El mes pasado, MAMCHI, la asociación gremial de mánagers de músicos de Chile, hizo su propia evaluación de daños: en una encuesta a sus asociados (40 representantes, 200 artistas) que terminó dando cuenta de las problemáticas de un universo aún mayor de cerca de 4 mil profesionales de la música, el balance fue catastrófico. En líneas generales, 4 mil shows cancelados y pérdidas de cerca de US$ 30 millones para el sector, desde octubre y hasta agosto.
Y esa última es la proyección optimista, porque hoy los cálculos de expertos y epidemiólogos son menos favorables y algunos plantean que la actividad en vivo, la principal fuente de ingresos del sector, recién se retomaría en 2021 o 2022.
En medio de este mar de incertidumbres, MAMCHI decidió pasar a la acción y apuntar sus esfuerzos a una de las pocas actividades que, en días de pandemia y encierro, todavía genera ingresos para artistas y trabajadores de la música: los derechos de autor, hoy por hoy, el salvavidas para miles de creadores locales impedidos de tocar en vivo.
Así, redactaron una propuesta para los representantes de las radios y la TV local: aumentar de manera significativa la cantidad de música chilena que se utiliza en emisoras y canales y así “proteger y potenciar nuestra cultura musical”, según se lee en la carta que divulgarán hoy. Una “invitación abierta” que se suma a otras iniciativas similares, como la propuesta que hace algunos días presentó la Sociedad Chilena del Derecho de Autor (SCD), que también busca incrementar el consumo y difusión de canciones locales en internet y medios tradicionales.
“Los derechos de autor y de comunicación pública son una fuente de ingresos que permiten al músico subsistir, pagar el supermercado, pero además se traducen en inversión para giras o para grabar nuevo material”, explica Carlos Salazar, mánager de Saiko y secretario de MAMCHI. “Emplazamos a estos medios a tocar mas música chilena porque creemos que la realidad actual nos invita a esto, es un cambio que se está dando pero queremos que se establezca y que en el futuro inmediato genere un cambio, que se haga valioso para el mercado”, agrega.
¿Un nuevo porcentaje?
Inspirados en experiencias que han surgido en Argentina, Perú y Colombia, el gremio considera que es momento de ayudar al medio artístico nacional y superar la cuota del 20% de canciones locales que desde abril de 2015 se les exige por ley a las radios. Un promedio que, desde que se promulgó la normativa hace casi exactos cinco años, nunca ha bajado del mínimo establecido.
Según los balances de la SCD, que mide las ejecuciones radiales de las emisoras del país, el cambio en el dial es evidente: si en 2012 ese promedio anual era de 14,63% y en 2014 de 17,17%, el año pasado marcó un récord con un 34,32% de promedio de canciones nacionales en radios, tendencia que se mantiene en 2020 (33,88% el mes pasado).
“Vamos por buen camino pero este es el momento de ir más allá. Falta una mirada más a largo plazo”, dice Salazar. “Que sea un 40, un 50 o un 100 por ciento, lo que ellos quieran”.
Desde ARCHI, entidad que agrupa a los radiodifusores, confirman que trabajan alineados con artistas y la SCD para alcanzar acuerdos que beneficien a todos, en medio de una crisis que ha reducido en un 80% la inversión publicitaria del medio. “Estamos analizando cómo podemos ayudar a los músicos en esta situación” asegura Eduardo Martínez, presidente de la asociación, quien cuenta que entre las alternativas está generar una suerte de “premio a las estaciones que voluntariamente aumenten la difusión de música chilena”.
“Estamos trabajando en conjunto con ARCHI para buscar un mecanismo para aumentar la rotación de música chilena en nuestras radios”, complementa Horacio Salinas, presidente de la SCD. “Hoy creemos que se hace más urgente activar medidas como esta y por ello hemos avanzado con las radios en un convenio de trabajo que nos permita concretar una iniciativa en esta línea. Creemos que es además un formato que podría replicarse en la televisión”.