Con días de diferencia, la estrella pop Paloma Mami y el reconocido psiquiatra León Cohen expusieron en los medios una idea similar. “En los momentos críticos y de miedo surge un mundo de ideas, creatividad y crecimiento”, planteó éste último ayer en el matinal de TVN, mientras que la cantante celebró la semana pasada poder tener durante la cuarentena “la oportunidad de experimentar como quería”. Una tesis a la que también suscribe su colega Fernando Milagros.
“Siento que este momento de la historia le está permitiendo a muchos artistas generar cosas más creativas. Estamos como en un vórtice, donde existe esta oportunidad de mostrar una forma artística que no tiene tanto que ver con lo comercial”, explica el músico, que ha ocupado el encierro en proyectos muy diversos pero con dos ejes en común: el regreso a lo más elemental del proceso artístico y la búsqueda del trabajo colectivo.
Así, en las últimas semanas, el solista ha dictado talleres online de composición, figura como colaborador musical de la obra de teatro en “formato zoom” Mentes salvajes -en cartelera virtual por estos días- y ayer lanzó “Pelo negro”, un nuevo sencillo donde su guitarra y voz se simplifican hasta las más sencillas armonías y se superponen a una hipnótica base electrónica a cargo de Vicente Vásquez, del grupo Matanza. Si en Serpiente (2019), su disco anterior, Milagros profundizó en su búsqueda de la raíz y la Latinoamérica indígena, el nuevo single se conecta derechamente con lo primitivo y lo tribal.
“Yo hace rato vengo diciendo algunas cosas que tienen que ver con volver a lo básico, volver a mirar lo rural, la raíz, algo que uno dice de manera más poética pero que en el fondo son cosas que necesitamos hoy. El tema del agua, de bajar los consumos, de volver a vivir con lo que realmente uno necesita. Es increíble que tenga que venir un ‘lockdown’ mundial para que nos demos cuenta”, comenta.
Para el autor de “Marcha de las cadenas” lo creativo va de la mano con lo colectivo, y en ese sentido “Pelo negro” también es parte un proyecto mayor: un disco en el que trabaja actualmente con invitados de distintas disciplinas, desde el escritor nacional best-seller Francisco Ortega, quien escribió un breve relato para un podcast vinculado a una de sus nuevas canciones, a remixes a cargo de colegas como DJ Raff.
“Por ese lado creativo sin duda el confinamiento ayuda a concentrarse. La necesidad genera ideas y hay que aprovechar los recursos”, explica el músico, cuyos nuevos trabajos reafirman su intención de alejarse del apelativo de cantautor con el que se le asoció en sus inicios. “Hace tiempo vengo diciéndole a la gente que no tengo mucho que ver con Manuel García ni Silvio Rodríguez. Yo vengo de la escuela del teatro, que por naturaleza es un arte de colaboración, y me gusta trabajar así. Mi inquietud artística tiene que ver con el arte en general más allá de escribir una canción”.