Spotify, la plataforma de música en streaming más popular del mundo, pasó de tener 28 millones de usuarios en el planeta a un total de 113 en los últimos cuatro años. En tanto, la semana pasada fue la de mejores ventas para los discos de vinilo en el mercado estadounidense desde 1991, mientras que la piratería anota este año un descenso histórico a nivel global.
Son algunos de los datos y conclusiones que arrojan los actores de la industria fonográfica a fines de 2019, que terminan de configurar las tendencias de una década completa y de lo que viene para el futuro inmediato.
Streaming imparable
No es un dato tan sorprendente pero sí decidor de los hábitos del público durante los últimos diez años: el consumo de música a través de plataformas de streaming, la gran revolución de la industria en los 2010s -y su principal salvavidas- sigue al alza y sin síntomas de agotamiento. Según el Reporte Global 2019 de la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI), en promedio la población mundial destina 18 horas semanales a escuchar música, versus las 17.8 horas de 2018.
Un incremento claramente impulsado por el consumo digital, ya que un 89% de los encuestados -de 21 países distintos- aseguraron haber escuchado la música en una aplicación de este tipo.
El mismo estudio consigna que, del total del consumo de contenido musical vía streaming, un 47% corresponde a sitios de videos, frente a un 37% de servicios pagados de audio (y un 15% para plataformas gratuitas). No por nada, la semana pasada, Billboard, barómetro del éxito de la música anglo, anunció que a partir de 2020 empezará a medir las reproducciones de videos de Youtube -y otros servicios- para su tradicional ránking de álbumes.
El panorama actual genera cifras astronómicas: según la empresa Nielsen, sólo en Estados Unidos el mercado de la música en streaming superó por primera vez el "millón de millones" de reproducciones, en noviembre pasado (un alza del 30.9% frente a igual fecha de 2018).
La década de Spotify
La plataforma de música en streaming más popular del mundo, responsable de la caída del formato mp3, también alcanzó números históricos este año. Lanzada al mercado en 2011 -a Chile llegó en diciembre de 2013- con 1 millón de usuarios premium, la aplicación de origen sueco sumó otros 14 millones sólo doce meses después. Este 2019, en tanto, se convirtió en el primer servicio de su tipo en superar los 100 millones de usuarios pagados y en el último cuatrimestre totalizó 113 (248 millones contando a los suscriptores del plan básico).
Ya a comienzos de mes la compañía había revelado lo más escuchado durante la década: a nivel mundial, el canadiense Drake se impuso con más de 28 mil millones de reproducciones, mientras que Bad Bunny hizo lo propio entre los usuarios chilenos. Un triunfo para el género urbano -en su más amplia acepción- en la década del streaming.
El vinilo vuelve a girar
Si se trata de venta física de música, el formato estrella de la década es el vinilo, el viejo disco plástico que dominó el mercado durante buena parte del siglo XX que en los últimos años vive una resurrección. De hecho, la semana pasada -de acuerdo a Nielsen- se vendieron en EE.UU. 973.000 álbumes en este formato, cifra que no se daba desde 1991 (la misma semana hace un año se despacharon 905.000). El LP más vendido fue Fine line, del británico Harry Styles.
Ante este ritmo, la revista Rolling Stone proyecta que en 2020 la venta de vinilos sobrepasará por primera vez en el comercio físico a los CDs, que aún se venden pero a la baja año a año.
¿Piratería encallada?
La principal problemática de la industria a comienzos del siglo XXI hoy parece acercarse a la extinción: según el último informe de la Unión Europea, entre 2017 y 2018 la piratería cayó un 15%. Una baja especialmente pronunciada en la música, con un 32%, seguida de las películas (19%) y la TV (8%). En tanto, IFPI reportó un descenso histórico de 38% de la piratería a nivel global este año, frente a 2018, "aunque aún sigue siendo una amenaza para el ecosistema musical".