Mitad del tour de Reggatta de blanc (1979), el extraordinario segundo álbum que confirma a The Police como el canon a seguir en los 80. La gira es dura con 126 fechas durante ocho meses cubriendo cinco continentes. The Police ha descansado 20 días por las fiestas de fin de año tras recorrer Alemania e Inglaterra seguido de una larga estadía en Estados Unidos, fechas en Canadá y de regreso a Europa. Es la segunda vez en el tour que se presentan en esta sala de Hamburgo y el show se graba para el programa Rockpalast del canal público Westdeutscher Rundfunk, un clásico de la música rock en vivo al aire desde 1974 por donde han actuado leyendas como David Bowie, Radiohead y The Who, entre más de 250 artistas hasta hoy.
El arsenal instrumental ha crecido desde la última gira. Sting no solo canta y toca el bajo sino que opera sintetizadores mediante dos pedaleras Moog. El kit de Stewart Copeland se convierte en el sueño húmedo de los bateristas de los 80. La Tama Imperialstar se refuerza con una sección de octoban, un modelo de tom alargado de fibra de vidrio, uno de los símbolos de su sonido y estilo.
The Police entra con todo en una demoledora versión de "Next to you" del debut Outlandos d'Amour. La guitarra de Andy Summers también exhibe progresos capturando la atención. Esos destellos de texturas prístinas mediante acordes distintos, la elegancia bajo control alimentada de energía punk con una técnica exquisita.
Ese primer disco es el favorito de este show. Siete temas, la mitad del set (el registro excluye el segundo bis con "Born in the 50's") son de aquel título. La siguiente "So lonely", también del debut, adelanta una constante del show: el trío suelta los temas, los alarga, juega, improvisa. La versión muta de su furia rockera a pasajes de reggae perfectos para acusar de apropiación cultural al trío británico.
La guitarra en "Walking on the moon" podría ser un loop eterno, cristalino. Brilla espectacular mientras Sting activa sintetizadores con los pies. En el reinicio de la gira la voz le cuesta a ratos, en particular este tema, seguido de "Hole in my life" que crece enorme mientras serpentea con naturalidad rock & roll y jazz.
Párrafo aparte para "Deathwish", una de las nuevas en aquel tour. El despliegue rítmico es soberbio. La manera en que el trío se ensambla y revolotea en torno a un pulso de reggae que constantemente rehuye de la monotonía mediante el ingenio de la guitarra de Summers, la precisión del bajo de Sting, y las alternancias de Copeland con quirúrgicos fills en los octoban, son maestría pura y una escuela que más tarde exploró Primus aunque sin esta frescura. La canción se torna elástica y Sting aprovecha de hacer una cita a Bo Diddley, que por aquel entonces gozaba de las reverencias de una segunda generación de músicos británicos tras la declarada admiración de The Rolling Stones en los 60.
"Fall out" resuena demasiado estándar para una banda que presagiaba el futuro. "Bring on the night" retoma ese gusto, una nueva demostración sobre dar un giro a la base reggae y desafiar su enfoque con Summers enhebrando figuras poco ortodoxas. "Visions of the night" es una completa rareza. No pertenece a ningún álbum, fue lado B de "Walking on the moon" y es la única composición de The Police donde aparecen Andy Summers y el guitarrista original Henry Padovani. Fue grabada originalmente en 1977 bajo la producción de John Cale. No habría desentonado en el primer disco.
"The bed's too big without you" se alarga psicodélica con resonancias cariocas gracias a un arreglo de batería que se centra en la prodigiosa muñeca derecha de Copeland. "Peanuts" es otra demostración de por qué con ese baterista no había necesidad de solos.
Rematan con "Roxanne" y su magia del tiempo desplazado que enciende al público, "Can't stand losing you" con fenomenal pase a "Reggatta de blanc" mediante esos acordes en cascada que marcaron a los guitarristas de la década, con breve cita al clásico "Day O (Banana boat song)" de Harry Belafonte. El cierre llega con "Message in a bottle", de las nuevas de la gira, un futuro clásico.
The Police siguió recorriendo el mundo incansable los siguientes cuatro años. En diciembre de 1980 hicieron tres fechas en Argentina en plena dictadura. Nosotros tuvimos que esperar otros dos años para las históricas noches en el festival de Viña cuando la mejor banda del mundo se atrevió a tocar bajo el Chile de Pinochet.
The Police, 11 de enero 1980. Markthalle, Hamburgo, Alemania.