Luisa Carvajal Viviani es una joven de 15 años confinada a la vida doméstica en el norte de Chile, mientras su hermano mellizo viaja a Santiago para estudiar. A inicios del siglo XX, ella decide buscar trabajo como lonchero, un oficio tradicionalmente ejercido por hombres en la pampa. Para pasar desapercibida, utiliza las prendas de vestir que dejó su hermano y comienza una transformación que la llevará a encontrar su libertad como una mujer completamente adelantada a su época.
Aquella es la historia de Víctor 1907, la nueva novela de Daniela Viviani que acaba de ser publicada por Planeta. Tras su libro Luisa 1912, la autora retrocede en el tiempo y se ubica en la pampa salitrera para ahondar en los orígenes de Víctor Viviani, coprotagonista de su entrega anterior.
“Son libros que funcionan de manera independiente, pero que tienen personajes que se repiten”, aclara de entrada la autora. “La novela que estamos presentando ahora es todo lo que pasa Víctor para transformarse en el coprotagonista de Luisa 1912. Es la maduración del personaje”, añade.
Traductora inglés-japonés e ilustradora autodidacta, Daniela Viviani (36) se hizo conocida por su cómic Cabralesa. Se lanzó a la novela en 2017 con la publicación de Maldita Jefa y luego se volcó a las historias de época influenciada por el libro Teresa Wilms Montt, un canto de libertad de la autora Ruth González-Vergara. “El libro trata de Teresa, no del tema de la belle epoque, pero creo que eso me inspiró para que mis historias estuvieran ambientadas ahí y para que además ella esté mencionadas en ambas novelas”, explica Viviani.
Así tanto Luisa 1912 como Víctor 1907 transcurren en torno al Chile del centenario. Mientras la primera historia ocurría en Santiago, el nuevo libro tiene como escenario la pampa salitrera y el Valparaíso post terremoto de 1906. Es por eso que para lograr traspasar esa época a las páginas del libro, la autora realizó una extensa investigación que incluyó un viaje a Humberstone.
“Ahí es donde está situada esta historia, pero cuando se llamaba oficina La Palma. Por supuesto que no es el Humberstone que conocemos, que tiene teatro, porque es a partir de 1935 cuando se hicieron todas esas remodelaciones. La oficina La Palma es un lugar mucho más precario”, cuenta Viviani.
En el lugar pudo notar detalles como las características de las casas o las distancias de las pulperías a la plaza central. En tanto en el proceso de su anterior novela, los escenarios estaban mucho más a la mano, en pleno centro de Santiago, sector donde vive la autora.
También la lectura fue muy importante en el proceso de investigación de Víctor 1907. Los libros del historiador Sergio González, el sitio Memoria Chilena, revistas y diarios de la época fueron fundamentales para la autora a la hora de estudiar los años en que se inspira su novela. En menor medida, los libros dedicados a la matanza de Santa María de Hernán Rivera Letelier o Carlos Tromben también ayudaron en las referencias. “Yo trato ojalá de que el lector pueda viajar conmigo, con el libro y las costumbres sobre todo de las mujeres pampinas de las que no se habla mucho, siempre se habla del obrero”, añade.