The New Pope: cómo vuelve la elogiada ficción sobre el Vaticano
La serie regresa este viernes con John Malkovich a la cabeza de la Iglesia. “Habla sobre la fragilidad del ser humano”, dice el español Javier Cámara.
The young pope fascinó en 2016 con su mirada ácida y sublime del Vaticano y un pontífice fuera de cualquier convención, interpretado por Jude Law. “Ha sido el rodaje más precioso que he tenido en mi vida”, asegura por videollamada el español Javier Cámara, una de sus principales figuras. “Cinecittà para los actores que no somos creyente es el Vaticano, el verdadero Vaticano”, dice el ganador de dos premios Goya sobre los estudios donde se grabó la serie, ocupados durante décadas por cineastas como Fellini, Leone y Scorsese.
El legendario recinto también acogió gran parte de las grabaciones del segundo ciclo de la producción, que adopta otro nombre -The new pope, hoy a las 23.00 por FOX Premium Series-, pero es esencialmente una continuación de la historia ficticia comandada por el director italiano Paolo Sorrentino (La gran belleza). Luego que Pío XIII (Lenny Belardo, el personaje de Law) cae en coma y es venerado como un santo, las máximas figuras de la Iglesia deciden que llegó el momento de buscar un nuevo papa, hasta llegar al británico John Brannox (John Malkovich), después conocido como Juan Pablo III.
“Todos los amigos de Lenny pasamos por una penitencia”, dice Cámara, a cargo de interpretar al cardenal Bernardo Gutiérrez. “Lo que hace Paolo con todos nuestros personajes es que pasemos una especie de éxodo personal para conocernos. Se plantean muchos de los temas que los curas se plantean ahora mismo: si se pueden casar o no, si pueden dedicarle su vida a Dios y a una mujer o un hombre. Es normal, está en el diálogo de los periódicos”, afirma el actor de Hable con ella.
El terrorismo, el sexo y el poder al interior del Vaticano son otros de los temas por los que circula este ciclo, adelanta. “Y después habla sobre la fragilidad del ser humano. El personaje de John Malkovich siempre dice que es una frágil pieza de porcelana”, comenta. “La Iglesia se sustenta en la primera temporada en un hombre que era huérfano y que tenía que ser el padre de ella. Con esta segunda temporada, al ser este hombre de tal sensibilidad y fragilidad que se considera a sí mismo como una frágil pieza de porcelana (...) Lo que quiere contar es que la gente que está en el poder no solamente es poliédrica y poderosa, sino que a la vez es muy frágil”.
Desde su encierro el actor de Truman cuenta que no para “de leer libros y buscar en la ficción algo sedante con respecto a la realidad que estamos viviendo”. Y adelanta los planes de Sorrentino de un posible tercer ciclo, que tal vez los saque de las paredes de Cinecittà, donde se recreó la mayoría de los monumentales sets de la serie: “Nos dio una idea muy bonita, fuera del Vaticano, muy imposible de hacer, pero ahora se puede hacer todo. No la puedo contar, evidentemente, porque seguro que la cambiará, pero me parece maravillosa”, finaliza.
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