Jorge González hoy es otro. Hay un asunto concreto: entre mayo y noviembre, el artista dejó su departamento en San Miguel y partió a vivir a Quillota, donde se sometió a un tratamiento en una cámara hiperbárica para intentar atenuar las secuelas en el habla y la motricidad que le dejó el infarto isquémico cerebeloso de 2015.
https://culto.latercera.com/2019/11/20/jorge-gonzalez-vida-en-quillota/
Y los resultados arrojan saldo positivo. Aunque se sigue comunicando a través de frases acotadas, su habla es mucho más fluido, mientras que su movilidad también exhibe mejorías, pese a que parte del costado izquierdo de su cuerpo sigue paralizado.
Pero en los gestos de su rostro se manifiestan los cambios más alentadores: cada ciertos minutos regala una expresiva sonrisa que en años anteriores parecía haber desaparecido entre un semblante cada vez más rígido.
"Hoy tengo más calma. Antes no. Era más hiperquinético. Ahora estoy más paciente. A lo mejor fue por lo que me pasó, yo creo. Aprendí a la fuerza lo que no aprendí a las buenas".
A veces, la vida te obliga a aprender de una forma que no es la ideal.
Cierto, pero es la única manera. Aprendí a vivir todos los días, por ejemplo. Cualquier día puedes quedar inválido y no te das cuenta. O te puedes morir. Cualquier día puede ser el último sano o el último vivo. Puede pasar.
Minutos después, retoma: "Hoy me siento una persona normal no más. Con enfermedades como todos, eso lo siento muy cercano. Hay que acostumbrarse a ser más humilde, yo creo. Con la enfermedad me di cuenta que había gente que no tenía cómo moverse y eso es fuerte de aprender, porque tú lo das por hecho y no es tan así, a cualquiera le puede dar un ataque y a mí me tocó. Pero no me tocó morir, por suerte, ni quedar en silla de ruedas, que sería triste".
https://www.facebook.com/CultoLT/videos/436538400353613/
¿Qué pasa cuando recuerdas esa conferencia de 2003 en que te enojaste y botaste los micrófonos? ¿Era "otro Jorge"?
No, el mismo. Así que cuidado con tu micrófono…
¿Y qué pasa con canciones como "Me pagan por rebelde"? Eventualmente, ¿te sentirías cómodo cantándolas hoy?
Hoy no canto. Estoy jubilado. Y feliz.
"Hoy también me gusta hacer ejercicio. Lo aprendí de viejo. Hay que cuidar los huesos, yo creo. Hay que empezar a cuidarse, porque de repente llega la vejez. Todos vamos para allá".
"Es bueno ser viejo joven, encuentro yo, porque tienes pilas para hacer muchas cosas"
¿Y cómo se logra ese estado?
Cuando te has jubilado pronto, yo creo. Es declararse miembro no útil (se ríe).
Aunque al parecer nunca es buena idea jubilarse, sobre todo porque en general no se pagan buenas pensiones en Chile.
No, pero yo me jubilé bien.
¿Sí?
Sí, tocan mucho mis temas.
Además, hiciste un trabajo muy prolífico desde muy joven, antes de los 20 años.
Cierto. En muy poco tiempo.
https://culto.latercera.com/2019/11/06/jorge-gonzalez-infancia/
Cumpliste 55 años el pasado 6 de diciembre. ¿Cómo te sientes hoy?
Muy parecido a tener 54, la verdad. Un año más viejo no más.
¿Cómo es para ti acercarse a los 60, una edad tan significativa en la vida de cualquier ser humano?
Que cada vez se acerca más el sueño de tener nietos. Es un sueño.
¿Es algo que siempre quisiste?
Sí, porque los quieres más que a los hijos, les das permiso no más.
Se dice que los hijos se crían, pero los nietos se malcrían.
Pero yo los malcrío igual (a mis hijos) (se ríe).
"Encuentro que los niñitos son lo máximo. Me gustan mucho. Enseñan mucho, encuentro yo".
