Ruby estaba en el estacionamiento del supermercado, a punto de partir a su clase de yoga, cuando recibió un mensaje de texto que solo dice: “CORRE”. La ansiedad comienza a aumentar. Duda por unos minutos, y decide responder exactamente lo mismo. Acto seguido, está en el aeropuerto comprando un pasaje de ida a Nueva York con el objetivo de llegar a la estación Gran Central.
El plan que ideó hace 17 años junto a su ex novio -Billy- está en marcha y ya no hay vuelta atrás, el pacto de olvidar todo y comenzar de nuevo cuando una de las partes escribiera “Corre” y la otra respondiera lo mismo, sigue vivo independiente de sus carreras y familias.
Es difícil definir Run. No es un drama, pero muestras situaciones y emociones complejas. No es comedia, pero los protagonistas tienen un humor negro que empapa la historia de aquel dinamismo. Quizás el concepto anglo ‘dramedy’ sea lo más correcto con esta producción creada por Vicky Jones, mejor amiga y colaboradora frecuente de Phoebe Waller-Bridge (Fleabag, Killing Eve), quien se desempeña como productora ejecutiva.
Protagonizada por Merritt Wever (Marriage Story, Unbelievable) y Domhnall Gleeson (Harry Potter, Star Wars, Black Mirror), la acción comienza con ella, Ruby Richardson, en la cotidianidad de una mujer adulta que bordea los 40 con una rutina común y corriente, y el objetivo de-todos-los-días llegar a casa con su familia. Billy Johnson, en tanto, es una suerte de gurú espiritual y autor éxito de ventas.
Casi 20 años después de haber hecho un acuerdo por recorrer América juntos si algún día decidían dejar todo atrás y reiniciar sus vidas, se darán cuenta que no es tan fácil como abandonar su realidad y entregarse a la aventura. El presente sigue persiguiéndolos haciéndolos dudar de las decisiones que están tomando.
Gran parte de la acción se desarrolla a bordo de un tren, lo que aumenta la sensación adrenalínica de constante movimiento y la misión de solo ver hacia adelante en la vida. La ansiedad se siente a grandes niveles con los personajes corriendo, los rápidos cambios de escena y la gran cantidad de información que se recibe en pocos minutos.
Run deja al espectador la tarea deductiva y despierta su curiosidad desde el minuto uno. No se molesta en ser sobre-explicativa porque su encanto está en ser una locura que provoca adicción a partir del no entender qué está pasando y la imposibilidad para anticipar qué ocurrirá. Tiene ese no-sé-qué que logra que los minutos pasen tan fugaces como los paisajes por las ventanas de ese tren.
HBO ha estrenado a la fecha solo el primer episodio de Run -ya disponible en HBO GO-, y los siguientes seis debutarán en la pantalla chica los días domingo a las 12 de la noche. Para el 24 de mayo estarán los 7 capítulos de la serie en el catálogo de la plataforma streaming.