"Yo sé componer y mi fuerte es hacer canciones. Pero la parte motriz fina, el detalle del loop rico, de la secuencia, a mí me costaba caleta. Sentía que mi primera pega como solista tenía que ser como yo sabía hacerla", dice Denisse Malebrán sobre Maleza –su debut solista de 2007-, más ligado al folk. "Con mi segundo disco –Pagana (2009)- experimenté un poco más y fue un poco más electrónico".
Y es que las secuencias y los teclados, combinados con elementos nobles y orgánicos, son un punto en común en los discos que le cambiaron la vida a Denisse. Desde Depeche Mode a Air, pasando por Björk y PJ Harvey, además del pop elegante de Tears for Fears, hay algo que ella admira. "Yo no siento que haya hecho la música que siempre me gustó. Como que te acercas, pero por algo la admiras tanto: porque sientes que poca gente puede hacer eso".
En Antípoda, su nuevo álbum –el cual se encuentra actualmente produciendo junto a Seba Gallardo y cuyos singles "Hey" y "Piezas" ya están en streaming- siente que está mucho más cercana a sus referentes. "Hay cosas que antes no me atreví a hacer, no sé por qué. Acá hay muchos más elementos electrónicos y mucho espacio para hacer cosas donde solamente hay una secuencia, por ejemplo. También hay temas donde los elementos que van entrando y saliendo tienen este juego un poco, como lo que hace Air", dice en referencia a uno de sus discos de cabecera: Talkie Walkie.
"El otro día estábamos escuchando con el Seba un tema que está listo, mezclado, y me decía 'a algo me suena este tema, quedó súper parecido a…' y como que tirábamos nombres. Era muy loco porque eran nombres como Cindy Lauper (risas), nombrábamos cosas súper retro. 'No. Se parece a un tema de The Cure', decíamos. Pero no te da risa porque, sin querer copiar o exigiendo que sonara a (y hay gente que lo hace intencionalmente), finalmente terminó quedando parecido a las cosas que escuchaba cuando chica".
1. Depeche Mode - Music for the masses (1987)
Creo que el más simbólico para partir es el Music for the Masses de Depeche Mode. Porque es como que te hubieran pegado un mazazo en la cabeza, como que te abre el mate. Y porque esa música no se hacía por estos lados. Ahora sí, pero en esos años tú decías, ¿cómo suena esto?, y yo quería saber cómo se hacía. Era tan potente la propuesta artística que me hizo convertirme en fanática por siempre. De ahí en adelante fue conseguirme discos, casetes, lo que pudiera. Estamos hablando de una época difícil, yo vivía en Gran Avenida y el único lugar donde tenía para comprar era el persa del 18, entonces los encargaba. Lo recuerdo con mucho romanticismo porque me compré casi todos mis casetes y discos de chica –era niña en esa época, debo haber tenido 10, 11 años- y, no sé, los casetes de Cindy Lauper, las cosas que me iban gustando las iba encargando. Pero sin duda ese fue el primer disco que me voló la cabeza. En esos años era re poco lo que se cachaba acá en Chile de Depeche Mode. Más tirado para fines de los 80, cuando empecé a ir a fiestas temáticas de la banda, como por el 89, con el 101, ya como que se hizo más popular a nivel masivo, porque antes era más under. En esa época (del Music for the Masses), como que nada. Me llamó la atención que ellos eran DM –y yo era DM, obvio- y después como que lo escuché y no lo podía creer (risas). Y es muy bonito, porque yo le cuento a las niñas que nos conseguíamos revistas y recortábamos cosas, que era como un juego al principio, muy infantil, pero estábamos totalmente atraídos por la propuesta artística, dark, oscura, under. Representaba todo lo que me fascinaba en ese momento, como que era lo más rebelde que podía tener cerca. Mi favorita es "Never let me down again". Creo que lo que más me gusta de ella es la mixtura, con Dave Gahan como desanimado en su forma de cantar la historia, y lo que está pasando con la música es una tensión eterna. O sea, el final, para qué decirlo: es la palabra épico en persona. Ese final es como que te tiraste de un cerro, no lo aguantaste. Cuando chica imagínate cómo yo me la creía toda (por las iniciales DM) y decía: obvio que algo tengo que ver con ellos (risas), algo tenemos en común.
2. Tears for fears – The seeds of love (1989)
Yo estaba súper rayada con toda la música británica, con The Cure, DM… Y yo cachaba Tears for Fears pero cuando salió este disco como que me robaron el corazón. Yo nunca fui rock, como que nunca me gustó la música roquera que le gustaba al resto, como que mi estética era mucho más fina, por decirlo de alguna forma. Esta fue la primera banda rock, la primera mixtura más como de banda rock, o de banda rock/pop, que me gustó. Era como la gran proyección que he tenido durante toda mi carrera artística. Para mí el grupo que mejor suena con baterías, bajo, guitarra y teclados es Tears for Fears. Es como a quién yo sigo. El single ("Sowing the seeds of love"), ese tema que dura eternamente y que tiene esos cambios que son como tres temas en uno, es una propuesta arriesgada…y me pasó parecido con George Michael cuando sacó el Listen without prejudice, me pasó lo mismo con "Cowboys and Angels". Uno dice, '¡Estos gallos arriesgados, cómo sacan un disco así, no lo puedo creer, qué osado! La valentía del creador es admirable…' Y si me tengo que quedar con una canción de acá, es "Advice for the young at heart", es tan fina, es como esas canciones pop perfectas, es como un cha-cha anglo (risas).
