Tras semanas de rumores y pese al optimismo declarado por sus organizadores, el Lollapalooza chileno se mueve hasta ahora para fin de año. La misma producción habría solicitado al gobierno dar de baja el evento ante la amenaza del coronavirus, según informó ayer el ministro de Salud, Jaime Mañalich. Frente a este panorama, el mayor festival del país -programado para el 27, 28 y 29 de marzo- busca nueva fecha y noviembre sería la primera opción.
"Los organizadores de Lollapalooza nos han pedido suspender esta actividad, nosotros estamos de acuerdo con esta suspensión", señaló Mañalich, consultado sobre el tema en un punto de prensa en La Moneda, donde aseguró que su cartera llegó a "un acuerdo" con los encargados de la cita.
Estos últimos (la productora Lotus) trabajan para conservar a la mayoría de los artistas anunciados -aunque fuentes de la industria aclaran que "es muy difícil" que se mantenga todo, debido a la envergadura de una cita que tenía 116 invitados- y se espera que hoy oficialicen las nuevas coordenadas del espectáculo, en conjunto con sus pares de Argentina y Brasil.
Exceptuando lo ocurrido en 2018 con la tercera jornada del Lollapalooza transandino, cancelada por lluvias, es la primera vez que se caen las tres ediciones sudamericanas del evento. "Ante este hecho sin precedentes, nuestra máxima prioridad es preservar la salud y seguridad del público, artistas y equipos de trabajo, y acatar las medidas preventivas de las autoridades públicas y sanitarias", explicó la productora.
Hasta comienzos de esta semana, desde Lotus aseguraban seguir trabajando con normalidad en el evento del Parque O'Higgins. "No hay ninguna posibilidad de que no se haga el Lolla en Chile", dijo el domingo a La Tercera el productor Sebastián de la Barra. Pero el panorama, que ya era adverso, se agudizó el miércoles con el último informe de la Organización Mundial de la Salud, que declaró el coronavirus como pandemia, subiendo el nivel de la alerta sanitaria en el planeta. Un anuncio de efectos inmediatos en la industria de la música.
Así, ayer en la mañana se conocía la caída de Lollapalooza Argentina -que se haría durante los mismos tres días que su par santiaguino-, informada por el intendente de San Isidro. Horas más tarde, el gobierno transandino comunicaba la suspensión de todos los vuelos provenientes de Estados Unidos, Europa y China.
En Chile, el plan de la organización era esperar el anuncio oficial del gobierno antes de confirmar el aplazamiento. Según fuentes al tanto de las negociaciones, los contratos con los artistas incluyen seguros y cláusulas que se activan una vez que la autoridad local oficializa restricciones a los eventos masivos o emergencias sanitarias.
"Solo sé lo que se sabe por los medios, porque no he hablado con los muchachos, no he querido molestar, porque me imagino que están muy atareados. Se pierde un poco de trabajo, pero estoy dispuesto a ir en noviembre o cuando sea", comenta Cristián "C-Funk" Moraga, uno de los artistas chilenos de la cita.
"Tengo hartos sentimientos encontrados", complementa Fernando Milagros. "Creo que Chile no está viviendo un momento muy digno de ser celebrado por estos festivales. Por otro lado, hay un montón de técnicos que dependen de este tipo de eventos para llevar plata a sus hogares".
A lo ocurrido con Lollapalooza podrían sumarse otros espectáculos del semestre. El mismo Mañalich deslizó que se evalúa prohibir los eventos en el país para más de cinco mil personas, como parte de una serie de medidas especiales que serán anunciadas este sábado por el Presidente Piñera, y dijo que ayer comenzarían a comunicar internamente estas acciones a las entidades involucradas.
Por de pronto, ayer se oficializó la cancelación del show de mañana de la violinista pop Lindsey Stirling, del grupo Tokio Hotel (15 de marzo) y del festival Crush Power Music (21 de marzo), a causa del avance del coronavirus en la región. Mientras que en Buenos Aires se suspendieron los eventos masivos por 15 días, incluyendo los shows de Maroon 5 y el regreso de Soda Stereo, cuya gira completa también tendría una serie de ajustes ante la emergencia, por lo que se espera que se modifiquen sus fechas (pasarían el 14 de mayo por el Estadio Nacional).
Con todo, los organizadores de los próximos megaeventos locales de la temporada, como Metallica (15 de abril) y Kiss (5 de mayo), aseguran no haber sido notificados por la autoridad de ninguna suspensión y que siguen trabajando según lo programado. Lo mismo la productora del show de The Offspring de mañana en el Movistar Arena, que asegura que la cita sigue en pie.
"Hay que monitorear esta situación día a día, esperar las determinaciones del gobierno y ante eso adaptarse a la situación", dice Francisco Goñi, directivo de la Asociación Gremial de Empresas de Entretenimiento (Agepec). "Hoy los shows más que nada se están postergando, porque se busca que los artistas puedan volver a hacerlos al país".