hablar sobre el miedo que está presente en esto de ser padre, y es algo que no he visto mucho en la música rock. Tal vez esté equivocado y tenga que buscar más en profundidad, pero no he visto a nadie más que lo haya hecho.

Pensamientos nocturnos

Anderson estuvo trabajando en Coal black mornings mientras escribía precisamente el último álbum de Suede, The blue hour. "Y como que encajan las temáticas. Había recuerdos de mi niñez que empaparon el disco y creo que todo está conectado, realmente. Cuando eres un artista, todo lo que haces está de alguna manera enlazado. Es un lento y largo proceso de evolución. Así es como siento mi trabajo", explica. "Creo que en el siguiente disco de Suede quiero alejarme de estas cosas, siento son potentes estos temas de la familia y la paternidad, pero en el próximo disco quiero hacer algo más oblicuo e irme por otro lado".

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-Creo que muchos fans se deben haber sorprendido por el tono de tu primer libro. Ahora, en el segundo, deconstruyes al personaje también.

-Bueno, ambos de una forma graciosa son sobre deconstruir al personaje. El primero, por el hecho de tratarse de mi vida temprana, es sobre el tipo de persona que está detrás de ese personaje que eventualmente se estableció a los ojos de la gente, supongo. Y el segundo se trata mucho acerca de cómo inevitablemente eso le pasa a todos los que están en el ojo mediático y sobre las mecánicas de cómo eso sucede, el proceso de los medios y la percepción pública. Pero más importante pienso que es el hecho de que intento deconstruir al personaje porque quiero dar un vistazo detrás de la máscara. Lo último que quiero hacer con estos libros es escribir una autobiografía convencional del rock and roll, que es un género que está agotado y que es muy predecible. Quería escribir algo que fuera como una subversión del género. Espero que eso no suene muy ambicioso, pero siempre he tratado de hacer eso, de escribir cosas que no se ajusten a las expectativas. Así he escrito canciones siempre, desde un ángulo obtuso, y así mismo me aproximo a escribir libros también.

-¿Sientes que te ha liberado en cierta forma este proceso?

-Sí, creo que toda esta investigación sobre lo que me ocurrió fue algo liberador, parecido a ir a terapia. Como cuando vas a terapia y tienes preguntas sobre ti mismo, pero que el terapeuta no te responde porque te deja descubrir las cosas tú solo. Yo usé así las páginas, me puse a escribir y me ayudó a responder preguntas que tenía sobre la persona en la que me convertí en aquel período de mi vida. Creo que uno necesita hablar de estas cosas porque la fama y el éxito, desde afuera, parecen muy seductores. Pero para mí, desde adentro, veo que han arruinado muchas vidas. No quiero que eso que digo suene como 'pobre de mí', porque cuando tratas de ser alguien exitoso el camino al que entras está clarísimo. Tienen que haber pérdidas, es como una ley de karma universal. Pero, personalmente, todos tenemos experiencias con las que tenemos que lidiar. Parte de escribir este libro me ayudó con eso, y creo que fui muy honesto al hacerlo. Es interesante el libro porque plantea estas preguntas desde otro lugar, y eso no lo he visto en este género. Obviamente se han escrito libros sobre los mecanismos de la fama, pero no en primera persona, sino que a modo de narrativas culturales, cosas así. Tener a la persona misma haciéndolo, escribiendo sobre esos mecanismos, es algo que no he visto antes. Creo que es buen punto para partir.

-En las canciones de Suede sueles escribir poniéndote en el lugar de otra gente. Ahora escribes tus libros incluso criticándote a ti mismo por cosas que hiciste y tratando de buscar explicaciones. De seguro muchos esperaban que nombraras a ciertos personajes del Britpop.

-Sí, es que, la única persona que tú puedes verdadera y justificadamente criticar eres tú mismo, en muchos sentidos. Es un impulso muy infantil culpar a otra gente por tus fracasos y deficiencias. Y no quería hacer eso, siempre hay un trasfondo detrás de cada uno, una cosa que tiene que ver con el porqué la gente hace las cosas. Y yo no conozco la historia de los demás, conozco la mía y solo puedo investigar cómo esas fuerzas actuaron en mí, y es importante tener un tono autocrítico para poder hacer una reflexión honesta de eventos en mi carrera. No quería simplemente enumerar cosas que me habían pasado, quería que se tratara sobre la mecánica detrás de esas cosas, realmente.

-Vas a estar en Chile en marzo próximo con Suede. ¿Tienes planes de hacer algo relacionado a tus memorias, algún evento?

-No tengo planes aún, para ser honesto, no. Tal vez podría ocurrir algo mientras esté ahí, ya que estaremos varios días en Chile. Puede que suceda, pero no hay nada agendado aún. No es algo que pase a menudo mientras estoy de gira con la banda, pero puede ser. Disfruté mucho tocar en Chile la vez anterior y fue fantástico, el público fue increíble, y espero con ansias volver ahí. Estaremos varios días.