Para quienes superaron hace un tiempo la barrera de los 30 años de edad, Jumanji (1995), la cinta de fantasía donde Robin Williams encarnaba la versión adulta de un niño atrapado en un juego de mesa, ya es parte de los recuerdos cinematográficos de infancia o adolescencia. Tal vez por lo mismo los ejecutivos de Sony Pictures se convencieron de que las noventeras aventuras de Alan Parrish no engancharían necesariamente con un público de una nueva generación, y del riesgo que suponía producir un remake de ese largometraje original.

Por esto, hace un par de años, el estudio optó por confrontar ese desafío y darle un refrescante y original giro a la trama de 1995, reemplazando el juego de mesa por un videojuego que transportaba a sus jugadores a una peligrosa aventura en la selva. Así, cuatro adolescentes son enviados al mundo virtual y adoptan las apariencias y habilidades de sus avatares: el Dr. Bravestone (Dwayne Johnson), el zoólogo Franklin Finbar (Kevin Hart), el Profesor Oberon (Jack Black) y la experta en artes marciales Ruby Roundhouse (Karen Gillan), quienes debían unir fuerzas para recuperar la joya conocida como El Ojo del Jaguar.

Tras su estreno en diciembre de 2017, Jumanji: en la selva se convirtió en un éxito de taquilla y crítica, totalizando más de US$ 962 millones de recaudación mundial y una aprobación de 76% en Rotten Tomatoes y de 87% en Metacritic, los sitios que toman el pulso a los especialistas. Por eso no extraña el actual estreno de su secuela: Jumanji: el siguiente nivel, que debuta mañana en cines chilenos y donde el espectador se reencuentra con sus conocidos protagonistas, pero en una trama que da un giro a sus aventuras y personalidades.

Su relato de se inicia tres años después de la cinta anterior, cuando Spencer (Alex Wolff), Martha (Morgan Turner), Fridge (Ser'Darius Blain) y Bethany (Madison Iseman) ya terminaron el colegio y han comenzado su camino hacia la adultez y desarrollo profesional. Pero se mantienen en contacto y se reencontrarán en su natal Brantford para las vacaciones de invierno. Sin embargo, Spencer no acude a la cita y poco después sus amigos descubren que recuperó la consola de videojuego que habían destruido al finalizar la película anterior y decidió volver a Jumanji.

Para ir en su búsqueda, todos acuerdan regresar a su mundo virtual. Pero una falla en la consola hace que viajen sin elegir antes su avatar y con compañía adicional: el abuelo de Spencer, Eddie Gilpin (Danny DeVito) y el antiguo socio de éste, Milo Walker (Danny Glover). De esta manera, al llegar a Jumanji son los ancianos Eddie y Milo quienes asumen las personalidades de Bravestone y Finbar, respectivamente, mientras Fridge se transforma en Oberon y Martha continúa como la valiente Ruby.

Y otras cosas también han cambiado, ya que ahora deben superar un nuevo nivel del videojuego, donde cambian tanto los paisajes -la selva es reemplazada por el desierto y la montaña-, el desafío, porque deben recuperar la joya El Corazón del Halcón, y también su antagonista. Éste ahora es un arrogante guerrero llamado Jurgen el Brutal (Rory McCann), que en la historia virtual mató a los padres de Bravestone. A todo se suma el hecho de que Spencer tiene un nuevo avatar: Ming Fleetfoot (Awkwafina), una ladrona experta en cerraduras y cajas fuertes, y que regresa el piloto Jefferson "Seaplane" McDonough (Nick Jonas).

El juego no termina

Jumanji: el siguiente nivel llegó el pasado 13 de diciembre a Estados Unidos como una de las apuestas fílmicas de fin de año, cumpliendo con las expectativas: no solo desplazó del primer lugar de la taquilla norteamericana a Frozen 2, recaudando en su fin de semana de estreno US$59,3 millones, sino que además obtuvo la aprobación de la crítica, que ha destacado que mantiene el eje de la anterior agregando los elementos suficientes para reiniciar el interés en la saga.

"Esta continuación del filme de 2017 recupera su elenco de primera línea (Jack Black todavía es clave) para más travesuras de los avatares en el juego. Es el boleto clave para comprar si se está buscando una explosión cómica para disfrutar en vacaciones", afirmó en su crítica Peter Travers, de la revista Rolling Stone. A él se suma Mark Kermode, de The Guardian, quien aseguró que la cinta "mantiene las cosas en alto y muy animadas, gracias en gran parte a la introducción de dos personajes revitalizadores y contradictorios: dos viejos algo codiciosos y tramposos, cuyas quejas y dolores proporcionan un alegre contrapunto a la angustia adolescente que despidió la entrega anterior".

Y aunque suene un poco a spoiler, se puede revelar que su escena final deja abierta la posibilidad de una cuarta entrega. Algo que queda aún más claro en la crítica de Nell Minow, de Rogerebert.com, quien comenta: "Como todos los buenos videojuegos, en el final de éste hay una clara pista sobre el siguiente nivel para aquellos, como yo, que aún no están listos para decir Game Over".