El video dio vueltas en todas las redes sociales. Maicol (Sebastián Ayala) y Flavia (Karla Melo) visten de uniforme y situados en 2012 hablan de la posibilidad de que la gente salga a las calles y que el país cambie. Luego, en 2019 se encuentran en una marcha caceroleando, arrancando del guanaco y cerrando la escena con un beso.
"Ese guión probablemente nace porque ya llevaba como 10 días marchando, mirando, caceroleando y me parece que pone en escena una cuestión que vi en la marcha", cuenta Pablo Paredes (37), poeta, dramaturgo y guionista de El Reemplazante. El clip, que trae de vuelta a los personajes de la serie, fue filmado la tarde del 5 de noviembre en plena Plaza Italia, renombrada en las manifestaciones como Plaza de la Dignidad, y tuvo tanto de ficción como de realidad. "Sebastián Ayala y Karla Melo que hacen el video de El Reemplazante están actuando, pero también están haciendo activismo. Hoy es imposible distinguir entre poética y política", añade Paredes.
Para el autor, las manifestaciones ocurridas durante el último mes no fueron algo imprevisto."A mí me da mucha vergüenza la gente que dice que esto no se veía venir. Si dices eso significa que en los últimos años jamás fuiste al teatro o jamás leíste un libro de poesía. Si estás todo un mes movilizado, tu enojo no es nuevo, tu enojo tiene una hebra histórica larguísima".
https://www.youtube.com/watch?v=9fbVHZTUmGU
Nacido en la población José María Caro en Lo Espejo, Pablo Paredes era de esos jóvenes que viviendo en La Granja se fue a estudiar a un colegio emblemático del centro de Santiago: el Barros Borgoño. "Cuando adolescente eso me daba orgullo, ahora me da una angustia tremenda porque me parece obvio que la cosa no se trataba de los 5 que nos salvamos sino de los 40 que quedaron pateando piedras".
Era finales de los 90 y las manifestaciones estudiantiles no tenían la magnitud que lograron más tarde en el 2006 y luego en el 2011; sin embargo, ya fuera del colegio Paredes se involucró de cerca en la revolución pingüina como gestor cultural. "Colaboré desde una cosa bien satelital, terminamos con la gente de Illapu en las tomas, con Carmen Berenguer, con Redolés, con Pedro Lemebel... Ahí partió el vínculo entre el activismo político y cultural como una misma cosa".
Su obra poética, audiovisual y teatral que ha dejado trabajos como la serie El Reemplazante, la obra Las analfabetas y los libros La raza chilena y Mi pequeña Unión Soviética, no ha estado alejada de su propia historia política. "La verdad es que nunca distinguí mucho entre mi biografía, mi pulsión política y mi posición poética porque en las tres había peladero", dice el autor y ex Coordinador Nacional de Revolución Demodrática.
Ese "peladero" que Pablo Paredes ve representado de distintas maneras desde los años 90 es lo que ha cruzado su obra. "Es el desierto trágico del abandono de las políticas públicas. El peladero está en mis primeros libros de poesía, en el cine que estoy trabajando ahora, y en El Reemplazante. Esta movilización habla de que algunos tienen parques tremendos y otros siguen teniendo peladeros", afirma.
Arte y contingencia
Tal como lo hizo con el video de El Reemplazante, Pablo Paredes ha estado pendiente de aportar desde su especialidad, a través de la escritura de guiones, poemas u obras de teatro. Uno de esos guiones fue el de un breve video animado que hizo con su hermano, donde a través de figuras como Pikachu, Spiderman y otras presentaban los pasos para una nueva constitución. Aunque el video fue altamente viralizado, también generó críticas por su tono festivo. "Hay una parte de la generación que está alrededor de los 40 que está muy acostumbrada a habitar en la derrota y la tristeza. Creo que la tristeza no convoca, creo más en la indignación, la creatividad y la propuesta. Con la tristeza lo único que gana es el status quo".
Al margen de la contingencia, Paredes también afina detalles de sus próximos proyectos, el libro Mi dramaturgia reunida a través de Mago Ediciones y la última fase de Los Fusileros, la película de Juan Ignacio Sabatini basada en el libro de Juan Cristóbal Peña, donde ofició de guionista y cuyo estreno se espera para 2020.
¿Cuál cree que es el rol que deben tener los artistas en este momento?
Es insistir en la idea de que es urgente reescribir el país. Hoy día estamos viviendo un cambio cultural que obligó a que casi todo el mundo artístico estuviera presente en esto. Es impresionante que Mon Laferte hoy día sea una cantante que recorre las poblaciones de Chile o que 31 Minutos haya tenido que herir los ojos de su logo. Eso te habla de que esto está absolutamente desbordado y de la necesidad de que esto tenga un relato artístico.
¿Cómo ves la pérdida de credibilidad de la gente en los políticos?
Este no es un buen momento para los partidos políticos, para ninguno. Sin embargo, también se está empezando a leer quiénes son los partidos políticos que están con un freno de mano en los cambios y quiénes están dispuestos a impulsar los cambios. Desde ahí tengo la sensación que RD es mucho más un agente de cambio que un catalizador. Creo también que las demandas que hay en la calle no son partidistas, sin embargo son profundamente políticas. Es un error creer que porque no hay banderas de partidos políticos este no es un movimiento político.