El escándalo salpicó a algunos de las mayores figuras de la política, el deporte y el espectáculo. Fue hace dos años, el caso se conoció como Panama Papers y hoy vuelve a ganar notoriedad de la mano de su primer largometraje de ficción, The laundromat (Netflix), que intenta condensar la historia que tuvo al centro al bufete panameño Mossack Fonseca, implicado en la creación de empresas extraterritoriales con el fin de evadir impuestos de figuras connotadas de todo el mundo.
En vez de adoptar la forma de un thriller, la película de Steven Soderbergh (La lavandería, en español) se arma como una comedia negra que va desplegando de manera pedagógica el caso. Ofician de anfitriones los personajes de Gary Oldman y Antonio Banderas, los mismos Jürgen Mossack y Ramón Fonseca de la realidad, como narradores que además tienen sus propios segmentos en que le hablan a la cámara para explicar sobre su complejo método de estafa. Desde una paradisíaca playa a un supermercado, la pareja se pasea detallando la relación con sus clientes y cómo creaban miles de compañías que servían como pantalla de otros negocios.
La otra cara de la historia la encarna Meryl Streep como Ellen Martin, una mujer que sufre un accidente junto a su esposo y, pasmada ante la reparación que se le ofrece, termina en busca de una empresa ligada a Mossack Fonseca. Se obsesiona con el caso y descubre cómo políticos y personalidades están cruzadas por la misma trama de sobornos y corrupción.
Es sobre todo una aproximación lúdica y ácida, pero que al mismo tiempo aspira a ser un acercamiento fiel, en concordancia con que se basa en el libro de 2017 Secrecy world: Inside the Panama Papers investigation of illicit money networks and the global elite, del periodista ganador del Pulitzer Jake Bernstein. Eso sí, esta semana la dupla de abogados intentó bloquear el estreno del filme en Netflix (por cierto, parte del Festival de Venecia y ya exhibida en algunas salas de EE.UU. desde septiembre). El argumento de su denuncia apuntaba a que el modo en que se les retrataba podría desfavorecer su actual situación. Claramente no tuvieron mayor eco.