Hace poco más de un año y justo antes de su deceso, Malcom McCormick se encontraba trabajando en su sexto y último álbum de estudio. En ese tiempo, el rapero alcanzó a registrar el material suficiente para lo que sería, sin saberlo, su proyecto final.

En la cuenta oficial de Instagram de Mac Miller se puede leer un comunicado directo de sus familiares, en el que se destaca lo importante que era para él que el mundo oyera lo que tenía preparado: "una de las decisiones más difíciles es cómo dar a conocerlo -el disco- de mejor forma", aparece.

Mientras grababa los temas en 2018, Miller trabajó con el productor Jon Brion, quien se comprometió a terminar las canciones y acercar el sonido lo más posible a lo que él hubiese querido: "estamos eternamente agradecidos de Jon y de todas las personas que dieron lo mejor en el difícil y emocional trabajo de sacar adelante este proyecto", expresó la familia del artista.

Ambos  -Swimming y Circles- son discos complementarios que se mezclan en un solo concepto; Swimming in Circles, nadando en círculos. Los dos se refieren a la depresión y el tener que continuar con la vida en ese estado.

El productor, quien compartió horas de trabajo y amistad con Mac, contó en una entrevista reciente que cree que el álbum es una representación clara de alguien con ese tipo de problemas:  "que es gracioso e inteligente y trata de mirarlos de una forma crítica", analiza Jon Brion.

Un rapero versátil

Mac Miller durante su carrera tuvo una indiscutible evolución, pasó del rap a un canto más melódico, y agregó elementos propios del rock suave y el pop. En Circles son pocos los temas en los que se aprecia el estilo por el que se hizo conocido, acompañado de instrumentales y sonidos sintéticos que en conjunto lo transforman en un disco melancólico, tranquilo y emotivo.

Brion afirmó que el rapero no estaba seguro de esta nueva forma de expresarse: "siempre buscaba aprobación, pero sí la tuvo, sobre todo cuando pasábamos tiempo real e íntimo haciendo música", recuerda el productor que lo acompañó en su proceso creativo, quien también afirmó que "se enamoró de él" en un sentido honesto.

El disco comienza con con una canción de mismo nombre, es simple; solo un bajo, sutiles arreglos y voz acompañan el tema, que trata sobre la imposibilidad de cambiar la propia forma de ser. En "Woods", con un sonido nostálgico y misterioso, Mac Miller habla sobre terminar una relación y extrañar estar en pareja. "Good News", con la progresión de múltiples notas, toca la depresión, una temática recurrente en sus canciones.

Con respecto a las letras, en una nota publicada por The Guardian se lee que "cuando sus palabras le fallan, su voz se puede comunicar con el dolor de forma más efectiva", mientras que la según la página Pitchfork, "Circles le da una resolución y ayuda a terminar los pensamientos finales de Miller", aparece.

Hace un mes, el cantante y productor Pharrell Williams se refirió al trabajo del recordado artista: “quería que la gente supiera las capas y la profundidad de su potencial. La carrera de Mac era un baile delicado; trabajaba duro para deshacerse de las expectativas y dar lo máximo”, mencionó.