Roberto Díaz, presidente del Curtis Institute: “Todos conocemos el poder de la música y encontramos consuelo en ella”

Roberto Díaz
Roberto Díaz, violista chileno y presidente del Curtis Institute. Foto: Charles Grove.

Radicado en Estados Unidos hace 47 años, el célebre violista chileno habla desde Filadelfia del impacto de la pandemia en las finanzas del respetado conservatorio estadounidense, así como sobre el rol de la música en esta crisis mundial.


Con las salas de concierto cerradas por el Covid-19, la música clásica ha convertido a Internet en su nuevo escenario. Proliferan las actuaciones en live streaming, los archivos históricos y experimentaciones a la distancia, y en esta pandemia musical también hay reflexión online. El ciclo Friday Night, de la curatoría de talentos Fanjul & Ward, invita a las 20.00 h de cada viernes a una sesión en vivo con uno de sus artistas.

Ya se han realizado dos encuentros, con la directora orquestal Alejandra Urrutia y con el pianista chino estadounidense George Fu. El 1 de mayo el violinista portugués Carlos Damas hablará sobre la sicología de la música, y el día 8 compositor chileno Carlos Zamora abordará la música contemporánea con raíces precolombinas.

Aunque en las sesiones se recaudan donaciones, habrá una excepción este viernes, cuando el célebre violista chileno Roberto Díaz, presidente del Curtis Institute, reflexione sobre el rol de la música en tiempos de crisis. El acceso será gratuito, previa inscripción en Fanjulandward.com.

Roberto Díaz (1964) reside hace 47 años en Estados Unidos, y su carrera es impresionante. Fue viola principal por 10 años en la Orquesta de Filadelfia, y antes también lo había sido en la Orquesta de Minnesota de Neville Marriner, en la Sinfónica de Boston de Seiji Ozawa y en la Sinfónica Nacional de EE.UU. con Mstislav Rostropovich. Colaborador de estrellas como Yo-Yo Ma e Isaac Stern, ha sido nominado varias veces al Grammy y además es miembro de la American Philosophical Society, que Benjamin Franklin fundó en 1743.

En paralelo, el violista chileno asumió en 2006 como presidente del Curtis Institute of Music, uno de los mejores conservatorios del mundo, que tuvo entre sus alumnos al director Leonard Bernstein. Allí, sólo el 2% de los postulantes es aceptado. “Curtis no es para los que puedan estar ahí, sino para quienes lo merecen”, aclara Roberto Díaz, desde Filadelfia. Su escuela es de elite porque sólo importa el talento: todos los estudiantes son becados.

¿Curtis han podido seguir funcionando online?

Sí, yo mismo sigo enseñando por WhatsApp o Zoom. Las clases han cambiado un poco, pero los estudiantes están muy compenetrados, y los ramos como teoría o armonía se han hecho con gran éxito. Estoy feliz por esto; no sabemos cuándo podremos reabrir la escuela. Varias universidades grandes de Estados Unidos ya decidieron que no abrirán sus campus hasta enero de 2021.

Entiendo que el Curtis Institute no recibe dineros públicos, sino que su financiamiento es 100% privado, y los alumnos estudian gratis. ¿Está impactando la crisis su presupuesto?

Efectivamente, nosotros no cobramos por enseñar, todos nuestros estudiantes tienen una beca completa. Nuestro financiamiento tiene dos componentes. El endowment es un fondo patrimonial que está invertido y que vigilamos muy de cerca; cada año tomamos el 5% de los intereses que genera este endowment para financiar el costo real de operar la escuela, y la diferencia la financiamos con un fondo anual que reunimos pidiendo donaciones. Con seguridad, este año no recaudaremos tantas donaciones como antes, estimamos que nuestro fondo anual será un 20% menor.

¿Están preocupados porque esta merma afecte a las becas?

Más que preocupados, estamos atentos. Estamos estudiando con los fideicomisarios el presupuesto del próximo, y haremos los ajustes necesarios cuando corresponda. Hasta ahora hemos sido afortunados, la escuela funciona, nuestros profesores están trabajando, los estudiantes están aprendiendo y podemos seguir empleando a todo nuestro staff. Nosotros trabajamos a largo plazo, siempre vigilamos que el retorno promedio a cinco años plazo del endowment se mantenga en un 24%. Tenemos la certeza de que a largo plazo la gente continuará apoyando a la escuela con tanto entusiasmo como siempre.

¿Cómo se ha vivido la pandemia en Filadelfia?

Hasta ahora hemos tenido suerte, pero Filadelfia es una ciudad muy grande, debemos ser responsables y el hecho de estar a una hora de Nueva York te recuerda que tienes que tomártelo en serio.

“La música es un común denominador”

A pesar de que los alumnos de Curtis están en sus países de origen hace seis semanas, se organizaron y subieron a Internet una versión de la canción patriótica America the beautiful que se viralizó, y además el conservatorio postea todos los días videos de conciertos en redes sociales, con el eslogan Curtis Is Here.

Curtis: America the beautiful
La versión de America the beautiful de los estudiantes del Curtis Institute se ha vuelto viral en redes sociales.

Roberto Díaz, además, se desdoblará este viernes para estar virtualmente en Chile, a través de Zoom, en la sesión en vivo de Friday Night. Dialogará con David Serkin Ludwig, jefe de Composición del Curtis Institute, con traducción simultánea, y el público podrá hacer preguntas. “Hablaremos sobre por qué la gente se vuelca a la música en las grandes crisis”, adelanta.

¿Y por qué cree que sucede?

Creo que cuando estamos en situaciones difíciles que no podemos racionalizar, como la emergencia sanitaria actual, intentamos aferrarnos a cosas que nos pueden dar algo de estabilidad. Y la música es un común denominador entre personas con biografías y experiencias muy distintas; por eso hay música en todos los rincones del mundo. Todos conocemos el poder de la música y encontramos consuelo en ella, pues te llega de forma mucho más visceral que cualquier otro estímulo intelectual.

¿Cambiará la industria musical o la experiencia de la música en vivo después de meses de aislamiento social?

Esos cambios ya se veían venir. Hoy la gente tiene muchas más opciones que hace 20 o 15 años atrás, y ha ido cambiando la forma en que consume música; ir cada viernes a escuchar una orquesta en una sala de conciertos parece ser de otra época. Sin embargo, la gente invierte cada vez más tiempo en escuchar música y los dispositivos que tenemos en nuestro bolsillo nos dan acceso a todos los tipos de música imaginables. Este proceso lleva 15 o 20 años, y la pandemia lo ha acelerado porque la gente está pasando mucho tiempo en casa, con sus dispositivos, viendo videos y escuchando música.

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