Se conocieron en 1923, poco después de la publicación de Crepusculario.

Olga Margarita Bustos quedó impresionada con los poemas del primer libro de Pablo Neruda, y el editor Carlos Nascimento los contactó. El poeta le dedicó el libro: "A Olga Margarita, en el tiempo de las violetas", y fue a comprar un ramo de flores para ella. De ese modo nació una relación entre ambos que se extendió por cerca de un año, en la época en que Neruda preparaba su libro más popular: Veinte poemas de amor y una canción desesperada.

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Primera edición de Veinte poemas dedicada a Gabriel García Márquez en París, en 1971.[/caption]

Diez años después, Neruda le escribía a Olga desde Buenos Aires: "Me acuerdo de tu pelo, de tus pies, de tu boca, me quitas el sueño...", y le enviaba una fotografía firmada, "a la loca de Olga, a la piel de Olga, al corazón de Olga".

Desconocida por la biografía oficial del poeta durante años, la relación entre Neruda y Olga Margarita Bustos fue descubierta por el español Santiago Vivanco, uno de los mayores coleccionistas de Neruda.

Fundador del Museo del Vino en La Rioja, Vivanco adquirió las fotografías, cartas y poemas que documentan el romance.

El próximo 19 de marzo, ese acervo junto a cientos de manuscritos, fotografías, documentos y primeras ediciones que integran su Archivo Neruda, saldrá a subasta en la galería La Suite de Barcelona.

Poeta y coleccionista también de arte contemporáneo, Vivanco comenzó a leer a Neruda en su juventud y se apasionó con su obra y su figura. "He conocido la historia de Chile y América Latina gracias a Neruda. Su relación con los movimientos sociales, su exilio, su vínculo con los poetas españoles, franceses, mexicanos, me fascinó", cuenta a Culto.

De esta manera, comenzó a formar su colección hace 25 años. En ella se encuentra una veintena de poemas manuscritos, cartas, primeras ediciones dedicadas a escritores y amigos, correspondencia inédita y un centenar de fotos. En total, unos 600 objetos. La colección se subastará en un solo lote con un valor de partida de 650 mil euros (unos 712 mil dólares).

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Una de las fotos de la colección: Neruda - a la derecha- con bigote junto a su familia.[/caption]

Santiago Vivanco ha visitado Chile en numerosas ocasiones. En 2013 donó una escultura de Neruda a Puerto Saavedra, el poblado donde el poeta conoció el mar y uno de los sitios que están en el origen de su poesía.

Muchos de los elementos que integran la colección provienen de nuestro país. Amigo de coleccionistas y nerudianos locales como Nurieldín Hermosilla, César Soto y Hernán Loyola, Vivanco cuenta que todos ellos le ayudaron en la formación de su archivo.

Ahora, dice, le gustaría que este patrimonio retorne al país. "Mi labor ha terminado. Es tiempo de que lo adquiera ojalá una institución pública y que lo difunda. Ojalá volviese a Chile", dice.

Desde ya, cuenta que la embajada de Chile en Madrid pidió el catálogo de la subasta. En la Fundación Neruda, en tanto, estudian la colección.

Desde el Ministerio de las Culturas confirmaron ayer el interés en el archivo: "Estudiaremos la posibilidad de adquirir esta colección debido a su relevancia y a la oportunidad que tendríamos como Estado, de recuperar este importante patrimonio de nuestros Premio Nobel", declararon.

Entre las mejores del mundo Entre los numerosos materiales que integran la colección, Santiago Vivanco destaca "las cartas, los manuscritos, las primeras ediciones, los libros y plaquettes que regaló a sus amigos: a Volodia Teitelboim, Miguel Angel Asturias o a Salvador Allende".

En el conjunto se encuentra una primera edición de los Veinte poemas que Gabriel García Márquez compró a un librero en París en 1971, y que llevó a Neruda, entonces embajador en Francia. "Para Gabriel García Márquez. Querido amigo, con mis felicitaciones por este 'hallazgo' de hace casi 50 años y que ni yo tengo", escribió el poeta.

La correspondencia inédita con su hermana Laura Reyes es otro de los puntos valiosos. A menudo redactadas por sus esposas María Antonieta Hagenaar, Delia del Carril y Matilde Urrutia desde España, Francia o Moscú, entre otros sitios, las cartas suelen llevar la firma del poeta: "Te abraza tu hermano, Pablo". En este grupo se encuentra una pieza inusual: una postal de 1928 dirigida a su padre, José del Carmen Reyes, con quien mantuvo una relación delineada por la frialdad: "Papá: Esta tarjeta con el sincero saludo de su hijo Neftalí".

Bernardo Reyes, sobrino nieto de Neruda, conoce a Vivanco. "Es el mayor coleccionista de Neruda en España", dice. A su vez, Nurieldín Hermosilla resalta que se trata de "una de las mejores colecciones del mundo, casi al mismo nivel que la de la Universidad de Chile. Ojalá que el Estado se interesa en ella".

César Soto valora los manuscritos y las ediciones históricas de Versos del Capitán, Canto General y Veinte poemas, así como las cartas y documentos que "hacen de esta una colección importante, única y valiosa", que debería ser adquirida por una institución.

"Es la colección de un poeta hecha por otro poeta que tiene un conocimiento profundo de su obra", añade.

Para Vivanco, el acervo tiene un valor emocional también. "He sido nerudiano toda mi vida. Puse tanto tiempo y pasión en ella. Neruda es un poeta que me influyó tanto que cuando conocí su tumba en Isla Negra, lloré. Mi hija se llama Marina en homenaje a su hija, Malva Marina", relata.

Figura cuestionada hoy desde el feminismo por su relación con las mujeres, Vivanco cree que los aspectos poco luminosos de su vida no opacan la creación de Neruda: "Nos dejó una obra inmensa, es el poeta del amor en todas las lenguas", afirma.