Mientras en Chile la Navidad parece relegada a un segundo plano entre las preocupaciones inmediatas de la gente, en otros lugares las fiestas de fin de año siguen adelante con sus ritos habituales. La compra de regalos, las figuras de nieve y, particularmente en Reino Unido, la tradicional competencia por la canción que se quedará con el número uno del ránking a fines de diciembre. Una carrera que en años anteriores han ganado los Beatles, las Spice Girls y Ed Sheeran y que ahora lidera otro de los hijos favoritos de Inglaterra, Robbie Williams, con su primer disco navideño.

Juntando villancicos tradicionales con temas (demasiado) originales, The Christmas present logró esta semana arrebatarle el top 1 a Coldplay, lo que de paso le permitió a Williams igualar a Elvis Presley como el solista con más números uno en la historia de los ránkings de Reino Unido (13 en total). "No me siento el nuevo Rey de la Navidad, me gustaría eso sí ser la Reina de la Navidad", dice riendo el cantante a Culto, sin intención de aclarar el sentido de su frase o si habla en serio o no. Así será buena parte de la conversación telefónica con el niño terrible de Stoke-on-Trent, la misma sensación que deja su nuevo LP. Una exitosa humorada llena de estrellas invitadas y clásicos instantáneos como "Happy birthday Jesus Christ" y el himno anti-consumo "Let's not go shopping" (algo así como "No vayamos de compras al mall").

¿Siempre quiso hacer un disco navideño? ¿Era un objetivo en su carrera?

Mmm... no era un objetivo hasta que se transformó en uno. Estuve componiendo este disco durante los últimos tres años y tardamos un par de meses en grabarlo durante el verano. Eso es todo.

¿Cree haber destronado a Michael Bublé como el gran crooner navideño, tal como bromeó antes de lanzar el disco?

Mira, Michael Bublé es el dueño de la Navidad. Yo soy sólo un turista en su ciudad.

Pero se le ve cómodo en este formato tipo Rat Pack o años 50. ¿Esa fue su inspiración?

No realmente. Mi inspiración para este disco fue la Navidad y todas las canciones que ésta te sugiere. La primera parte del disco efectivamente tiene muchas cosas de los años 50 y 60. Pero la segunda es más contemporánea, al menos hasta 1995, el año en que la música se detuvo (ríe, tal vez aludiendo a que ese año abandonó Take That). Primero decidí hacer covers, porque muchos me dijeron que en realidad nadie quiere escuchar nuevas canciones de Navidad. Pero al final puse primero las reversiones, para hacer que la gente escuche mis nuevos temas.

¿Cómo logró juntar a artistas como Jamie Cullum, Bryan Adams y Rod Stewart?

Son mis amigos y los quiero, los respeto y admiro. Son grandes cantantes, además, gente increíblemente talentosa y carismática. Así que les pregunté y aceptaron y me siento muy afortunado por eso.

¿Qué significa la Navidad para usted?

Es un momento de dar, de amar, de alegría y de comer en exceso. Un tiempo para pensar en quiénes somos, dónde estuvimos y hacia dónde vamos ahora.

¿Y hacia dónde piensa ir ahora?

Estaré haciendo televisión, probablemente una película, musicales. Estoy muy, muy ocupado.

¿Queda algo de tiempo para la familia?

Sí. Cuando papá sale a trabajar es muy intenso, pero cuando papá no está trabajando no es nada de intenso. Soy un afortunado de tener lo mejor de esos dos mundos.

En su disco anterior, The heavy entertainment show, se mostraba como un boxeador. Pero en la carátula de este álbum luce como un personaje de Charles Dickens. ¿Es un reflejo de cuánto ha cambiado en tres años?

No, simplemente sería ridículo presentarme como un boxeador en un álbum navideño (ríe, para luego ponerse a cantar un improvisado villancico sobre una pelea en un ring).

¿Pero se siente mejor hoy de los problemas de salud que tuvo hace algunos años?

Mentalmente me siento mejor que nunca en mi vida. Y físicamente, bastante bien también. La vida nunca ha sido mejor.

Esta Navidad será algo distinta en Chile, por las protestas y una crisis social similar a la de países como Colombia o Hong Kong. ¿Cuál es su visión de lo que ocurre en el mundo? ¿Hacia dónde vamos como humanidad?

¿Sabes que eso no está siendo informado aquí?

¿La situación de Chile?

Sí. Curiosamente no ha sido tema en las noticias. Eso es extraño ¿no crees? Creo que sólo puedo referirme a lo que está ocurriendo en mi país, dado que no se está escribiendo mucho sobre lo que sucede en otros lugares. Hay sufrimiento en el mundo, pero puedes decir lo mismo al final de cada año, siempre hay sufrimiento en el mundo. Ahora mismo da la impresión que esta situación está en su punto más alto en tu país, lo que obviamente me entristece mucho. Sí, son tiempos extraños para este planeta, aunque siempre lo son en realidad.

¿Cree poder ayudar en esto como artista?

Creo que mi primera obligación en ese sentido es cuidar de mí y de mi familia. Eso busco al intentar hacer mi trabajo lo mejor posible. Tengo un deber conmigo, de ser siempre la mejor versión posible de mí mismo. La única manera en que puedo cambiar el mundo es cambiándome a mí mismo.

A Chile vino en 2004 y luego regresó en 2006 y el año pasado. ¿Guarda algún recuerdo particular de esas tres visitas?

La primera vez que fui fue una locura total. Por toda la atención de la prensa y en general por lo impactante que fue para mí el solo hecho de estar allá. Para un chico de Stoke-on-Trent, Sudamérica es como Marte o Venus, así de lejano se siente. Y cuando llegas y te das cuenta que la gente sabe quién eres, es un impacto mental. La última vez ya me sentí más relajado. Y la gente en Chile es increíble, muy apasionados, es un honor tocar para ellos.

En esa primera visita protagonizó un momento muy bizarro en televisión. ¿Lo sintió así o no fue tan extraño como lo recordamos acá?

Sí, fue muy bizarro. Pero mi vida en ese tiempo era muy bizarra, daba lo mismo si estaba en Chile, Argentina o Francia, pasaban cosas raras todo el tiempo. Sé que hubo una entrevista en particular que hice allá que fue famosa.

Muy famosa.

Sí, pero no la puedo recordar, para ser honesto. Sé que se escribió sobre eso.

El conductor de ese programa todavía la recuerda.

Bueno, envíale mis cariños.