A fines de la década de los ochenta e inicios de los noventa la balada romántica latinoamericana había entrado en un receso o decadencia. Luego de un dominio sucesivo en la producción del estilo que se había desplazado a través de Europa, primero instalada en la Francia de Gilbert Bécaud y Charles Aznavour, donde una orquesta similar a la del bolero de Agustín Lara apoyaba a un crooner de music hall, luego a la Italia de San Remo con intérpretes como Nicola di Bari o el primer Gianni Bella, aportando fundamentalmente con la "construcción progresiva" que hacía que los temas tuvieran un crescendo en intensidad instrumental y de voz, y posteriormente a la España del Torrelaguna Sound con baladistas como Julio Iglesias y José Luis Perales, la última estación o parada resultó el México de Luis Miguel o Yuri o Daniela Romo.
A continuación de eso llegó el éxito universal de la "Conga" de Miami Sound Machine, en 1985, que cortó medio millón de copias de acuerdo con la RIAA (Recording Industry Association of America) solo en los Estados Unidos y significó el matrimonio entre lo latino y la industria floridense en los Estados Unidos. Y ahí Emilio Estefan y sus numerosos asistentes y productores, compositores y letristas asociados dieron origen al estilo que sucedería por un más de una década a las baladas, el Latin Pop, tal como hace notar el musicólogo chileno Daniel Party en su tesis doctoral sobre ambos géneros, "Bolero and Balada as the guilty pleasures of Latin American Pop", por la Universidad de Pennsylvania en 2006.
No solo hay que hablar de una decadencia de la balada, sino que también de que el Latin Pop, abría nuevas líneas de fuerza y un sinnúmero de nuevas potenciales exploraciones. Los índices de ventas del Billboard de la música, llamados hoy Hot Latin Songs, se habían estrenado solo un año después de "Conga", en 1986, y los Premios Lo Nuestro, un poco más tardíamente en 1989, comandados por Univisión.
En ese contexto de productores latinos, charts y premios, dos figuras femeninas que habían estado desarrollando desde antes sus carreras: Vikki Carr, de origen mexicano, pero nacida en los Estados Unidos (El Paso) y que había migrado con éxito a las canciones románticas en castellano con hits como "Discúlpame", y Ana Gabriel, la intérprete y compositora mexicana que había alcanzado el tercer puesto de la OTI con "Ay amor" en 1987, se confabularon para realizar uno de los éxitos imperecederos de la canción romántica, "Cosas del amor".
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Vikki Carr y Ana Gabriel.[/caption]
Uniendo fuerzas
Como se sabe, "Cosas del amor" es una canción a dos voces en que dos mujeres sostienen un diálogo acerca del engaño, el abandono y el desamor, donde una de ellas, Gabriel, es víctima del dolor, mientras que la otra, Carr, la consuela y le da consejos, mientras no solo sus voces y timbres se alternan significativamente, sino que queda claro para la audiencia que cada una de ellas, o sus "impersonaciones", esto es, los personajes que dentro del tema representan, manifiesta un temperamento y un temple de ánimo diferente.
Ana Gabriel: "Amiga, tengo el corazón herido / El hombre que yo quiero se me va / Lo estoy perdiendo, estoy sufriendo / Llorando de impotencia, no puedo retenerlo".
Vikki Carr: "Amiga mientras quede una esperanza / Tú tienes que luchar por ese amor / Si él es el hombre de tu vida / No te des nunca por vencida, que vale / Todo si se lucha por amor".
Ana Gabriel: "¿Cómo puedo hacer?".
Vikki Carr: "Entrega todo".
Ana Gabriel: "Todo se lo di".
Vikki Carr: "Inventa un modo".
Ana Gabriel: "No es posible que se pueda querer más".
Vikki Carr: "Pensando así lo perderás".
Si bien no se trataba del primer dueto en la historia de las canciones románticas, el tema introdujo al menos dos tendencias que se desarrollarían en los años posteriores: el de las canciones dialogadas y ya no solo monológicas, como hacen notar el propio Daniel Party en tándem con Andrés Kalawski en un paper reciente, "Escenas contra la soledad: el diálogo en los duetos pop", publicado por la novísima revista académica "Contrapulso" de la Universidad Alberto Hurtado en enero 2020; y el de los duetos que luego devendrían en los feat., tan caros a la industria musical urbana actual.
"Cosas del amor", que a la postre alcanzaría el Top 1 en el Billboard Top Latin Songs a finales de agosto de 1991 y se haría del Premio Lo Nuestro a la Canción Pop del Año en 1992 superando a estrellas como Camilo Sesto ("Amor Mío, ¿Qué Me Has Hecho?") , Ricardo Montaner ("Déjame Llorar"), los Bukis ("Mi Deseo") y Daniela Romo ("Todo, Todo, Todo"), no solo significó la confluencia de estas dos divas femeninas del pop latino, sino que también la de un par de compositores / productores que -tras bambalinas- habían ayudado a orquestar todo: Roberto Livi y Rudy Pérez.
Livi, que había nacido como Ramón Roberto de Ciria en Buenos Aires en 1942 (y fallecería a inicios del pasado 2019), había trabajado inicialmente como coreógrafo en Brasil sin mucho éxito, pero tras congeniarse con Julio Iglesias para su disco superventas El Amor, el del recordado sillón de mimbre del que hasta hoy se encuentran imitaciones en Chimbarongo, logró introducirse como compositor y productor consiguiendo una tracalada de éxitos de la mano de figuras como Roberto Carlos ("Si el amor se va"), José José ("Cuarenta y Veinte"), Rocío Dúrcal ("Vestida de blanco") o el mismísimo Raphael ("Toco madera").
Rudy Pérez, por su parte, había trabajado en sus inicios como mandadero dentro de la troupe de Emilio Estefan y Miami Sound Studios, y más tarde se transformaría en uno de los productores más codiciados para las y los artistas latinos con intenciones de universalización. Aunque no solo para ellas y ellos, pues bajo su égida se pueden encontrar también a estrellas como Westlife, Christina Aguilera, Michael Bolton o Beyoncé. Produciendo más de setenta álbumes y logrando el reconocimiento de Productor de la Década 2010 entregado por el Billboard.
Las sinergias de estas cuatro fuerzas creativas: Gabriel, Carr, Livi y Pérez, consiguieron, de este modo, adelantarse a todos los duetos y feat. que con posterioridad se transformarían en la norma actual de elaboración del pop, desde "Colgando en tus manos" (Carlos Baute y Marta Sánchez) hasta "Tusa" (Karol G y Nicki Minaj). De hecho, este último tema puede considerarse la respuesta millennial a "Cosas del amor", donde se puede observar, en la manera como estas dos últimas artistas enfrentan el diálogo del desamor, el modo como las representaciones de la fidelidad, la infidelidad, el empoderamiento de la mujer y los roles de género han mutado significativamente hacia la época contemporánea (inicios de los 2020).
"Cosas del amor", queda así, como indican Party & Kalawski (2020), como un registro de una era en que la balada estaba retrocediendo, el Latin Pop ascendiendo y las prácticas de producción confeccionaban no solo un nuevo estilo de música latina, sino que toda una manera cultural masiva de experimentar el romance y las rupturas que perdurará como una puesta en escena en miles de karaokes en Latinoamérica cada vez que un dueto de mujeres se suba a cantar alternadamente, "¿Cómo puedo hacer?" / "Entrega todo".
https://www.youtube.com/watch?v=MKybQF-PdfE