"De chico tuve hermana más pequeña (Zaida) y la cuidaba, así que cacho de niños. Siempre la cuidé y era muy lindo cachar cómo pensaba y todo eso, era muy lindo. Como veía el mundo, muy diferente a los demás. Sin ella no habría hecho 'Corazones rojos', yo creo".
https://culto.latercera.com/2018/03/08/corazones-rojos-la-historia-oculta-del-himno-antimachista-jorge-gonzalez/
¿Qué más te han enseñado los niños?
A tener más calma, antes no la tenía.
¿Cómo te imaginas como abuelo?
Muy cariñoso y buena onda. Regalón.
¿Mostrándole música a tus nietos?
No, escuchando la música de ellos mejor.
¿Como reggaetón o trap, por ejemplo?
Mejor si escuchan reggaetón y trap, para cacharlo.
¿Te gustaría saber más de eso?
Sí, me gustaría saber más, porque me pierdo.
Son géneros bien intensos, todos con letras muy explícitas.
Falta que envejezcan, yo creo.
¿Para que se valore?
Sí, para que se valore. Hay que ver lo bueno no más de eso.
https://culto.latercera.com/2019/11/21/jorge-gonzalez-estallido-social/
¿Cómo fueron los meses que viviste en Quillota?
Sí, me gustó. Buena gente allá, buena comida
¿Qué comías?
Pabellón, que es un plato venezolano. También arepas.
Todo muy venezolano.
Sí, porque el "seño" que trabajaba allá era venezolano. Plátanos fritos, todas esas cosas. Porotos negros.
Es una de las bondades de la migración.
Cierto. La migración más increíble es la de los haitianos, que cantan (se pone a cantar) "Piñera, los pacos, los pacos son cu…". Y el haitiano feliz y toda la gente haciendo palmas. Eso es muy lindo, porque importamos pobres ahora.
En cualquier momento los haitianos se ponen a cantar "El baile de los que sobran".
Cierto. Por suerte para mí.
https://culto.latercera.com/2019/10/22/baile-sobran-himno-18o/
Se están acoplando rápido al país, al parecer.
Se están acoplando rápido. Eso han vivido siempre, quieren aprender rápido y están dispuestos a hacer sacrificios por avanzar, y eso es muy bueno.
Tú también fuiste inmigrante, en Nueva York, México, España y Alemania. ¿Hay algún país que te haya resultado más complejo?
En España.
¿Por qué?
Es muy diferente a Chile, la cosa es más correcta y eso descoloca. La policía funciona, por ejemplo. Y esas cosas. Acá si tienes plata no más puedes reclamar, y eso es muy injusto, yo creo.
[caption id="attachment_111628" align="aligncenter" width="1154"]
Jorge González. Foto: Patricio Fuentes / La Tercera.[/caption]
En Quillota, gracias a la terapia que hiciste, volviste a tocar un poco más de guitarra.
Un poquito, sí.
¿Cómo te hizo sentir eso?
Estaba en lo que considero mi hogar, mi sitio de confort. Toco para mí, ahora.
¿Qué canciones tocas para ti?
Invento cosas. Rasgueo con guitarra.
¿Y letras?
No, no hago letras.
¿Y qué piensas o imaginas cuando suena la guitarra?
Escucho la música como va fluyendo, eso escucho, como se crea la música de la nada. Me impresiona, es como una magia, me encanta. Y yo creo que la música es la clave, no la letra.
Pese a que tu obra precisamente fue trascendente por las letras.
Pero eso es como una llaga en una canción, yo creo. La mayoría de las letras son horribles y la gente las canta igual. Yo creo que la música es lo que vale. En el fondo, somos músicos, no poetas. Las letras ya desaparecieron en mi caso.
Cuando has vuelto a tomar la guitarra, ¿te ves a ti mismo haciendo música como hace 30 años?
La verdad que no. No hace falta. No soy muy nostálgico.
¿Te animarías en el futuro a sacar una canción instrumental?
Podría ser, pero no tengo mucho interés la verdad. Ya hice la música que tenía que hacer. Lo hice bien, con alma, y sabiendo que iba a perdurar, que no era una moda no más, y se ha comprobado que es así.