Natalia Lafourcade (36) dice que, pese al sombrío escenario que hoy tiene en pausa a buena parte del planeta como consecuencia del Covid-19, ella está tranquila y hasta contenta: pasar más tiempo en casa no es un problema, al contrario, viene abrazando el encierro desde hace un par de temporadas.
“Yo estoy contenta de estar en casa. Y soy muy afortunada, porque en realidad no estaba dando conciertos. Había tomado la decisión de parar de girar. Entonces, quería estar mucho en mi casa, era lo que más anhelaba, y ahorita estoy haciendo lo que me preparé dos años para hacer, que era estar en mi casa. Me siento muy agradecida, porque se está cumpliendo mi sueño, aunque lamentando mucho el panorama general, que mucha gente no la está pasando bien y están pasando por momentos difíciles. Eso me da muchísima pena”, expresa a Culto una de las cantautoras más significativas y exitosas que han aparecido en México en la última década, de alta sensibilidad interpretativa y de fino detalla para capturar los sonidos más vernáculos, intérprete además de Recuérdame, la canción en español de la película Coco que ganó un Oscar en 2017.
“También siento que es una oportunidad para aprender, para regresar a nuestros lugares, a nuestro interior, a autoanalizarnos como humanidad, al autoconocimiento, al trabajo interno, que es tan importante. Y aquí estamos todos, llevando los días”.
“Hay días y días, pero en general muy bien, contenta y agradecida por poder estar como estoy. Es estar en casa después de una vida de no estar en casa. Venía de muchos años de trabajo muy fuerte, de viajar mucho. Obviamente te confrontas con el propio universo que habitas, el universo que nosotros creamos, que hacemos en nuestros hogares, pero que muchas veces no conocemos porque no le ponemos atención, porque nuestra mente está más bien afuera. De repente se han convertido en días mucho más de estar tranquilos, de cocinar, ir al jardín, trabajar en la huerta, leer, tocar mucho la guitarra, de regresar a esas cositas que me gusta hacer: pintar, bailar, ver películas, leer un libro, todas esas cosas que a veces nos olvidamos”.
México lindo, querido y jarocho
De hecho, el ostracismo le ha servido para hacer foco en su última gran aventura: un álbum que rescata parte de la tradición musical mexicana más profunda, como un nuevo eslabón de una trayectoria que ha reivindicado desde siempre las raíces, la cuna y los padres artísticos, tal como quedó demostrado en Mujer divina, homenaje a Agustín Lara (2012), o los dos volúmenes de Musas, su tributo al folclor latinoamericano de la mano del grupo Los Macorinos.
Esta vez se trata de Un canto por México Vol.1, título disponible en todas las plataformas digitales desde el pasado viernes 8 de mayo y que recoge los ensayos y el concierto del mismo nombre que realizó el 4 de noviembre de 2019 en apoyo a la reconstrucción del Centro de documentación del son jarocho, uno de los géneros musicales más característicos de Veracruz.
En el álbum recorre algunos clásicos de la música tradicional de su tierra, secundada por invitados como Jorge Drexler, Emmanuel del Real, Carlos Rivera o Leonel García, además de sus propias creaciones, como Una vida, un hermoso canto a lo finito de nuestra existencia, al aquí y al ahora, a aprovechar esta oportunidad porque no habrá otra.
Lafourcade sigue: “Este disco es muy especial. Es la culminación de toda una etapa de trabajo. Lo hicimos para proyectos altruistas que tienen la finalidad de apoyar una causa, y la primera causa del disco es la reconstrucción de este Centro de Documentación del son jarocho que existe en Jáltipan, Veracruz, un espacio muy importante para la comunidad y para regenerar nuestro tejido social a través de la música. Este espacio se vio afectado por los terremotos que vivimos hace un par de años, entonces con mi equipo tuvimos esta iniciativa de crear Un canto por México para recaudar fondos. El concierto, obviamente, el recaudar tantas canciones, tantos músicos, tantos invitados, nos hizo decir ‘esto no se puede quedar en un concierto nada más, tenemos que hacer un disco, tenemos que permitir que otros puedan gozarlo, aunque no sea en concierto, pero que sea un disco’, y así fue como nació la idea”.
Y como una conocedora meticulosa de la cultura mexicana, sabe que su país en el último tiempo se ha enfrentado a un tobogán: a mediados de marzo, cuando el coronavirus ya empezaba su escalada amenazante por Latinoamérica, el presidente Andrés Manuel López Obrador mostraba una actitud mucho más relajada, repartiendo besos y abrazos entre sus adherentes o llamando a salir a comer a restaurantes sin ninguna clase de miedo.
Desde hace una semana, la letalidad del virus en México arroja estadísticas alarmantes, siendo precisamente el pasado lunes 11 la jornada con más fallecimientos en esa nación (353 en 24 horas).
¿Cómo percibes que ha enfrentado esta pandemia el gobierno mexicano y la ciudadanía de tu país?
“Siento que es difícil, es un tema que es complejo. Se invita a la gente a quedarse en sus casas, a resguardarnos. Realmente hay mucha gente que no puede y no tiene las condiciones, y lo que necesitamos es que desde el gobierno se brinde el apoyo necesario a toda la gente que no tiene esta posibilidad de dejar de trabajar, de dejar de salir. Hay mucha gente que dice ‘bueno, si yo me quedo en mi casa no como y no salgo adelante, no tengo con qué alimentar a mi familia’. Hay diferentes situaciones. Estos momentos nos llevan a la necesidad y lo importante, que es el generar la empatía, comprender el espacio en el que el otro se encuentra y de apoyarnos mutuamente”.
“Siento que al principio hubo mucho susto, eso es una pena, porque si hay mucho miedo de parte de mucha gente, hay personas que no creen, personas que dicen ‘no, no va a pasar nada’, pero en realidad lo que sí es importante es tomárselo en serio y considerar al otro. Pienso que es un poco lo mismo que decía recién: todo habla acerca de un trabajo que tenemos que hacer como humanidad, del trabajito que nos corresponde hacer. Siento que el universo nos vino a poner un alto y a decir ‘por favor, humanidad, deténganse un momento y vamos a ser más conscientes, volver a lo simple, volver a lo sencillo’”.
“También esto te hace darte cuenta de que en la vida puedes vivir con muy poco, a veces puedes vivir de una manera muy sencilla y se nos ha olvidado, hasta al planeta le hemos hecho muchísimo daño y obviamente suceden cosas que son más grandes que nosotros y nos vienen a recordar que, al final, somos muy pequeñitos. Tenemos que disminuir nuestro ego y ser más simples, más sencillos, más amorosos, más generosos y más humildes”.