"Aquí una versión moderna de Robin Hood para ti: unas strippers que robaron (en su mayoría) a hombres ricos, (usualmente) repugnantes, (en sus mentes) patéticos y, bueno, les dieron eso de vuelta". Así comienza "The Hustlers at Scores", reportaje de Jessica Pressler escrito New York Magazine y publicado en diciembre de 2015. En él la reportera cuenta la historia de Roselyn Keo, una joven que a inicios de la década pasada se unió al club nocturno Scores.
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Desde ahí, Roselyn migró a otro nightclub llamado Hustler, en donde conoció a Samantha Barbash, quien reclutaba bailarinas jóvenes. Aburridas de dejar gran parte del dinero que ganaban a los clubes y sus trabajadores, decidieron cambiar las reglas del juego. "Samantha había descubierto que las cosas estaban cambiando. Los clubes necesitaban clientes y ella tenía la capacidad de atraerlos", dice Pressler en su publicación. Así ambas strippers, junto a otras que se les unieron, fueron más allá: emborracharon y drogaron a quienes querían sus servicios para aprovechar de usar sus tarjetas de crédito.
La historia de Keo, Barbash y compañía ha resurgido estos meses por Estafadoras de Wall Street (lanzada en Estados Unidos como Hustlers). La película dirigida por Lorene Scafaria (Buscando un amigo para el fin del mundo y Una madre imperfecta) se basa precisamente en el reportaje de New York Magazine, aunque cambia el nombre de las protagonistas. Destiny y Ramona Vega pasan a ocupar los lugares de Roselyn y Samantha, interpretadas por Constance Wu y Jennifer Lopez, respectivamente.
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En una entrevista promocional a la que Culto tuvo acceso, JLo define a su personaje "como la madre sustituta de estas chicas, las toma debajo su ala y les muestra el camino, entonces ellas también pueden beneficiarse de su sabiduría. También es una de esas personas que ha averiguado el juego, sabe cómo se juega a ese nivel y no tomarán ventaja de ella".
Para estar al nivel técnico de una stripper, la intérprete de "Una noche más" fue entrenada por una integrante del Cirque Du Soleil. "Toma años el ser realmente bueno en pole dancing y yo trataba (...) Es probablemente lo más difícil, una de las cosas más difíciles, que he hecho para una película", cuenta al respecto la actriz tras Ramona.
En esa senda, el papel que interpreta Wu se apoya mucho en Lopez. "Destiny no ha descifrado el juego aún, lo está conociendo. Y creo que Destiny es alguien que toda su vida ha buscado un modelo femenino a seguir y una amiga y es algo que encuentra en el personaje de Ramona", asegura.
En la cinta de 1 hora y 50 minutos también participan Julia Stiles (Espera al último baile) y las raperas Lizzo y Cardi B, marcando un elenco predominantemente femenino, algo que traspasa a la dirección.
Scafaria le dio al elenco permiso para "jugar" y liberarse un poco más. "Creo que Lorene, de manera discreta, sabía exactamente lo que quería. Todas llegamos con ideas de quiénes eran estos personajes, lo puso en las páginas, lo interpretamos y lo trabajamos como actores y nos dejó hacer nuestro trabajo. Jugamos bastante", recordó Jennifer Lopez.
Saliéndose del mundo de clubes nocturnos, Wu apuntó a desmitificar algunas figuras. "Pienso que no vemos muchas de estas historias, pero creo que lo que hace esta película es humanizar historias. Estas chicas hacen cosas malas pero no estamos diciendo 'droga a los hombres y róbales'", afirmó.
En tiempos de empoderamiento femenino, ¿la película lo tiene considerado como un fin? "Estamos humanizando mujeres que no han sido humanizadas en la cultura pop antes y creo que es muy empoderador para las personas que realmente vean eso", cierra la entrevista Constance Wu.
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