La tragedia sin fin de Cromañón
Con shows masivos, un cuestionado memorial y un himno interpretado por Kevin Johansen y Alejandro Lerner, hoy se recuerda el aniversario 15 del fatal incendio que enlutó a los argentinos y cambió la industria musical del país vecino.
Las zapatillas de lona colgando por los aires y las consignas de "justicia" son el recordatorio permanente de la tragedia de Cromañón, el fatal incendio ocurrido en la discotheque bonaerense del mismo nombre que hoy, en su aniversario número 15, vuelve a ser recordado por todos los argentinos.
El siniestro se sigue conmemorando como una de las mayores tragedias de las últimas décadas en el país vecino, con un saldo de 194 muertos, más de 1.400 heridos y un largo listado de errores humanos que desencadenaron los hechos de aquella noche en Bartolomé Mitre 3060, en el barrio Once.
El 30 de diciembre de 2004, ocho meses después de la inauguración de República de Cromañón, Callejeros, la misma banda que abrió el local en abril de ese año, realizaba un masivo recital en el lugar, un importante espacio para el nuevo rock trasandino y en manos de un famoso difusor del género en los años 80 y 90: el empresario Omar Chabán.
Eran cerca de las 23.00 horas de esa noche cuando una bengala cambiaría la historia de Chabán y de miles de personas: tras ser lanzada al aire dentro del recinto, en medio del espectáculo, comenzó un voraz incendio que en minutos se expandió frente a los cerca de 4 mil asistentes. El descontrol fue aún mayor cuando se percataron que la salida de emergencia estaba bloqueada, lo que aumentó el efecto de los gases tóxicos y asfixió a decenas de personas.
Desde entonces, familiares y amigos de las víctimas y heridos formaron diversos movimientos para buscar justicia, encabezando actos conmemorativos. Pero a 15 años del incidente, los tributos se multiplican y cobran mayor simbolismo.
El viernes pasado, por ejemplo, se lanzó una canción titulada "Sin quebrarse", escrita por Federico Claramut, sobreviviente del incendio. En ella participó un amplio contingente de músicos locales, como Kevin Johansen, Alejandro Lerner, Lito Vitale y Celeste Carballo. "'Sin quebrarse' describe en su letra algo que en estos 15 años nunca pudieron quitarnos: la voz", explica en un comunicado la agrupación No nos cuenten Cromañón.
La idea es que el videoclip de este tema se muestre en el masivo acto que se realizará hoy en la capital argentina, encabezado por el mismo grupo y que ya es parte de una tradición, siempre con el icónico Obelisco bonaerense como telón de fondo.
El jueves pasado, en tanto, la Municipalidad de Ituzaingó dedicó un homenaje a las víctimas, en especial a Cecilia Romieux (25) y Luis Zárate (21), que vivían en dicha localidad. El acto se hizo en una plaza que lleva por nombre Los Pibes de Cromañón, Ceci y Luis, inaugurada en 2017 en honor a ambos.
Al día siguiente se realizó la versión 13 del Festival por Los Pibes (y los sobrevivientes) en el "santuario" de Once, cercano a la discotheque, con bandas como La Covacha y La Perra que los Parió. Un concierto convocado por La Organización 30 de Diciembre.
"Hace 13 años nos animamos, por primera, a organizar el festival. A ponerle música a nuestro reclamo. Somos de la idea de que la mejor manera de reivindicar la vida de los pibes es haciendo las cosas que a ellos les gustaban", informaron en un comunicado.
Otro homenaje llegará de la mano de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, aunque marcado por cierta polémica: este año se confirmó que será instalado un memorial en un parque cercano al local incendiado, donde estarán grabados los nombres de las víctimas más un estanque, un faro de 25 metros de alto y un árbol ginkgo biloba, cuyo gasto total será de 21 millones de pesos argentinos. Pero la iniciativa fue rechazada por algunas agrupaciones de familiares. "No queremos ser parte de un gasto innecesario que se hará para hacer un monumento faraónico que no resuelve nada", comentó una representante de la organización Familias por la Vida.
En esa misma línea, el Movimiento Cromañón -también formado por familiares de las víctimas- ha pedido que el local, aún en manos de Rafael Levy -en libertad desde 2018 tras cumplir cuatro años y medio de cárcel- sea expropiado para "resguardar sus elementos testimoniales", explicaron.
El fondo no fisura
La envergadura de la tragedia de 2004 enlutó a toda Argentina y abrió un capítulo que para muchos no se ha cerrado. El saldo de muertos y heridos inició una investigación que con el correr de los años fue sumando más actores, en un hecho sin precedentes para la escena musical y la justicia trasandina.
Al bloqueo de la salida de emergencia se sumaron más irregularidades, luego de conocerse que los planos entregados a las autoridades de la ciudad no correspondían a la arquitectura del lugar, que la manguera de incendio no estaba en funcionamiento y que - para abaratar costos- los encargados de los primeros auxilios contratados por la producción no contaban con la preparación adecuada.
El recinto, además, recibió ese día más asistentes de su capacidad permitida: según la investigación, Cromañón estaba habilitado para unas mil personas y esa noche llegaron casi 4 mil. El lugar tampoco tenía certificación de bomberos y por ende debía estar clausurado.
El camino investigativo, por tanto, siguió otra ruta y los fiscales a cargo comenzaron a buscar todo tipo de responsabilidades. Entre ellas, las que le cabían a Chabán y Levy, a la propia banda Callejeros -por coproducir un evento sobrevendido-, a los inspectores de gobierno e incluso a los jefes policiales de la zona, acusados de recibir sobornos para no delatar las condiciones en que operaba la discotheque.
La extensa investigación terminó con 14 imputados, entre ellos Patricio Fontanet, cantante de Callejeros, condenado a siete años de cárcel. Actualmente está con libertad condicional, y formó una nueva banda, según consigna La Nación. Diego Argañaraz, mánager de la banda y cuya esposa murió en la tragedia, fue condenado a cinco años de prisión, pero cumplió dos tercios de la pena y quedó libre. Chabán fue condenado a 10 años y 9 meses y falleció en 2014 producto de un cáncer.
Caso aparte fue el de Eduardo Vázquez, baterista de Callejeros, quien luego de ser condenado como el resto de los músicos a cinco años de cárcel, fue objeto de otra acusación: el femicidio de su esposa, Wanda Taddei, lo que le costó la cadena perpetua. Incluso la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires inició un juicio político para destituir al entonces jefe de Gobierno Aníbal Ibarra, por su responsabilidad en la tragedia.
En cuanto a lo cultural, tras Cromañón se comenzó a cuestionar el modo de operar de los lugares de conciertos y muchos de estos fueron clausurados. Lo mismo con algunas tradiciones de los fans de grupos como Callejeros, y su uso de lienzos y bengalas.
Sobre la persona que originó el incendio casi nada se sabe. Sería parte del grupo de fanáticos apodados "El Fondo no fisura", pero -según consigna el diario La Nación- las lealtades dentro del bloque impidieron conocer más detalles e incluso si éste sobrevivió o no.
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