Con casi dos horas de retraso, Ricky Martin aterrizó en Santiago cerca del mediodía. Y quizás anticipando lo que será su show de mañana en la Quinta Vergara, que abre la versión más tensa en los años del evento, el músico se mostró entusiasta con el grupo de seguidoras que lo esperaba. Al bajar del avión privado que lo trajo desde Colombia, primero saludó a lo lejos y luego decidió acercarse un instante a la veintena de fanáticas que aguardaban por su arribo desde temprano, con globos, regalos y hasta un corpóreo alusivo a su sencillo lanzado el mes pasado, "Tiburones".
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"Vamos a pasarlo bien, estoy feliz de estar en este maravilloso país, es como estar en casa, es lindo", señaló. "¡Te quiero mucho, Chile! Voy a dejar mi alma en el escenario, ya verán", agregó, antes de abordar la van que lo llevaría a Viña del Mar.
Más tarde, en la Ciudad Jardín, posterior al turno del cantante Pedro Capó (el tercer nombre de la jornada inaugural), Stefan Kramer se presentó ante los medios, dando luces de su rutina de esta noche. Aunque confirmó que mostrará un material similar al de sus últimas presentaciones en vivo, el comediante detalló que su preparación estuvo salpicada por el contexto del país.
"Fue una instancia para decir: 'Sería bonito o interesante hacer algo dedicado en esta ocasión, abordar la parte profunda del estallido social, visibilizar las demandas, estar con la gente'". Previo a su tercera vez en el evento, el cómico también adelantó que hará "la imitación a algún político que no se ha visto antes", junto con señalar que "siempre voy a estar dispuesto a escuchar críticas o si le gustó o no le gustó, pero es mi trabajo y en ese sentido siempre me ha gustado hacer trabajos a la medida y en esta ocasión me la quise jugar".
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