Probó durante un rato. Pero al final se convenció que no iba a resultar. El fotógrafo Robert Freeman entendió que pedirle a los Beatles que formaran con sus brazos, en lenguaje de semáforo, la palabra "ayuda", era mala idea.
Es mediados de 1965. El profesional trabaja en la carátula del disco Help!, el próximo lanzamiento de los fab four. "Tuve la idea de las señas para deletrear 'ayuda'. Pero cuando fuimos a hacer la foto, la disposición de los brazos con esas letras no se veía bien. Entonces decidimos improvisar y terminamos con el mejor posicionamiento gráfico de los brazos".
Freeman, nacido en diciembre de 1936, trabajó junto a los de Liverpool casi desde el comienzo de su carrera. Dos años antes de la idea frustrada de las señales, el artista era un prometedor gráfico que había destacado por sus trabajos para Sunday Times. Entre otras cosas fue enviado a fotografiar al líder soviético Nikita Jrushchov en el Kremlin. También había sido considerado para fotografiar en el calendario Pirelli.
Pero lo que más le gustaba era trabajar con músicos. Por ello apenas tenía tiempo tomaba su cámara y partía a clubes y festivales. Como fanático del jazz, hizo algunas instantáneas de artistas como John Coltrane, Cannonball Adderley, Dizzy Gillespie, Elvin Jones, Coleman Hawkins, entre otros. Justo en esos días le hablaron de una nueva banda del norte de Inglaterra que parecía tener buenas perspectivas. The Beatles, se llamaban. Entusiasmado, contactó con la gente que manejaba al grupo y les enseñó su material. Les encantó.
El encuentro coincidió con el trabajo de arte para el segundo LP de la banda, With the Beatles. Inquietos y con ganas de tener control creativo de su carrera desde sus primeros días, apenas conocieron a Freeman le mostraron lo que tenían en mente. Le pidieron copiar el trabajo que la alemana Astrid Kirchherr había hecho con ellos en sus días tocando en bares de mala muerte en Hamburgo. Eran fotos en blanco y negro, con juego de sombras en los rostros.
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George Harrison y John Lennon retratados por Astrid Kirchherr en Hamburgo. La inspiración para la portada de With the Beatles.[/caption]
La tarde del 22 de agosto de 1963, Freeman hizo la foto de la carátula en un pasillo del Hotel Palace Court en Bournemouth. "Teníamos una hora en la que podía tomarnos una foto. Sacó cuatro sillas y nos dispuso en el pasillo de un hotel; era muy poco parecido a un estudio. El corredor estaba bastante oscuro y había una ventana al final, y al usar esta fuente de luz natural que provenía de la derecha, obtuvo esa foto", cuenta Paul McCartney en la biografía Many years from now(1998, Holt Paperbacks), de Barry Miles.
"Obtuvo esta imagen muy melancólica en la que la gente cree que debe haber trabajado para siempre con gran detalle técnico -agrega "Macca"-. Pero fue una hora. Se sentó, tomó un par de rollos y lo tuvo. Pero Robert fue muy bueno. Me gustó mucho su fotografía. Pensar que tomó algunas de las mejores fotos de The Beatles de esa manera".
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Aunque los ejecutivos del sello EMI en principio se mostraron reticentes a usar una foto en blanco y negro -y encima artística- para la portada, la presión ejercida por el productor musical George Martin y el mánager Brian Epstein, consiguió convencerlos. De esta forma, el disco salió con la foto de Freeman. También se usó para la edición estadounidense, llamada Meet the Beatles.
Freeman trabajó con el conjunto en sus siguientes discos. Suyos son los retratos individuales que componen la portada de A hard day's night y de su inspiración salió la imagen de unos cansados fab four para Beatles for Sale. Esta última fue sencilla. Simplemente se reunió con el grupo en Hyde Park de Londres, una tarde de otoño. "Solo vengan vestidos como siempre", les dijo Freeman. Por entonces, las camisas, los abrigos, los sweaters de cuello alto, eran parte del look habitual del grupo. Un detalle curioso de esa portada es el pelo de George Harrison, el que termina en una especie de montículo que se formó sobre su cabello enmarañado.
