No es primera vez que el director Bill Condon trabaja con Ian McKellen. En 2015 el actor británico se puso en los zapatos del acaso detective más famoso del mundo para la cinta Mr. Holmes.
Pero fue una interpretación muy diferente de la que han hecho actores más jóvenes como Robert Downey Jr. (Sherlock Holmes, película de 2009) o Benedict Cumberbatch (Sherlock, serie BBC). McKellen tomó el rol de un detective que atraviesa la tercera edad y que ya está retirado de la resolución de casos policiales.
Después prestó su voz para personajes animados en Animal Crackers y La Bella y la bestia (ambas de 2017) y no fue hasta 2019 que volvió con un personaje de carne y hueso: Roy Courtnay en The good liar.
Courtnay es un estafador profesional, un maestro del engaño. Vagando en internet en busca de una mujer vulnerable a quien embaucar, se topa con la adinerada viuda Betty McLeish (Helen Mirren), a quien invita a cenar para conocerse en persona.
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Helen Mirren e Ian McKellen en The good liar.[/caption]
Si bien el plan era lograr que McLeish confiara y diera las condiciones para un robo fácil, poco a poco el estafador se da cuenta que se preocupa por ella más de lo que pensaba.
─¿Roy es una persona muy despreciable, ¿Hay algo que te guste de él?
─ Creo que si no te gusta el personaje que estás interpretando, probablemente no será fácil de interpretar. Pero Roy no es alguien a quien querría conocer. Ni tampoco es alguien que me gustaría ser, pero sí tiene, supongo, cualidades admirables, por ejemplo que es un sobreviviente. Supongo que hay un momento o dos en esta película en que crees que la redención es posible, y que tal vez conoció a la única mujer que lo lleva a estar tranquilo consigo mismo. Pero esos momentos pasan rápidamente. Él es muy viejo para cambiar, supongo. Así que no... no lo recomiendo como modelo a seguir (ríe).
─La química es vital para una película como esta. ¿Cómo describirías tu dinámica con Helen Mirren?
─ Bueno, gran parte de eso es ser profesionales. Helen es una experta, y trabajar codo a codo con alguien que realmente sabe lo que hace, siempre es emocionante. Tienes que tener cuidado con simplemente no quedarte sentado admirando su trabajo, e intentar mostrar tu personaje con la misma claridad con el que ella presenta el suyo. Así que te sientes muy seguro. Helen tiene un rango muy amplio. Te mantiene de puntillas.
Pero en todas las horas entre escenas en la película, ella es una gran compañía. Eso es en parte porque aunque no somos amigos cercanos ni trabajamos juntos frecuentemente, nuestras raíces están en el mismo lugar ¿sabes?. Creo que nos gusta sorprender a las personas y hacer algo un poco diferente. Es como trabajar con tu hermana, en serio, o tu prima. Me siento cercano a Helen. Creo que la marca Mirren, a partir de mi glamorosa y hablante amiga, es muy atractiva.
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─Debe ser difícil hacer el rol de un hombre que en sí mismo está jugando otro rol. ¿Cómo capturaste la verdad de quién es Roy realmente?
─ Uno depende mucho de lo que te diga Bill Condon: "Ian, vi lo que estabas haciendo. No quiero verlo. No lo exageres, no seas obvio. No estás siendo convincente. Ella te dejaría si hicieras eso". Ese tipo de consejos, muy útiles. En suma, solo tienes que pensar "¿Cuál es la mentira que estoy contando ahora?" y creerla. Los mentirosos más exitosos, por supuesto, son los que tienen una maravillosa imaginación. Y no hay que olvidarse, el guión se basó en un libro escrito por un hombre que se vinculó con uno o dos espías -y si no son buenos mentirosos, están fuera-. ¡Probablemente están muertos! Las apuestas son muy altas.
─¿Los thrillers de suspenso están entre tus géneros favoritos del cine?
─ Si logro que mi televisión funcione, me inclino por los documentales y probablemente las noticias. Si hablamos de ficción, probablemente me incline por el thriller de misterio antes que otra categoría. Los thrillers más satisfactorios, por supuesto, son los que realmente puedes creer, donde los personajes tienen sentido y el autor no ha mentido. No creo que haya mentiras en esta película. Aunque hay giros narrativos en varias direcciones, por supuesto. Eso es parte de la emoción en todo esto.
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Ian McKellen y Helen Mirren en The Good Liar.[/caption]
─¿Crees que es justo decir que todos tienen secretos, sin importar quién sea?
─ No lo sé. Si son exitosos al mantener secretos, ¿cómo lo sabría? Hay cosas que uno hace de las que simplemente no habla. Creo que eso aplica para todos. Pero tener un secreto es solo parte de lo que significa ser humano, en la que decidimos qué parte de nosotros mismos decidimos sacar a la luz. En una situación uno-a-uno eso es relativamente fácil, pero si hablas a un grupo de gente ¿Quién es Ian McKellen en esta ocasión? ¿Estoy ocultando algo si muestro solo un lado?
Es difícil ser uno mismo, creo. El lado del que actúa -el que trabaja-. Lo que no me gusta es sentir que actúo de mí mismo. Pero uno está forzado a hacerlo. Aquí estoy, hablando de mí mismo, ¡pero gran parte del tiempo, paso mi vida hablando de otras personas! (ríe).
Pero los seres humanos son muy buenos mintiendo. Cuando eres lo bastante joven, tendrás un vocabulario distinto al hablar con tus abuelos, y luego otra forma de hablar con tus compañeros. Ni siquiera piensas en eso. Incluso puede que tengas un acento diferente. Cuando esos mundos colisionan, por supuesto, se vuelve complicado. Cuando tus amigos conocen a tus padres por primera vez, ¿Quién eres? ¿El amigo o el hijo? Todos los escenarios del mundo y todos los hombres y mujeres, son meros jugadores.
***El buen mentiroso está disponible en los cines chilenos desde el 21 de noviembre.
