Little Richard, cría salvaje en el amanecer de la música popular, pionero de la liberación sexual y la ambigüedad escénica, faro de The Beatles y David Bowie, y que ofreció un ritmo frecuente de conciertos hasta 2007, cuando se detuvo debido al uso de muletas por un problema en su pierna izquierda, finalmente falleció hoy a los 87 años. En la última década, solo se había asomado en eventos que tributaron su legado y sus abogados habían alertado sobre su frágil estado de salud. Se había volcado a la prédica religiosa y su relevancia hace mucho se conjugaba en pasado. Pero en pasado perfecto.
El músico estadounidense había sobrevivido a muertes ilustres como Chuck Berry o Fats Domino, y a los que se fueron demasiado temprano, en pleno apogeo del rock and roll, como Buddy Holly, Ritchie Valens o Eddie Cochran; a los que trascendieron más allá de la era dorada, como Elvis Presley, Gene Vincent, Roy Orbison y Del Shannon; e incluso a los que se hicieron tan veteranos como él y hasta conocieron el nuevo siglo, como Bo Diddley y Johnny Cash.
Todos ellos integraron la generación que a partir de 1955 popularizaría el rock and roll hasta perpetuarlo como la mayor fuerza cultural del siglo XX. Todos ellos murieron en las últimas seis décadas, mientras Richard seguía siendo mencionado como influencia por figuras como los Beatles o David Bowie.
Pero ahora Little Richard -fallecido hoy- se unió al panteón y de paso materializó un escenario tan fatal como ineludible: los grandes héroes de los 50 están desapareciendo de modo progresivo de la faz de la tierra y, con seguridad, se convertirán en el primer grupo de artistas populares en extinguirse.
Pese a ello, hay varios que siguen en actividad e intentando desafiar el calendario. El caso más emblemático es Jerry Lee Lewis -otra fiera de los 50 y que cargó con el apodo de «The killer»- lanzó su último trabajo en 2006 (el aplaudido Last man standing) y balancea su vida de empresario en Memphis con un itinerario de recitales que hasta el año pasado se mantenía en absoluto movimiento: de hecho, tiene un espectáculo agendado para este 28 de abril.
Otros insignes de los primeros años, como Duane Eddy (82) -que tocó en Glastonbury en 2011- y Lloyd Price (87), también sobreviven con presentaciones acotadas y proyectos biográficos. De todos, el ejemplo más dramático es el de The Everly Brothers: el dúo de los hermanos Philip y Don Everly vio partir al primero en 2014, fracturando para siempre a uno de los conjuntos más influyentes y subvalorados de la prehistoria rockera.