Sala Claudio Arrau, salón Ramón Vinay, sala La Capilla, salón Azul. Hasta el día de ayer, el Teatro Municipal era una colección de honorables espacios sin alusiones femeninas, singular paradoja para un coliseo de ópera, el territorio donde la mujer suele ser el epicentro de todo. En Chile, antes de Cristina Gallardo-Domâs y Verónica Villarroel, la gran soprano fue Claudia Parada (1931-2016), clásica intérprete de la Scala de Milán, que desde ayer presta su nombre a uno de los salones del Municipal, en Santiago de Chile.
La inauguración de la sala Claudia Parada, ex salón Azul, contó con la asistencia de la soprano Verónica Villarroel y de la gestora cultural Maritza Parada (hermana de la cantante Claudia Parada), pero además se inscribe en un mes donde todas las visitas guiadas al teatro aludirán a la mujer. Desde el 17 de noviembre, la dirección del Municipal está en manos además de Carmen Gloria Larenas (1968), ex directora artística del Teatro del Lago de Frutillar, periodista y ex bailarina del Ballet de Santiago en los años 80 y 90.
"La gente no lo sabe mucho, pero en el Teatro Municipal se firmó el proyecto de ley que en 1949 permitió el voto a las mujeres", enfatiza Larenas. El principal evento musical con cara femenina de marzo es Carmen, el ballet con coreografía de Marcia Haydée que se presentará desde el 21 de este mes. Antes, sin embargo, la temporada de conciertos ya arrancó el viernes pasado a las 19 horas, con la Cantata Alexander Nevsky de Prokofiev dirigida por Juan Pablo Izquierdo.
¿Por qué se decidió comenzar un viernes, día complejo desde el inicio del estallido social?
Es verdad que el año pasado debimos modificar los horarios debido a las circunstancias. Aun así, en esta oportunidad recibimos las inquietudes y las sugerencias de nuestro público y, en ese contexto, nos pareció que una buena señal era darles seguridad y certeza. Eso significa respetar de la mejor manera posible los horarios y los días que están impresos en el libro de programación anual. Aun así , es un hecho que las ventas de los días viernes han bajado con respecto al fin de semana e incluso a los días de semana. Hemos implementado medidas para paliar aquello, con incentivos especiales para comprar ese día.
¿Cuáles son los incentivos?
Hay descuentos especiales, accesos preferenciales e iniciativas para que instituciones y organizaciones, entre ellas colegios, puedan asistir gratis. Esto último siempre y cuando sea financieramente viable.
¿Han bajado mucho los abonos?
Partimos con una venta muy fuerte cuando lanzamos la temporada a inicios de octubre del 2019, pero tras el 18 de ese mismo mes comenzó a notarse una baja. Lo que sí hemos notado es que el público tiende cada vez más a comprar boletos individuales, en desmedro del abono. Eso es parte de una tendencia mundial. En Estados Unidos lo denominan el single ticket, que es el que compran quienes tienen un calendario de actividades muy dinámico y no van a estar todo el año disponibles para la temporada entera. Queremos reforzar ese tipo de ventas. Eso no significa que no queramos recuperar al público que no ha renovado sus abonos.
¿Están preparados para enfrentar el año en términos financieros?
Bueno, venimos de un año 2019 complicadísimo. Hubo un plan encabezado por el alcalde Felipe Alessandri y el directorio para mejorar económicamente al teatro. Hubo donaciones de empresas y particulares para subsanar parte de los 7 mil millones de pesos en deudas, se han traído nuevos auspiciadores y el departamento comercial estudia cómo aprovechar mejor el espacio y arrendar para los espectáculos que sean pertinentes. Pero lo que me tiene más feliz es que los sindicatos parecen comprender la situación financiera del Teatro Municipal y han aportado con iniciativas e ideas. De hecho, dos sindicatos técnicos nos acaban de decir que buscarán traer soluciones para las instalaciones de la sala de ballet y el taller escenográfico. Es muy importante estar unidos, porque de lo contrario es difícil salir adelante en un año 2020 que es ultradesafiante por muchas razones, desde la agitación social del país hasta el mismo coronavirus.
Este año no hay muchos artistas extranjeros invitados, ¿Eso tiene que ver con la situación económica del Teatro?
La temporada 2020 fue definida hace meses y comunicada en octubre pasado. Y como toda temporada, esta refleja un equilibrio general que responde a varios factores. Hay años en que efectivamente, hay menos artistas invitados, por diferentes razones y es muy probable que entre éstas encontremos que artistas chilenos fueron los escogidos para asumir todos esos desafíos. Y eso es una buena noticia. Cada año es diferente y cada temporada un universo.
¿Se ha reducido la deuda que existía de siete mil millones?
Poco a poco estamos tratando de disminuir esa deuda y esperamos poder llegar al 2021 en condiciones económicas equilibradas, sanas y estables.
¿Volvieron antiguos auspiciadores (Banco Santander, Falabella)?
No como auspiciadores oficiales. Tampoco podría decir que hemos ido tras ellos imponiéndonos la obligación de que vuelvan. La verdad es que es un trabajo de a poco, uno a uno. Tenemos ahora también otros excelentes auspiciadores como BCI o AES Gener, por nombrar sólo dos.
¿Cuál es la postura del Municipal en relación a manifestaciones de los trabajadores en un año marcado por la contingencia?
Creo que todas las opiniones son respetables, pero también son a título personal, incluyendo la mía. En ese sentido, mi rol es institucional y mi deber es acoger todas las expresiones que se pueden dar entre los trabajadores del teatro. Dicho esto, creo que también hay que respetar a quien paga una entrada y desea ver una ópera, ballet o concierto. En general creo que una manifestación de carácter político dentro del escenario provoca rechazo entre el público asistente. Esto lo hablé el año pasado con el sindicato.
¿Hay algún protocolo para enfrentar el coronavirus?
Desde este viernes 6 de marzo hemos instalado máquinas de alcohol gel en las distintas salas del teatro y en otras partes también. Estamos tratando de tomar todas las medidas necesarias. Esperamos no llegar al extremo de tener que cerrar las puertas del Teatro Municipal. Es un escenario que hemos considerado junto al gerente general Leonardo Pozo, pero ojalá que no sea necesario. Sería muy complicado para nosotros desde el punto de vista financiero.