Al inicio filmarían a los skaters del Parque Los Reyes, sin embargo en pleno proceso de rodaje la idea dio un giro en 180 grados. El documental Los Reyes, realizado por Bettina Perut e Iván Osnovikoff se transformó en la historia de Fútbol y Chola, dos perros negros que habitaban en ese mismo espacio y que conviven día a día con los jóvenes del lugar.
"Cuando chico yo andaba en skate y ahora pensaba en tratar de volver a patinar. El sobrino de la Bettina tenía un skate, entonces ella me dijo que por qué no lo acompañaba. Empezamos a patinar ahí cada vez más seguido y me empecé a acercar a estos chicos", cuenta Iván Osnovikoff sobre su primer acercamiento al skatepark de Los Reyes y lo que fue esa primera idea para la cinta.
Con los personajes ya identificados, un grupo de jóvenes que además de patinar compartían anécdotas de su adolescencia y problemas familiares, Bettina e Iván comenzaron el rodaje. Pero como naturalmente puede ocurrir en el mundo del documental, las cosas fueron cambiando durante el proceso. "No era una película con un sello propio, con nuestra identidad artística, eso es lo que más me pasaba a mí", dice Bettina Perut. Sin querer hacer una clásica película de skaters, ni querer mostrar el cuerpo humano de manera tradicional, la apuesta de los directores tuvo un cambio en sus protagonistas principales. Aunque sin dejar de lado los relatos de los jóvenes skaters, los realizadores optaron por bajar la cámara a nivel de suelo y filmar a los perros cuya dinámica, juegos y actitud llamó su atención.
La dupla de documentalistas, autores de Un hombre aparte (2001) La muerte de Pinochet (2011) y Surire (2015), inició el rodaje en 2016, que los tuvo invierno y verano registrando a los perros en el Parque Los Reyes y en distintas situaciones. "Desarrollamos una cierta sensibilidad. Cuando conocimos al Fútbol y la Chola uno empieza a amarlos, porque son perros cautivadores. No es que dijéramos "oye hay dos perros, hagamos la películas de estos dos perros", eran esos perros en especial", añade Bettina.
El documental llega a su estreno en salas locales luego de una larga vuelta por festivales y exhibiciones alrededor del mundo. En noviembre de 2018, Los Reyes logró el Premio Especial del Jurado en el Festival Internacional de Documentales de Amsterdam, el más importante en el género. Tras ello tuvo su estreno en salas holandesas, pasó por Estados Unidos, Alemania, España, México, Hong Kong, entre otros países.
"Es experimental y radical. A pesar de seguir esa línea, es una película que nos permitió conectar con un público más amplio. Internacionalmente esta es la que nos ha dado más resultado", cuenta Iván Osnovikoff.
El mérito se lo dan también a sus protagonistas, Fútbol y Chola, quienes no solo cautivaron a los realizadores, sino que también a los espectadores de los distintos países. "Funciona por lo emotiva que es y porque los perros terminan conquistando al público", concluye Bettina Perut.
Perros y adolescentes
En hora y 18 minutos de duración, Los Reyes se sostiene en dos líneas argumentales que conviven entre sí: las experiencias cotidianas y problemáticas compartidas por los skaters del parque a través de la voz en off, y el cotidiano de los perros Fútbol y Chola, quienes también ocupan físicamente el lugar tanto como los adolescentes. "El cuerpo de los perros era un desafío para nosotros porque nos implicaba buscar técnicas de registro nuevas, distintos encuadres, tenían un potencial cinematográfico y visual super interesante", explica Bettina con respecto a la visualidad del documental. Una mezcla de relato oral y cinematográfico que se adentra hasta en el más mínimo detalle de los perrunos protagonistas, a través de primerísimos primeros planos y distintos encuadres.
¿Descubrieron durante el rodaje de Los Reyes algo que no hubieran explorado en trabajos previos?
Bettina: Creo que fue este micromundo, pero igual veníamos trabajando con macro desde antes. Pero fue un desafío la utilización intensiva del macro, porque también descubrimos un mundo al interior de los perros.
Iván: También tiene que ver con haber aprendido a detectar de qué manera los perros se comunicaban entre ellos, aprender a interpretar el lenguaje de los perros para después ser capaces de aplicar en el montaje ese lenguaje.
¿Cómo hicieron convivir ambas líneas que sigue el documental?
Iván: No tiene que ver con una planificación, es una cosa de prueba. Hubo todo un proceso de instalación de los diálogos por sí mismos, ellos mismos fueron los que se reincorporaron a la película, a través de la prueba, viendo qué pasaba cuando se iban combinando con la imagen.
Bettina: La película habla sobre un lugar, no solo sobre dos perros o sobre la problemática de los adolescentes, sino que también sobre un lugar donde confluyen estas dos cosas.