Es común que los documentales sobre cantantes comiencen desde los pasillos del backstage en los minutos previos a un gran show. Mystify no es la excepción.
Dirigido por Richard Lowenstein, el documental estrenado en 2019 en el Festival de Tribeca, aterrizó en Netflix con la línea de tiempo que permite comprender cómo Michael Hutchence llegó a su terrible final.
Las voces narradoras son varias, pero ningún rostro aparece en cámara hablando en directo. Lowenstein construyó el relato en base a testimonios retratados con fotografías y videos de archivo, incluso filmaciones hecha por el cantante de INXS, que avanzan cronológicamente.
Sus familiares, colegas del mundo de la música y ex novias, dieron sus voces y registros personales para reconstruir en una hora y media de documental lo que fue la vida de Hutchence: el cantante que derrochaba sensualidad y desplante, pero que ocultaba una profunda tristeza.
Caracterizado como un hombre alegre y talentoso, la historia comienza con un repaso a sus orígenes: sus padres y su infancia en Australia, los artistas que lo inspiraron -The Beatles, Bee Gees, Aretha Franklin- y la relación con sus hermanos.
Una de las historias revelación del documental está fechada en 1976, cuando Michael tenía 16 años y su hermano Rhett, 14. Sus padres se divorciaron y su madre Patricia viajó con Michael a Estados Unidos, dejando atrás a Rhett.
Según el relato de Mystify, fue un secreto que Michael guardó tres meses antes de dejar a su hermano, lo que resintió años después cuando Rhett tuvo un problema con el consumo de drogas.
Con vistas panorámicas a un público de más de 160 mil asistentes a un festival californiano (1983), se da cuenta de la alta convocatoria que lograba INXS a solo tres años de su formación.
Fue gracias al disco Shabooh Shoobah que lograron la fama internacional, lo que alimentaron con The Swing y Listen like Thieves, y terminaron de ratificar con Knick.
“Need You Tonight”, “Devil Inside”, “New Sensation” y “Never Tear Us Apart”, resultaron irresistibles, y Michael Hutchence exudaba un encanto natural al que el público se hizo adicto.
INXS estaba en la cima.
La niña buena
Otro de los ejes del documental fueron sus relaciones de pareja. Una de las más recordadas: su vínculo con la también cantante australiana-británica Kylie Minogue.
Según la misma artista relata en el documental, ella era concebida como la “niña buena” y “angelical” en la escena artística. Con su introducción al mundo de los espectáculos participando en un programa infantil, brilló a finales de los 80 con los hit pop “The Locomotion” y “I should be so lucky”.
En sus primeros años como veinteañera, comenzó una relación con Michael Hutchence en 1989.
Entre giras que solían separarlos por distancias continentales, vivían su amor en una agenda cuidadosamente organizada para que pudieran pasar algunos días juntos, mientras el resto del tiempo se enviaban fax a sus hoteles.
Quien inspiró “Suicide blonde” entregó videos y fotografías de su archivo personal con Hutchence que la muestran al desnudo, sin maquillaje, como una joven enamorada; y reconoce que aquella relación se basó en descubrir placeres.
“El sexo, el amor, la comida, las drogas, la música, los viajes, los libros, lo que sea, quería experimentarlo”, dice Minogue sobre Hutchence en el documental. “Como compañera, también experimenté mucho de eso", agregó, al tiempo que se refería a la apreciación que hacían otros al decir que Michael la había “corrompido”.
Así mismo, recordó la dolorosa ruptura, la que tuvo lugar luego que Kylie viajó desde Japón y Michael desde Australia para encontrarse en un hotel en Nueva York. “Estaba arrodillado llorando en el suelo. No sabía qué hacer, no sabía qué estaba pasando".
Una inocente salida a comer pizza
El accidente que marcó la vida de Hutchence fue oculto al público hasta su muerte por suicidio en 1997.
Era agosto de 1992 cuando Michael salió a pasear en bicicleta con su novia de entonces -Helena Christiansen- por las calles de Copenhagen. Se detuvieron un momento a comer pizza, para lo cual Hutchence paró con su bicicleta en una orilla de la vereda.
Un furioso taxista le exigió que se apartara del lugar, lo que desembocó en un enfrentamiento que terminó con el cantante recibiendo un golpe que azotó su cabeza con el pavimento.
Fue llevado de urgencia al hospital, donde luego de examinarlo le dieron el alta. Sin embargo, Helena relata en el documental que él pasó cerca de un mes vomitando en su casa.
Fue al trasladarse a París que le diagnosticaron una fisura craneal que explicaba su pérdida de olfato y gusto. Una neuróloga agrega que es lógico que un ser humano se trastorne depresivamente al perder esos sentidos.
Michael ya no podía distinguir sabores y olores, e incluso los estímulos sexuales se vieron alterados. Inevitablemente, la alegría que lo caracterizaba estaba cada vez más ausente y comenzó a reaccionar violentamente para sorpresa de sus cercanos.
El espejismo de una familia
Michael soñaba con tener una familia. Al menos eso dijeron sus cercanos en Mystify. Y la respuesta llegó al conocer a Paula Yates, una reconocida presentadora de televisión británica.
Muy querida por el público y casada con el músico Bob Geldoff -el hombre tras el Live Aid de 1985-; tuvo una conexión instantánea con el cantante australiano. Aún con las secuelas de su accidente en Dinamarca, irradiaba ese inherente sex appeal que lo caracterizaba.
En medio de la polémica fomentada por la prensa británica, Paula se divorció y comenzó una relación con Michael, quien quiso a los hijos de Paula como si fueran suyos. Incluso tuvieron su propia hija: Heavenly Hiraani Tiger Lily.
Sin embargo, la prensa no los dejó en paz. Todo lo que hacían públicamente era un potencial titular para los periódicos sensacionalistas, y tuvieron lo que buscaban cuando encontraron opioides en la casa de Paula.
El escándalo desembocó en que Paula Yates tuvo que asistir en repetidas ocasiones a la Corte de Justicia para pelear por la custodia de sus hijas, lo que inevitablemente afectó también a Michael, alejado de sus hijas -biológicas y políticas- entre aquella contienda legal con Bob Geldoff y las giras de INXS.
Finalmente, Mystify deja un sabor amargo en la boca. Si bien los sucesos narrados explican el final que tuvo Michael Hutchence, no es menos desolador.
El artista que cantaba que “Nadie podría separarlos”, fue encontrado sin vida en la habitación de su hotel en Sidney tras recibir una llamada telefónica: Paula y las niñas no podrían ir a visitarlo como habían acordado.
El documental Mystify: tras el cantante de INXS está disponible en Netflix.