En sintonía con el descontento popular, Mon Laferte apoyó el estallido social desde el primer minuto. Sus declaraciones contra Sebastián Piñera en las redes, donde alrededor de seis millones de personas la siguen entre Instagram, Facebook y Twitter, fueron viralizadas y luego republicadas en medios. Mensajes como "que sepa el mundo que eres un dictador" o "tiene que pagar todas las violaciones a los Derechos Humanos", establecieron con firmeza su postura contraria a la represión que se vive en las calles desde el 18 de octubre.
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Apenas llegó a Chile, la cantautora radicada en México hizo sentir su presencia. Salió a protestar como una más entre la multitud congregada en Plaza de la Dignidad, sorprendió actuando sin previo aviso en la población Los Nogales de Estación Central y participó del cover de "El derecho de vivir en paz" de Víctor Jara firmado por Roberto Márquez, Francisca Valenzuela, Camila Moreno y La Moral Distraída, entre muchos otros músicos locales de renombre.
Tampoco dejó de pensar en la situación del país cuando tuvo que viajar a los Grammy Latinos. "Me siento como la mierda viendo cómo en Chile se llevan detenidos a los niños", tuiteó indignada desde Los Ángeles, California, tras la detención de unos menores de edad en Villa Alemana. Antes de la ceremonia, frente a cientos de reporteros gráficos, expresó la rabia que sentía a través de su cuerpo y mostró su pecho desnudo con un mensaje escrito: "En Chile torturan, violan y matan". La imagen, que ya es parte de nuestra cultura pop, dio la vuelta al globo y la BBC la incluyó en su lista anual de artistas que cambiaron el mundo.
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Cada vez que los focos se posaron en ella, Mon Laferte dijo algo respecto al estallido. La obtención del gramófono a Mejor Álbum de Música Alternativa, por su disco Norma, fue usada como una oportunidad para leer las ya célebres décimas de la folclorista y payadora La Chinganera que empiezan con la punzante línea "Chile, me dueles por dentro". Luego, entrevistada por la cadena Univisión, afirmó que había montajes policiales y militares en los incendios que llenaban las pautas informativas con noticias sobre violencia en las calles. Sus declaraciones causaron revuelo a nivel nacional, con Carabineros anunciando medidas legales y el hashtag #EstoyConMon llenando celulares con videos de malas prácticas de la institución.
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Y la rebeldía se hizo perreo
Con el estallido social en el primer plano de su mente, era de esperar que Mon Laferte hiciera una canción al respecto. Evocando en su portada la protesta de los Grammy, con una fotografía en la que se nota con mayor detalle el pañuelo verde que llevó a favor del aborto libre, "Plata ta tá" apareció a comienzos de diciembre y expuso, desde una perspectiva latinoamericanista, el sentir que movilizó al país. "Los de siempre quieren plata/ Tienen el culo forraíto la' rata'", dicen las primeras líneas que canta, salidas de su puño y letra. El mensaje resonó aquí y en otras latitudes: a las cuatro horas de su estreno, el tema ya tenía un millón de visitas en YouTube.
https://www.youtube.com/watch?v=tAcJhezQz7E
Formulado en clave reggaetonera, "Plata ta tá" es la primera incursión urbana de la viñamarina. Inclinarse por un ritmo que todavía es mirado en menos por los apóstoles del buen gusto fue una decisión cuestionada en algunos sectores, pero lo cierto es que cada vez más figuras del pop latino, finalmente el espectro al que ella pertenece, recurren al ritmo perfeccionado en los caseríos de San Juan como una herramienta más. En su caso, hacer reggaeton es una nueva muestra de la apertura musical que ha exhibido a lo largo de su carrera post Rojo. Y, por qué no admitirlo también, su timing fue perfecto tras las movilizaciones en Puerto Rico que volvieron a conectar al género con la esencia subversiva de sus primeros días, cuando era llamado underground por los boricuas y sus pioneros eran perseguidos por la policía.
Acertada en su lectura de las tendencias musicales, e implacable en su lógica para elegir recursos estéticos, Mon Laferte articula en "Plata ta tá" un discurso contingente y dirigido a todos los indignados valiéndose del estilo más actual y masivo posible. Abiertamente, la canción busca interpretar a las millones de personas que, desde las más diversas veredas de la vida, salen a las calles a marchar: "Somos caleta, más que los paco'/ Somos más choro', peleamos sin guanaco".
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Por si los haters, poco antes del lanzamiento la cantante aclaró que no daba ningún paso calculando posibles beneficios: "Nada de lo que hago es por una pose, yo no sé hacer eso. Todo lo que sale de mí es auténtico y estoy dolida y preocupada por mi país".
Invitado en la canción, el reggaetonero puertorriqueño Guaynaa, quien pocos meses antes se codeó el remix de su hit "Rebota" con algunos de los más exitosos artistas urbanos, dejando a Mon Laferte a un grado de separación de gente como Nicky Jam o Farruko. En el video, grabado en Pachuca, México, la presencia de Yalitza Aparicio, la inolvidable Cleo de Roma, con el brazo alzado en gesto victorioso llevando un pañuelo verde, corona un festín audiovisual de colores, bailes y vestuarios que apelan al espíritu contestatario de alegría rebelde visto en las calles de Chile y Latinoamérica.
https://culto.latercera.com/2019/01/24/yalitza-roma-oscar/
La acción parte con cacerolazos y luego los significados van acumulándose a medida que se rozan problemáticas que van desde el conflicto mapuche hasta las pensiones de miseria, pasando por la lucha feminista, los bajos sueldos y la ilegalidad de la marihuana. En el petitorio bailable de Mon Laferte hay un espacio para cada demanda social.
https://open.spotify.com/track/0937IXPkSlckRCq1WoHSEl?si=uw2g2yITSwuRI1mg49Af9Q
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