Sería una feria distinta. No sucedería en las fechas habituales, durante 18 días entre fines de octubre y comienzos de noviembre como era tradición. Solo se extendería por cinco días entre el miércoles 4 y el domingo 8 de diciembre, la nueva versión de la Feria Internacional del Libro de Santiago (Filsa).

La entidad organizadora, la Cámara Chilena del Libro, señaló en un comunicado sus argumentos que "Después de evaluar los últimos acontecimientos ocurridos en el país y las condiciones generales disponibles y necesarias para asegurar la organización de este importante encuentro literario y cultural en los niveles comprometidos y esperados por el público".

Recién el pasado 11 de octubre la Cámara Chilena del Libro informó que Marruecos sería el País Invitado de Honor de Filsa. Sin embargo, hasta el momento no se habían confirmado escritores invitados ni menos se había confirmado la participación de los otros grupos del gremio como lo son la Corporación del Libro y la Lectura, Editores de Chile y Cooperativa Editores de la Furia.

Entre las reacciones de algunos autores por la suspensión de Filsa 2019 está la de Francisco Ortega (Logia), quien habitualmente firmaba libros y conversaba con sus lectores en la Estación Mapocho.

"Me parecen razonables las explicaciones de la Cámara. Aunque claro uno tiende a dudar, falta más de un mes y en un mes lo más probable es que hayamos recuperado algo más de calma como país, pero se entiende, no hay un espíritu para festejar", señala Ortega y agrega: "Es una pena por el país invitado. Por otra parte me parece que ya es hora de dejar de hacer FILSAs a media máquina y reorganizar la Feria de Santiago hacia el 2020 con todos los actores involucrados. Incluso sería una buena señal de unidad en estos tiempos complejos, una unidad desde el libro y la cultura".

Por otra parte el escritor Jorge Baradit, quien sí participaría este año en Filsa comenta ante la cancelación del evento. "Es una lástima que no se realice la Filsa. Ninguna feria del libro sobra. Pero venía claramente con problemas en su organización y haberla convertido en una feria de ocasión navideña era degradar aún más la importante función internacional como el rostro chileno del mundo del libro en que debe convertirse", señala el autor de la exitosa saga Historia secreta de Chile. "Lo lamento por los libreros que verán nuevamente mermado un momento de venta importante, pero creo que todos estarán de acuerdo en que Filsa debe dejar de ser una instancia armada a la rápida, cortoplacista, mercantil y en permanente emergencia, para ser ese punto de encuentro de la cultura chilena con el espesor cultural e intelectual que se merece".

Mientras que Marcelo Montecinos, editor del sello La Calabaza del Diablo, quien mantiene una activa participación hace décadas en los eventos literarios de Chile opina ante la información de la Cámara: "Dieron luz verde hace una semana, queda muy poco tiempo y la situación política, producto de legítimas demandas sociales, les ha venido como anillo al dedo para no realizarla", cree Montecinos y comenta además que "No se aprecia empatía con el movimiento social, ninguna postura respecto de lo que se está viviendo. Por ejemplo, nuestra editorial pertenece a La Cooperativa de Editores de la Furia y como colectivo hemos decidido no participar del stand oficial de Chile en FIL Guadalajara como protesta respecto de lo que sucede".