Aquel concurso de Miss Italia de 1947 fue particularmente relevante. La coincidencia quiso que algunas de las que serían las actrices más importantes en el futuro cine italiano participaran de la edición. Muchas ni siquiera habían abandonado el colegio y entre ellas se encontraban Luigia "Gina" Lollobrigida, que se llevó el tercer lugar; Silvana Mangano, que se quedó con el quinto; Eleonora Rossi Drago, con el cuarto puesto; y una muchacha milanesa de 16 años: Lucia Borloni Bosé, conocida en el futuro como Lucía Bosé. Fue la que ganó.

La actriz, madre del cantante Miguel Bosé, falleció ayer a los 89 años en la ciudad española de Segovia, donde vivía desde hace muchos años. Hasta el cierre de esta edición las causas exactas de su muerte diferían: mientras el diario milanés Corriere della Sera y el madrileño El Mundo la atribuían al coronavirus, el periódico El País de España y el romano La Republica informaban que había sido neumonía.

Al igual que Silvana Mangano, nacida en Roma un año antes, Lucía Bosé escapó al común encasillamiento sexual de la época y se hizo notar por interpretar a mujeres sofisticadas y algo fatales. Se lo debió, en parte, a Michelangelo Antonioni, de quien protagonizó su primera película: Crónica de un amor (1950). Era un romance con cine negro y allí fue Paola, la esposa de un millonario enredada en un romance con un antiguo novio.

Antonioni la transformó en una de sus preferidas y la hizo actuar en su tercer filme, La dama sin camelias (1953), donde encarnaba a una actriz que despertaba el amor y los celos de un productor de cine. Los mejores años cinematográficos de Lucía Bosé fueron los 50 y 60. Y de cierta manera también, su matrimonio con el torero español Luis Miguel Dominguín entre 1955 y 1967 fue cercando su actividad en el cine. De esa relación rematada en divorcio nacerían tres hijos: Miguel Bosé, Paola y Lucía Dominguín.

En su época dorada Lucía Bosé también actuó en Así es la aurora (1956), de Luis Buñuel; El testamento de Orfeo (1960), de Jean Cocteau; Muerte de un ciclista (1955) de Juan Antonio Bardem, y Satyricon (1969), de Federico Fellini.

En el 2019 se conoció una denuncia contra ella por la supuesta apropiación indebida de un dibujo de Pablo Picasso, pero la justicia le dio finalmente la razón. Hay un dato curioso en su biografía: su última película la rodó en Chile. Se trató de Alfonsina y el Mar (2013), transcurría en el Norte Grande la dirigieron los italianos Pablo Benedetti y Davide Sordella.