"Los discos más importantes siento que son los que escuché cuando estaba en ese enamoramiento en que caes con la música entrando en la adolescencia. Siento que moldean, inconscientemente, tu aproximación a la experiencia musical en la vida. Los músicos que te gustaban eran muy lejanos, sabías muy poco de ellos, inalcanzables en un mundo mágico. No entendías el idioma, lo que te enganchaba era la música, la voz era un instrumento más", dice Carlos Cabezas, a modo de introducción a un viaje por aquellos discos que le cambiaron la vida.

"Había movimientos sociales radicales, movimientos sonoros radicales también. La guitarra eléctrica conociendo los efectos, la estereofonía, la síntesis electrónica, los samplers, eran sonoridades que no existían, que te asombraban y despertaban una curiosidad sin límite. Provocaban un lenguaje y un espacio acogedor de refugio para los solitarios o los que se sentían incomprendidos o aislados socialmente".

Fue en los años 60 que, por gusto propio, Carlos comenzó a escuchar a proyectos como "The Beatles, Hendrix, Cream, Led Zeppelin, Traffic, Pink Floyd, Magma, Soft Machine, Yes, ELP, Roxy music, Bowie, Talking Heads, Genesis, Neil Young, Lennon, Can, Van der Graaf Generator, Joy Division, Brian Eno, Kraftwerk, NIN, etc".

Los discos que vienen a continuación, en sus propias palabras, "muestran una época y lo que me enamoró de la música":

The Beatles – White Album (1968)

Este disco es un desorden creativo, estilístico y humano. El grupo más popular del momento paseándose por todas las ideas y estilos en un viaje catártico adolescente sin miedo a arriesgar o experimentar. Treinta canciones, que pasan de momentos como "Ob-la-do-ob-la-da", que nunca pensarías la hicieron ellos, a "Helter Skelter" o "My guitar gently weeps", canciones de una fuerza emocional enorme. Treinta canciones que te dejaban sintiendo que todo es posible, que puedes jugar con todo, que nada es tan serio e importante. Y "Revolution 9", con una invitación a no entender nada, solo dejarte llevar y sentir...

https://open.spotify.com/album/1WMVvswNzB9i2UMh9svso5?si=XHpa7_NgRgGI8gqFZgwwJA

Jimi Hendrix - Electric ladyland (1968)

Hendrix es de esos personajes que, cuando tienes 14 años, año 1969, te pueden hacer creer en seres de otros mundos, brujerías y pactos con el más allá. Con el virtuosismo instrumental siendo siempre un viaje muy solicitado, Hendrix te hablaba desde mucho más allá de algo que, con él, parecía algo sin mayor importancia. Tenía una familiaridad, una promiscuidad ancestral con la guitarra. Quién tocaba a quién nunca sabremos. Se paseaba por espacios armados desde cruces de estilos que adquirían nueva vida con él. Rock, blues, jazz, funk, tocados con una imaginación nunca antes escuchada. La experimentación como un viaje, un juego. La estereofonía estaba recién apareciendo y este disco te muestra todo lo que eso significaba en cuanto a sentir la música. La sicodelia desde una espiritualidad musical que te daba esperanzas de experiencias existenciales desde la música como nunca antes.

https://open.spotify.com/album/5z090LQztiqh13wYspQvKQ?si=JuR6FPb0TzOzCV5gNuCSDg

King Crimson - In the court of the Crimson king (1969)

Este disco fue fundamental por muchos motivos. Una mezcla muy original de sicodelia, aires sinfónicos, experimentación, riffs rockeros, el rock progresivo abriendo un espacio nuevo, asombroso, enorme. Las guitarras de Fripp desde otro lugar del universo, la voz de Lake refrescante y abrasadora. Música como nunca antes se había escuchado. Pero sobretodo, la sensación final del inmenso amor por la música y el trabajo creativo de los integrantes.

https://open.spotify.com/album/5wec5BciMpDMzlEFpYeHse?si=Mj3qMSPkROuKFctEAigkGg

Pink Floyd - Dark Side of the Moon (1973)

Pink Floyd construyó su espacio desde la experimentación y la conceptualización artística en el trabajo musical, Syd Barrett mediante. En este disco, renovando lo conceptual, llegan a un lugar con el que todos nos podemos relacionar, entender lo experimental como un trabajo creativo cercano. Un espacio con otros tiempos, en que aparecen sentimientos dichos desde una reflexión que podría parecer excluyentemente sofisticada pero que finalmente se entiende claramente. Técnicamente muy avanzado, por primera vez se sienten esos espacios enormes, esos viajes sonoros épicos por los sentimientos y sueños humanos.

https://open.spotify.com/album/4LH4d3cOWNNsVw41Gqt2kv?si=t65R1zOOQaGM5Q_3EF9byw

The Art of noise - (Who's Afraid of) The Art of Noise? (1984)

Desde el nombre en adelante este disco inaugura una nueva ruta sonora. Un trabajo que te hacía sentir que aparecían nuevas maneras de entender y sentir el trabajo creativo en torno a la música. Era algo más de juego, de no necesitar mucha academia para atreverte a "componer" algo. Te hacía sentir que cualquiera –uno- con ganas de jugar con música podía hacerlo. Muy convocante. El disco muestra la llegada de los samplers al espacio musical. La llegada del collage sonoro como nueva ruta creativa. Ruta en que te encuentras con imágenes sonoras, todo lo que puedas grabar, que te gatillan experiencias sonoras muy distintas creativamente a lo que estábamos acostumbrados.

https://open.spotify.com/album/1l2IntFpOvhD4wdolquWNR?si=OvZ5nVn_TbqZgs7K73wurQ

Frank Zappa – Apostrophe (') (1974)

Zappa fue otro músico inclasificable. Rock, jazz, blues, música concreta, orquestada etc. con una voz, una guitarra y un humor que te dejaba al borde del abismo. Sin entender mucho pero totalmente enganchado. Disco conceptual, de lo que no te enterabas mucho no entendiendo inglés, pesado, difícil, con mucha información a veces, pero que mostraba un músico que no tenía límites imaginativos en cuanto a hacer música y eso es muy atractivo. Demasiado intelectual quizás, para cómo siento la música, un humor puntudo, medio pedante, pero con una coherencia artística que trasciende las partes de su trabajo.

https://open.spotify.com/album/3EbtMJsHbspjhN6Xd4plIu?si=p9uxMfGxQMW9_t85oRDVxw