El planeta vibró como una campana. Valdivia se hundió cuatro metros bajo el nivel del mar. Hubo más de dos mil muertos y dos millones de damnificados. Con una magnitud de 9,5° Richter, el terremoto del 22 de mayo de 1960 es el más grande que se ha registrado. Duró diez minutos y se extendió por mil kilómetros. Devastó desde Talca a Chiloé.
Sin embargo, no todos lo recuerdan.
“El año pasado hicimos un ejercicio con niños de 12 años acá en Valdivia”, cuenta Camila Wirsching, directora de la Fundación Proyecta Memoria en la Región de Los Ríos. “El 70% no tenía idea del terremoto de 1960. No conocían sus efectos ni cómo había cambiado el paisaje urbano, y se sorprendieron con las fotos del antes y del después. Las memorias de desastres son incómodas, a la gente le cuesta compartirlas porque son traumáticas. Pero la memoria salva vidas, y es parte de nuestra identidad cultural. Las nuevas generaciones tienen derecho a recibir la memoria de los desastres para saber cómo reaccionar”, dice.
Camila Wirsching subraya que “en el terremoto de 1960 se produce una de las más grandes historias de resiliencia colectiva de la humanidad. Hoy más que nunca, con la pandemia, tenemos que recordar esas acciones de solidaridad y colaboración”.
Así, con el apoyo clave de la Seremía de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de la Región de Los Ríos, Proyecta Memoria estrena mañana una nutrida programación online que se extenderá hasta octubre, en la plataforma 1960lamemoriasalvavidas.cl.
Uno de los ejes será la hazaña del Riñihuazo, cuando gracias a la rápida reacción del ingeniero Raúl Sáez y dos meses de intenso trabajo de obreros y militares, se evitó la destrucción de varias localidades al controlar el desborde del Lago Riñihue, que ya con el terremoto de 1575 había provocado serios estragos.
El artista Fernando Prats dedicó a los paleros de esa gesta su instalación Museo sobre Museo, en el MAC de Valdivia. “Lo que más me conmueve del Riñihuazo es la fortaleza humana que se encuentra en lo colectivo, de manera anónima y altruista”, dice desde Barcelona.
“Las situaciones de inestabilidad y desigualdad profunda de la sociedad chilena, todo lo que surgió desde el estallido social, todo lo aprendido a partir de esa construcción colectiva, hoy nos hace enfrentarnos como humanidad a la pandemia, una nueva catástrofe que está develando una dolorosa realidad en Chile y otros países. El colaboracionismo de la hazaña de los paleros puede servirnos para reflexionar”, agrega Prats, quien dialogará online mañana con Elena Clasing, testigo presencial de la gesta, y los investigadores Jaime Hernández y Carla Contreras (11.00 h).
Un poco antes, en el bloque infantil de las 10.00 h, se estrenará un radioteatro sobre la proeza del Riñihue, además de videos y talleres para niños. “Los vamos a invitar a llamar a sus abuelos y pedirles que les cuenten del terremoto de 1960, porque el traspaso oral de saberes, dentro de la familia, es fundamental”, dice Camila Wirsching.
Entre los testimonios en primera persona, se destacará Kazuma Goto, quien sobrevivió primero al tsunami que el sismo de Valdivia provocó en Japón en 1960, y luego al terremoto y tsunami de 2011. Él es un kataribe, un narrador de la historia local, y su experiencia se contrastará con la de Osvaldo Oyarzún, sobreviviente del naufragio del barco Carlos Haverbeck en Corral. El diálogo lo moderará el geógrafo Marcelo Lagos (8.30 h).
“También relevaremos el rol de la mujer en el desastre, que ha sido invisibilizado por la historia”, acota Wirsching. El foco estará en las estrategias colectivas de la olla común y los campamentos, con las hermanas Zulema y Faustina Lancapichun, sobrevivientes de Corral, y Ana María Badilla, quien perdió su casa en Tumbes en el tsunami de 2010, más la antropóloga Bernarda Aucapan (13.00 h).
Los Campaneros de Santiago, y sus colaboradores en todo el país, harán un simbólico toque de campanas a las 15.11 h, hora exacta en que se desató la tragedia, y luego el grupo Antares interpretará una cantata en live streaming.
También habrá testimonios mudos, pero reveladores, como una galería digital con 50 fotografías, en su mayoría inéditas, que dan cuenta del impacto del sismo, en el sitio museodeniebla.gob.cl.
“Gracias a la tecnología, en este periodo de confinamiento podremos acceder a estos contenidos digitales y reflexionar sobre uno de los desastres naturales más relevantes de la historia de la humanidad”, cierra la ministra de las Culturas, Consuelo Valdés.