Una pareja se detiene y toma una fotografía. Más allá, un joven captura con su teléfono una de las imágenes de las paredes del GAM. Los muros externos del centro cultural parecen un museo a cielo abierto. Murales, afiches, objetos e instalaciones cubren su fachada. De la rabia a la sátira y el humor, son una excepcional expresión gráfica de las manifestaciones callejeras. En un momento, en GAM evaluaron convertirlo en una vitrina permanente. "Lo hemos investigado y es muy complejo, por eso decidimos hacer un registro fotográfico y audiovisual", cuenta el director ejecutivo, Felipe Mella.
Próximo a la Zona Cero, el centro cultural se ha visto tocado directamente por las movilizaciones. Tras permanecer cerrado durante ocho días en octubre, modificaron su programación y promovieron encuentros y diálogos con el público. Fueron escenario de un concierto gratuito de Manuel García y entre sus paredes se instalaron la Cruz Roja y el Instituto de Derechos Humanos.
Felipe Mella espera extender esa conexión ciudadana este año: "Decidimos alinearnos con lo que está sucediendo y tratamos de generar una programación que dialogara con lo que está pasando", dice. Además, "vamos a tener temporadas con bajo costo para que la gente pueda venir al GAM", agrega.
En sus 10 años, fecha que se cumple en septiembre, el centro cultural exhibe sus cifras con orgullo: 11 millones de visitas y un 70% de sus butacas ocupadas en promedio, así como 7.600 funciones de artes visuales y presentaciones fuera de Santiago. Pero en los tres últimos meses han contado también números ingratos: 17 bombas lacrimógenas en el techo del edificio, cuatro amagos de incendios en las obras de la segunda etapa y baja en los arriendos de espacios. Eventualmente, si la situación se mantiene, el décimo aniversario podría dar lugar a su año más difícil.
Con un presupuesto anual de $ 4.300 millones, GAM recibe un aporte de 70 % de recursos públicos ($ 3.000 millones) y gestiona el 30% restante. Desde octubre, esa gestión propia se ha vuelto cuesta arriba.
"En 2019 no nos vamos a ver afectados, porque teníamos saldos positivos, por lo que no se va a notar. Pero si esta situación se mantiene, el próximo año tendremos problemas", dice Mella. "Hemos tenido que subvencionar a nuestros locatarios que arriendan espacios en GAM, como el restaurante, la cafetería, el BBVinos, la librería, porque o los subvencionábamos o se tenían que ir. Y preferimos mantenerlos aquí. Además, desde el 18 octubre nos bajaron la mayor cantidad de los arriendos comerciales, de la gente que viene porque quiere hacer un seminario o una feria. Y eso para nosotros es algo complejo. Si el 2020 se mantiene así, nos va a afectar mucho. Y eso lo hemos comunicado al Ministerio de Culturas", agrega.
El año 2020 no parece que la economía viva un repunte. ¿Cómo lo enfrentarán?
Estamos con alerta. Igual nuestros clientes más grandes, la Semana de la Madera, el Servel, tienen reservadas sus fechas. Pero hay muchos más chiquitos que no quieren hacerlo acá. Por eso estamos desarrollando un plan comercial más agresivo, vamos a buscar nuevos clientes. Sabemos que es difícil, porque convencer a alguien que va a Espacio Riesco para que venga acá… Oye, estái en la Zona Cero. Y también estamos viendo la posibilidad de ampliar y salir a vender proyectos.
Nuevos recursos
Pese a las dificultades y los momentos de conflicto, el director ejecutivo dice que han mantenido buena relación con los manifestantes. "El GAM es un aliado de la calle. Estamos en medio de las manifestaciones, dialogando con lo que está pasando", afirma.
Más tensa acaso ha sido la relación con Carabineros. "Ellos nos han apoyado y en momentos hemos tenido diferencias. Eso se lo he comentado al directorio y a la ministra (de Culturas), que era necesario que Carabineros entendiera lo que estaba pasando aquí, porque había diferencias con la gente de la Cruz Roja. Sí reconozco que en algunos momentos sentimos preocupación porque encontramos más de 17 bombas lacrimógenas en el techo del GAM", asegura.
Uno de los episodios más duros fueron los amagos de incendios que afectaron las obras de la segunda etapa del GAM. Anunciada por la ex Presidenta Michelle Bachelet en 2014, tenía como fecha de entrega original 2017. Luego de una serie de tropiezos y una nueva licitación, la fecha tentativa de apertura sería en dos años más.
"Estamos a la espera de una decisión política para retomar el proyecto. Según el cronograma del MOP, si le dan el vamos, debería retomarse a finales de marzo. El presupuesto para este año ya existe, está pendiente el 2021 y 2022, que es el tope de construcción", dice.
Con ese calendario, "la fecha de entrega es el primer semestre de 2022".
El presupuesto original era de $ 41 mil millones, ¿cuánto varió?
No tengo la cifra exacta, pero evidentemente será más caro, el presupuesto ha aumentado. Esto se presupuestó el 2015. Pero tampoco es tanta la modificación, porque se han hecho cambios al interior del proyecto, se han dejado cosas fuera para no encarecerlo más. Pero sí aumentará.
¿Con la nueva sala, aumentarían también los recursos públicos destinados al GAM?
Sí, siempre le planteamos a Cultura y a Presidencia que si se está haciendo una inversión tan importante como esta, el Estado se tiene que hacer cargo como mínimo de la administración y operación de ese espacio. El resto será un compromiso nuestro.
GAM ya recibe $ 3.000 millones en recursos públicos, ¿de cuánto más debería ser ese aporte?
Por lo menos, la base mínima, $ 2.300 millones más. Pensemos que este espacio tiene 21 mil metros cuadrados y se van a sumar 17 mil más: casi 40 mil metros cuadrados en total. Es realmente gigante.