Atravesará dos períodos presidenciales y aún no estará terminado. El proyecto de construcción de la segunda etapa del GAM se ha convertido en una de las obras más esperadas y postergadas de la infraestructura cultural. Anunciada por la Presidenta Michelle Bachelet en 2014, su primera fecha de entrega era 2017. Tras una serie de inconvenientes y una nueva licitación, las obras se retomarían a fin de mes. Pero ello ya no ocurrirá: el MOP comunicó ayer su rechazo a la única oferta para finalizar las obras.

"Lamentamos profundamente que la direción de Arquitectura del MOP no haya adjudicado la construcción de las obras la segunda etapa del GAM", dice el director ejecutivo del centro cultural, Felipe Mella.

Las razones esgrimidas por el MOP aluden al alto costo del proyecto, que lo hacía "inconveniente para el interés fiscal".

"La propuesta económica realizada por el único oferente, la empresa Ferrovial Agroman Chile S.A., ascendía a 41.635 millones de pesos, en circunstancias que se contaba con un presupuesto de 19.675 millones de pesos", dice el comunicado del MOP, que llegó a la "conclusión de que no existen posibilidades presupuestarias para materializar el proyecto en esas condiciones".

Felipe Mella cuenta que desde hace un año y medio el directorio del GAM trabajó en el diseño de cambios que mejoraran el proyecto, así como en el desarrollo de un plan estratégico y en la direción programática de la gran sala que albergará el nuevo edificio. "Estamos muy desilusionados con esta decisión, que es fundamentalmente política y que se relaciona con el contexto actual del país y las necesidades más urgentes de este momento. Esta es una decisión del gobierno. Lamentamos que cuando hay necesidades, el hilo siempre se corte por cultura", añade.

Discrepancias

En enero pasado, Felipe Mella hablaba con convicción del inicio de las obras de la segunda etapa. Técnicamente, la propuesta cumplía con los estándares fijados. "Estamos a la espera de una decisión política para retomar el proyecto. Según el cronograma del MOP, si le dan el vamos, debería retomarse a finales de marzo. El presupuesto para este año ya existe, está pendiente el 2021 y 2022, que es el tope de construcción", decía. Entonces, proyectaba el fin de los trabajos para el primer semestre de 2022.

"Esta fue una decisión de gobierno tomada de un día para otro", comenta ahora Felipe Mella. "Lo que le pedimos hoy al MOP es que haga un nuevo llamado a licitación lo más pronto posible", dice.

Naturalmente, las fechas sufrirán un nuevo cambio. "El MOP tiene que rearmar las bases, relicitar. La licitación pasada tomó siete meses. Esto va a significar un retraso de un año más por lo menos. La segunda etapa ya no estará en este gobierno", agrega el director ejecutivo del espacio.

Mella adjudica el cambio a los acontecimientos ocurridos en el país desde el 18 de octubre. "Si no hubiera ocurrido, esto no habría pasado. Teníamos un trabajo de coordinación muy bueno entre todos los involucrados", afirma.

El gestor cultural añade un matiz a las razones esgrimidas por el MOP para rechazar la oferta. "El costo de la propuesta no era demasiado oneroso y estaba asociado a los cambios que habíamos introducido en el proyecto, para mejorar el nivel técnico y la calidad del espacio, acorde a un teatro de estándar internacional. Y esto lo hizo el directorio con el apoyo del Ministerio de las Culturas y de Presidencia", afirma.

El directorio del centro lleva ya tres años trabajando y programando en torno a una obra que se dilata una y otra vez. "Esperamos que esto no se convierte en un fantasma, que no ensombrezca el gran trabajo que hemos hecho en GAM, el centro cultural más importante del país", concluye.