3. Björk – Post (1995)
El primer disco (de Björk) yo lo encontraba demasiado pop, como que era muy happy, muy bailable, y como que no alcancé a agarrarle la onda. Pero para el segundo disco me tragué todas mis palabras y me volví una fanática, fui a verla cuando vino al Caupolicán. Este es más industrial y más oscuro. De hecho, yo fui mamá súper joven y a mi hija le quería poner Isobel por la canción, pero era una época rígida y estructurada y en el Registro Civil no me dejaron, porque no existía el nombre. Debería haber ido con la carátula del disco, pero mi hija sabe que yo le quería poner así y ella firma como Isobel igual (risas). No solamente para mí fue un (referente interpretativo a nivel vocal) sino que creo que todos los que pasamos los cuarenta hace un rato fuimos totalmente abducidos por la belleza estética, sobre todo lírica de Björk. Porque ella cantaba muy bien, pero no cantaba como el resto de las cantantes, entonces eso fue como una marca impactante, decir que puedes utilizar tu voz como una herramienta, como un instrumento más y, aparte, lo lógico: que es característica, que tú sabes que es ella cuando la escuchas. Entonces yo creo que me marcó muchísimo. Mi favorita de ahí es "Isobel", obvio. Tengo otras favoritas pero, de ese disco que me pegó un par de charchazos, es esa. Del Homogenic, el que viene después, "Bachelorette" es maravillosa. Es como una construcción sonora épica, arquitectónicamente perfecta. Obviamente que era lo único que yo quería acá en Chile. Yo decía '¿Cómo? ¡Dónde mierda consigo eso, porque yo quiero sonar como ella!' (Risas). Es esa cosa del provinciano de mirar hacia afuera y no saber cómo.
4. PJ Harvey – Is This Desire? (1998)
Este salió un par de años después. Me hizo como dar vuelta la imagen de la mujer roquera, porque hasta ese momento lo mío era todo pop, todo era un poco más ligado a la canción más que al sonido, o a la libertad de hacer música más indie –que acá le ponen indie a todo- pero ella sí que era una representante real de hacer música indie en el mundo, porque lanza un disco, lanza otro y le da lo mismo eso de que la canción tiene que durar 3 minutos y medio, y que tienes que bla, bla, bla, como dicen acá. Es la valentía de una cantautora que inventó su propio estilo y que influenció a generaciones completas desde ahí. Me gustó que acá mezclara con más secuencias, y es muy arriesgado desde la perspectiva de los que venían siguiéndola con una cosa más cruda, como más en pelota. Y saca este disco que es mucho más como de proceso, así lo siento yo, de querer experimentar con nuevos sonidos. Yo ya estaba haciendo música para ese tiempo, ya tenía dos proyectos musicales. Y el segundo que tenía era más trip hop y como que mi objetivo era sonar algo así como esto, no como el trip hop de Portishead o de Massive Attack, sino que más ligado un poco a lo que ella había experimentado en este disco. Mi favorita es "The Garden", a mí me dan ganas de llorar cuando la escucho. Es increíble.
5. Air – Talkie Walkie (2004)
Esta es una mención importante, porque yo creo que nos pasa un poco a todos los que somos más grandes que llega una época en la que a uno le deja de impresionar la música. Cuando era chica creía que era mentira, decía 'obvio que no, después más grande voy a seguir buscando música'. Mentira. Uno como que ya después le pierde el gusto a andar buscando cosas nuevas, como que tienes poco tiempo y, a lo que te llega de lo que te llega, le dices 'mmm… Sí', pero ya nada te marca tanto como lo que escuchaste cuando chico. Eso es indudable, como que uno queda marcado por eso. Y el último grupo que me sorprendió haciendo música distinta fue Air. Entonces, para mí es una mención importante porque creo que fue la última propuesta artística que me volvió a ilusionar. Dije, 'ah, hay esperanza para hacer proyectos interesantes a futuro' (risas). El Moon Safari tenía el típico tema que todo el mundo conocía, que era "Sexy Boy", y como que ahí uno empezó a cacharlos. Lo encontraba interesante, con esta cosa francesa muy elegante, pero no me había movido tanto el piso. Y cuando salió este disco –Talkie Walkie- lo encontré perfecto. Es muy loco, porque siendo este un grupo electrónico me encantaba cómo trabajaban las guitarras, cómo las utilizaban, con una fineza… Es como uno de los discos más sofisticados de estos últimos años. Estamos hablando de principios de los 2000 y hasta el 2020 hay pocos proyectos –como Yeah Yeah Yeahs- que yo digo 'qué original, qué choro', pero no tanto como esto. Este disco fue súper mega bueno. El 10.000 Hz Legend también me gustó, pero este fue el mejor logrado como disco porque a nosotros, que somos gente melómana rara del pasado, nos gustan los discos, po (risas). Hay gente que después busca las canciones pero, pa' mí, la obra es el disco entero desde que empezaste hasta que termina, entonces este disco lo encontraba perfecto, como esos discos que escuchai 65 veces entero porque no te saltai ni un tema, ¿cachai? Te diría que "Cherry blossom girl" es el tema mejor logrado pero es difícil elegir una. Creo que "Surfing on a rocket" da un puntapié para cómo yo me proyectaba después, cómo yo quería sonar. Es un tema marcador en términos de la música que uno pretende llegar a hacer.