Por segundo año consecutivo, el sector cultural mostró su fuerza y puso en tela de juicio la disminución de presupuesto que se proponía desde el gobierno para algunas instituciones. Con un presupuesto de sólo un 0.4% del gasto público de la nación, la cultura ya había estrenado su capacidad de combate cuando en el 2018 logró revertir la intención del Ejecutivo de reducir en un 30 por ciento el presupuesto a seis organismos culturales.
Este año, catalizado por el clima de debate social, el sector otra vez está embarcado en un "gallito" donde el triunfo parece estar a la vista: la Comisión Especial Mixta de Presupuesto del Congreso aprobó ayer una nueva partida que restituye el 20 por ciento del presupuesto que se quería recortar a cinco instituciones: el Museo Precolombino, el Teatro Regional del Biobío, Matucana 100, Balmaceda Arte Joven y Fundación Teatro a Mil. De este modo, el acuerdo asegura la continuidad de su financiamiento más el reajuste respectivo.
En la misma sesión se decidió entregar al fondo audiovisual del Consejo Nacional de Televisión (CNTV) la cantidad de $ 4.800 millones de pesos, alcanzando el presupuesto histórico del organismo en el año 2018: desde entonces había disminuido a $ 3.400 millones y el gobierno proponía otra baja para 2020.
Tras el acuerdo de la Comisión Especial Mixta, el paso final es la votación hoy en la Cámara de Diputados y la próxima semana en el Senado. El único ítem aún pendiente en esta discusión, son los $ 2 mil 80 millones destinados a la llamada Galería de la Democracia, que corresponde a la ampliación del Museo Histórico Nacional y que debería entrar a revisión hoy en el Senado.
Según la senadora Yasna Provoste (DC), miembro de la Comisión de Cultura, los dineros de la Galería de la Democracia se asocian a la Subsecretaría de Patrimonio del Ministerio de las Culturas. "En todo caso estamos convencidos que se trata de una iniciativa inviable ….más una obsesión que una necesidad", sostuvo Provoste.
De acuerdo a la parlamentaria, el nuevo presupuesto no incluye reasignaciones, sino que "dineros frescos", significando un aumento de un 3 por ciento con respecto a años anteriores.
Desde la Cámara de Diputados, el parlamentario Marcelo Díaz (PS) recalcó que el acuerdo en el Congreso se haya logrado con el precedente del año 2018: "Por segundo año consecutivo las instituciones culturales y el Fondo Audiovisual del CNTV fueron recortados, y nuevamente fuimos capaces como oposición de ponernos de acuerdo en la defensa de esos recursos y lograr su reposición".
El diputado de la Comisión de Cultura de la Cámara agregó: "Yo estoy particularmente contento porque logramos reponer el 20 por ciento a las instituciones culturales y porque también logramos revertir algo que el año pasado no fuimos capaces, y es que el Fondo Audiovisual del CNTV había caído de 4.800 millones de pesos en 2018 a 3.400 millones el año pasado: ahora logramos reponer los $ 4.800 millones para el 2020".
Del cabildo al ministerio
Una de las reuniones claves para concretar los acuerdos de gobierno y oposición que permitieron esta votación ocurrió el viernes 8 de noviembre: fue entre las subsecretarías del Ministerio de las Culturas, del Ministerio de Hacienda y las cinco instituciones afectadas por el recorte de presupuesto.
Sin embargo, los ejercicios de lobby venían de antes. A inicios de octubre, la ministra de Culturas, Consuelo Valdés, anunció en un seminario interno que le plantearía la restitución de los dineros de Cultura al Presidente Sebastián Piñera.
Luego, se sabe, vino el reventón social del viernes 18 de octubre y el panorama cambió en 360 grados. En este sentido, el cabildo cultural del jueves 31 de octubre en Matucana 100 no fue un accidente: había cerca de dos mil personas en el auditorio central, desde representantes del Teatro Municipal hasta el Centro Cultural La Moneda, el Bellas Artes y el Teatro Regional Biobío. No hubo autoridades del ministerio, pero sí gran presencia de funcionarios de la cartera.
Sobre el cabildo, el subsecretario de Cultura Juan Carlos Silva afirmó a La Tercera: "La valoración del aporte de las organizaciones culturales es fundamental. El cabildo es un reflejo, una señal de que las instituciones están siendo una contraparte no solo para el cumplimiento de los fines de nuestro ministerio, sino también de representatividad real sectorial, donde el sector los ve como interlocutores válidos al momento de hacer valer sus necesidades de cara al Estado".
Pero el subsecretario también se detiene en las conversaciones que ha tenido su cartera con todo el mundo, incluyendo al gobierno: "Hubo comunicación permanente con las instituciones para saber el estado de situación respecto de su presupuesto. Y ese diálogo permanente no fue sólo con las instituciones; también le hicimos ver a Hacienda la importancia de estas instituciones, que la reposición de estos recursos no era algo ajeno al ministerio".
Lo que permanece entre signos de interrogación es la Galería de la Democracia. "Esos montos vienen del Tesoro Público. Son recursos adicionales que dispone Hacienda para complementar el presupuesto que se había ingresado al Congreso", dice.
Trabajo en equipo
Desde el Museo Precolombino, uno de los más visibles del país, su director Carlos Aldunate da su opinión sobre la votación en el Congreso y recuerda la reunión ciudadana del jueves 31 de octubre: "Esta reposición de fondos se debió a la comprensión del parlamento y también, de cierta manera, al ministerio. Estos son gastos basales, de funcionamiento, no pueden someterse a concurso. Esto salió además del cabildo cultural que hicimos nosotros junto con Matucana 100 y otras instituciones. Tanto el ministerio como el parlamento oyeron las peticiones del cabildo".
La directora ejecutiva de Fundación Teatro a Mil, Carmen Romero, también se detiene en las reuniones con las autoridades que no son de Culturas "Tuvimos también la posibilidad, como nunca, de hablar con el Subsecretario de Hacienda, para que nos escuchara y supiera por qué necesitamos estos recursos basales desde el Estado y por qué este apoyo ha sido transversal desde otras instituciones", sostiene.
En Balmaceda Arte Joven y Teatro Regional del Biobío, sus respectivas directoras destacan: "Nuestro sector se unió a través de un importante trabajo colaborativo, donde se generaron instancias de gran convocatoria, que demostraron que existe una preocupación real", dice Loreto Bravo, directora de la primera. "Aún hay mucho por hacer, repensar el modelo cultural para que se enfoque en una real política pública de Estado con un 1 % en Cultura", comenta Francisca Peró, del Teatro Biobío.
En este último sentido, Cristóbal Gumucio, director de Matucana 100, dice: "Nosotros vemos que la cultura tiene un rezago respecto de otras actividades claves del Estado y que la mirada más bien sería llegar al 1 % del presupuesto". Y agrega: "Mantuvimos un diálogo con el Ministerio de las Culturas, en el entendido de que veíamos que se afectaba la labor de la misma cartera. Esto también era un autogol. El Ejecutivo le quitaba el piso un poco al ministerio".