Con Breaking Bad la fama le llegó de golpe a Aaron Paul. La ficción donde interpretaba al joven drogadicto Jesse Pinkman como socio de Walter White, un profesor de química que decide traficar drogas para obtener dinero extra para su familia. La serie de Vince Gilligan se convirtió en un éxito, empujando hacia la palestra a Paul, cuyo nombre sigue ligado al querido personaje. Tras siete años del final del programa, el actor se prepara para su nuevo rol en el extraño mundo -o mundos- de Westworld, producción de HBO.

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Antes de unirse al elenco del proyecto de Jonathan Nolan, Paul fue parte de BoJack Horseman, la serie del caballo animado de Netflix, como la voz de Todd; y protagonizó las películas Need for speed y The parts you lose. A su vez, recientemente retomó su papel como Jesse Pinkman para el filme de Vince Gilligan, El camino: A Breaking Bad movie.
"No tenía ni idea de que volvería a meterme en esa piel de nuevo, o al menos de esa forma", dijo el actor en una conversación con NME. "Pensé que me uniría por un capítulo o dos a Better Call Saul -spin-off de la serie-, pero cuando Vince me pidió hacer esto con él, por supuesto que acepté".
Luego agregó: "Le da un cierre a Jesse y a lo que pasó con él. Para ser honesto, pensé que el final de Breaking Bad era hermoso. Pensé que era perfecto. Pero, dicho esto, estoy feliz que El camino ahora existe para darle una mirada más profunda al final de la historia de este personaje". 

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En el radar de todo músico

Paul asegura estar consciente que hay personas que siempre lo verán como Jesse Pinkman. En un momento parecía que todo el mundo era seguidor de la serie. Desde Rihanna -quien compartió una fotografía con Paul diciendo que "su vida era completa ahora"- hasta Iggy Pop que bromeó con él en un programa de televisión. Se subió al escenario con Arcade Fire e incluso Jake Bugg tocó en su casa.
"Tengo que ser honesto, se sentía como que Breaking Bad estaba en todos los buses de gira. Se sentía que era algo importante en la industria musical", confesó el actor.
Sin embargo, el encuentro más "surrealista" fue junto a los Rolling Stones, cuando lo invitaron a uno de sus conciertos como invitado. "Ronnie Wood quería conocerme así que fui al backstage y me encontré con él en su vestidor. Me presentó a Keith Richards, que estaba sin polera, fumando marihuana, exactamente como te lo imaginas. Se sintió como un momento de rockstar. Pero pasó porque eran grandes fanáticos de la serie, es loco", relató el actor. 

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Pero ahora, Paul está intentando dejar atrás a Jesse Pinkman y adentrarse en una nueva aventura: Westworld.

En el mundo de los robots

En la serie de HBO, Paul interpreta a Caleb Nichols, un veterano de guerra que sufre de estrés postraumático que se convierte en trabajador de la construcción. La tercera temporada explora los problemas del libre albedrío, el escándalo de Cambridge Analytica y el impacto que han tenido las redes sociales en la sociedad. 

https://youtu.be/pDJbFA32_QY

Temas que han estado en la cabeza de Paul por algún tiempo. El actor confesó que no ha tenido una computadora desde hace una década y que su teléfono solo lo usa para escribir mensajes y llamar.
"Hay muchos beneficios en la tecnología pero también hay muchos peligros. Que se traten estos temas es la razón por la cual he sido seguidor de la serie desde que comenzó. Me encanta la ciencia ficción", dijo el intérprete. 

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La vida antes de Pinkman

Desde pequeño, Paul supo que quería ser actor. Hijo de un ministro evangélico y el menor de cuatro hermanos, el intérprete confesó que siempre le gustó contar historias. Cuando vio a los niños actores de Stand by me y The Goonies, se dio cuenta que él también lo podía hacer. 
Guardó dinero en una alcancía y cuando junto 6 mil dólares, se fue en un auto a Los Ángeles a probar suerte. Tenía tan solo 17 años y se había graduado un año antes.
El actor confesó a la revista que cuando llegó a la ciudad tenía a un músico en mente y le hubiese gustado interpretarlo. "Cuando me fui a LA., pensé mucho en Kurt Cobain y en lo que pasó. Amo Nirvana, 'Smells like teen spirit' fue uno de los primeros sencillos que compré con mi propio dinero. Así que pensé que sería interesante interpretarlo", dijo.

https://youtu.be/vcNuiri2dV0

En el 2013, Paul protagonizó un trailer sobre un falso documental de la vida de "Weird Al" Yankovic, el músico reconocido por sus parodias. 
Los primeros años de su carrera no fueron fáciles. Consiguió una serie de roles pequeños en programas como The X-Files, Beverly Hills, 90210, CSI, entre otros. A los 27 años y en su peor momento -desilusionado y endeudado después de seis proyectos fallidos-, le llegó la audición que cambió su vida y lo convirtió en el actor al que los Rolling Stones querían conocer. 

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