Billy Crudup, un buen tipo en medio de una tormenta matrimonial
El actor de Casi famosos y El gran pez enfrenta una crisis conyugal en la recién estrenada El pasado que nos une. Aquí habla de eso y también de Jackie junto a Pablo Larraín.
Los silencios. Las pausas. Los carraspeos. Los gestos. Las miradas. Hay actores que se mueven como peces en el agua de esa manera, incluso con mejor pulso que con los parlamentos. De los clásicos, Robert Mitchum fue el epítome. De los modernos, hay varios, desde el danés Mads Mikkelsen (Hannibal) a Mark Ruffalo (Avengers), pasando por Gabriel Byrne (Los sospechosos de siempre) o Liev Schreiber (Spotlight).
En la película El pasado que nos une, con Julianne Moore y Michelle Williams, hay otro de esa estirpe: como Oscar Carlson, Billy Crudup (1968) debe básicamente resistir el vendaval emocional entre una esposa millonaria y trabajólica y una ex novia que aparece cuando menos lo pensaba. La esposa es Julianne Moore y la ex pareja es Michelle Williams.
"Reconozco que es difícil darle complejidad a mi personaje en medio de ellas dos", cuenta Billy Crudup al teléfono desde su casa en Nueva York. "Le pregunté desde un principio al director Bart Freundlich cómo se le podía dar una narrativa a mi personaje, considerando que es un hombre de voz suave y amable en medio de dos mujeres avasalladoras. En mi caso, lo busqué confiando en los silencios y en cómo reacciona ante ellas", se explaya.
Conocido desde inicios de los años 2000 por filmes como Casi famosos (2000) de Cameron Crowe y El gran pez (2003) de Tim Burton, Billy Crudup enfrenta un nuevo orden vital en El pasado que nos une: lleva 15 años casado con Theresa (Julianne Moore), pero desde la India retorna Isabel (Michelle Williams), quien se entera de que su ex novio recuperó de la adopción a la hija de ambos y la crió junto a Theresa.
La película, remake de la danesa After the wedding (2006), es una de las dos que esta semana entró a cines comerciales. En aquel filme nominado al Oscar extranjero los géneros eran otros: el personaje de Crudup era una mujer y los de Moore y Wiliams hombres.
-¿Qué le parecen los cambios en esta versión?
-Creo que son particularmente convincentes en términos dramáticos. El director fue capaz de estrujar dramáticamente a mi personaje, Oscar Carlson, y darle un carácter más heroico: durante toda su vida se ha sacrificado por su hija y su familia, pero de un día a otro todo este mundo que ha construido se cae a pedazos.
-Muchos aún lo recuerdan por Casi famosos, donde era un rockero...
-Tengo los mejores recuerdos de esa época. ¿Sabes?, creo que el director Cameron Crowe es uno de los tipos más generosos y amables con los que he trabajado en mi vida. Fueron seis o siete meses juntos y nunca me olvidaré de ese rodaje. ¿Que puedo decir? Interpretar al guitarrista de una banda de rock fue algo tremendo. (En rigor Crudup dice, no sin antes pedir excusas, "fucking badass", traducible tal vez como "de la puta madre").
-¿Cómo recuerda Jackie, de Pablo Larraín, donde usted era el periodista que entrevistaba a Jackie Kennedy?
-Es uno de mis cineastas favoritos. Es realmente espectacular. Dejó una huella indeleble en mí cuando trabajamos en Jackie. Es una película singular, novedosa, diferente, que muestra a alguien muy talentoso desde el punto de vista cinematográfico, con una creatividad impresionante, capaz de hacer algo bien incluso en una lengua que no es la suya. Me sorprendió y espero actuar con él alguna otra vez en mi vida. El y su hermano Juan de Dios, en la producción, son muy inspiradores para uno como actor.
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