Ante los ojos de Elena Richardson (Reese Witherspoon), un incendio devora su imponente hogar. Indagar en quién fue el autor del ataque es sólo la excusa para que la historia viaje unos meses atrás y muestre el encuentro entre dos figuras opuestas: ella, una controladora y adinerada madre de cuatro hijos de Shaker Heights, Ohio, y Mia Warren (Kerry Washington), una mujer dedicada al arte que llega al vecindario junto a su única hija. Son la antítesis, pero en pleno año 1997 terminan conviviendo cuando una le ofrece trabajo a la otra en su casa.
Las llamas no tardan en generarse en Little fires everywhere, la adaptación en ocho capítulos de la novela homónima de Celeste Ng que llega producida por ambas actrices este viernes a Amazon Prime Video, luego de ser lanzada por Hulu en EE.UU. Parte de las chispas se encienden cuando la hija de Mia se siente completamente a gusto en el opulento mundo de los Richardson. Pero el mayor combustible proviene de los intentos de una compañera de trabajo de Mia por recuperar la custodia de su hija, quien está en proceso de adopción por parte de la mejor amiga de Elena.
El debut en Latinoamérica y Europa de la miniserie será exactamente a una semana del fallecimiento de su principal directora, Lynn Shelton, a cargo del primer episodio y de otros tres, junto con comedias independientes y capítulos de Mad men y Glow. “Estoy completamente en shock porque esta cineasta vibrante, talentosa y apasionada ya no esté con nosotros”, declaró Whiterspoon sobre la realizadora, con quien ya había trabajado en The Morning Show (Apple TV+), otra producción televisiva que toca temas candentes.
“Ella dijo que el libro realmente le habló, y que deseaba dirigir un programa que hablara de manera seria sobre la maternidad, la sexualidad, la raza y la clase en EE.UU. Y ella lo hizo”, añadió la actriz sobre el trabajo de Shelton en Little fires everywhere. Aunque en su debut la ficción obtuvo críticas tibias, se destacó la manera en que la adaptación realizada por la showrunner Liz Tigelaar enfatiza en el conflicto entre las dos mujeres, por ejemplo, explicitando que Mia Warren y su hija son afroamericanas, un punto que el libro no detallaba.