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Una de las fotos de Robert Freeman para
Beatles for Sale
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She showed me her room, Isn't it good Norwegian wood?
Así llegó el año 1965. Los Beatles ya eran estrellas mundiales. Habían conseguido el éxito en Estados Unidos y se aprestaban a llenar un estadio de béisbol. La presión de la fama comenzó a hacer mella en un John Lennon que nunca tuvo especial confianza en sí mismo, pese a su fachada de tipo duro. Por eso escribió "Help!".
"En realidad estaba pidiendo ayuda. La mayoría de la gente piensa que es solo una canción rápida de rock 'n' roll. No me di cuenta en ese momento; acabo de escribir la canción porque me encargaron escribirla para la película. Pero más tarde, supe que realmente estaba pidiendo ayuda. Así que fue mi período de Elvis gordo", cuenta el músico en el libro All we are saying (2000, St.Martin's Griffin), de David Sheff.
Tras decidir que el tema sería la canción principal de la segunda película del cuarteto, decidieron usar las locaciones del filme para el arte. Por ello es que Freeman se inspiró en la secuencia en la nieve, filmada en los nevados de los Alpes austríacos. Quiso recrear el concepto original creado por Lennon, pero le fue evidente que la distribución de los brazos de los músicos no aportaba mucho. Entonces, simplemente improvisó.
La última portada del artista con los fab fue la del disco Rubber Soul. Eran los días en que el grupo comenzaba a expandir su lenguaje musical. Interpretaba a su manera el r&b y las composiciones de Dylan (a quien habían conocido en USA en un encuentro memorable) y se permitía ir un poco más allá. Esa sofisticación de alguna forma también se traspasó al arte. Los Beatles, al igual que otros compañeros de generación, entendían el producto disco como una artefacto cultural en sí mismo. De allí a que las cubiertas también podían ser una buena oportunidad para probar cosas.
"Freeman había tomado algunas fotos en la casa de John en Weybridge. Teníamos puesta ropa nueva - los cuellos de polo - y estábamos haciendo fotos directas; los cuatro posando. De vuelta en Londres, Robert nos estaba mostrando las diapositivas; tenía un trozo de cartón del tamaño de la portada del álbum y proyectaba las fotografías exactamente sobre él para que pudiéramos ver cómo se vería como portada del álbum -cuenta McCartney en la Antología del grupo-. Acabábamos de elegir la fotografía cuando la tarjeta en la que se proyectaba la imagen cayó un poco hacia atrás, alargando la fotografía. Estaba estirado y dijimos: 'Eso es, Rubber So-o-oul, hey hey! ¿Puedes hacerlo así? Y él dijo: 'bueno, sí. Puedo imprimirlo de esa manera. Y eso fue todo".
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Pero el vínculo entre el fotógrafo y los fab four acabó de forma abrupta. Se dice que fue a causa de un lío de faldas. Un triángulo de amor bizarro que Lennon habría confesado en "Norwegian wood", que involucró a la mujer de Freeman, la modelo Sonny Drane. Cuando el hombre del lente descubrió el romance, fue a encarar al Beatle a su mansión. Discutieron. Y todo acabó en los pasillos de la lujosa casa del músico en Kenwood. "So I lit a fire/Isn't it good Norwegian wood?".
"Bob parecía furioso y Sonny, una despampanante sueca, estaba llorando, encogida de miedo detrás de él -cuenta Cynthia Powell, la primera esposa de John en su libro El auténtico Lennon-. Bob me ignoró y dijo que quería hablar con John. Los tres entraron a la sala de estar. Media hora después, Bob y Sonny se marcharon. Cuando John vino a la cocina le pregunté qué estaba pasando pero se encogió de hombros y desapareció arriba. Eso nunca volvimos a mencionarlo, pero no mucho después escuché que Bob y Stacy se estaban divorciando. No pude evitar la conclusión de que había tenido una aventura con John".
Al parecer, el "Elvis gordo" buscó ayuda. Pero no precisamente bajo su techo.