Suyo fue el impresionante mapping que se proyectó en la Catedral de Santiago, junto a un coro de mil voces, en 2013, en una conmemoración de la UC y el Arzobispado de Santiago, y al año siguiente, su obra Ritual Haim fue premiada en el Festival de Luz de Moscú.
El año pasado el estudio de diseño Delight Lab participó en la obra Emergenz, que el coreógrafo José Vidal estrenó en Hamburgo, y también en La Pérgola de las Flores con Héctor Noguera.
Sin embargo, una sola palabra, el lunes, invisibilizó los 11 años de trayectoria del colectivo que dirigen los hermanos Andrea y Octavio Gana, cuando proyectaron Hambre en la torre Telefónica.
El diputado oficialista Diego Schalper llamó a actuar al Ministerio del Interior y a la Fiscalía. “Lamentablemente el diputado Schalper lo confundió con una acción de algún partido político, lo que negamos tajantemente. Debería abrirse un poco más a entender las expresiones de arte”, comenta Octavio Gana.
“Nos violenta que, en un Estado de derecho, él llame a perseguir a los que estaban detrás de las proyecciones. Esas declaraciones son peligrosas; hay gente que lo escucha y que lo sigue”, agrega.
Ese mismo día, Andrea y Octavio Gana empezaron a recibir graves amenazas. “Ha habido una persecución bien fuerte esta semana, con correos y mensajes directos. Pusimos un recurso de protección”, apunta.
Las dos palabras que proyectaron esa noche, Humanidad y Solidaridad, fueron invisibilizadas por focos de gran alcance. “No entiendo cómo es posible que aún no se sepa quién las censuró; fue una acción violenta, con resguardo policial y a rostro cubierto”, aventura el diseñador.
“Estamos extrañados, pero a la vez muy agradecidos, porque hemos recibido un apoyo transversal del mundo de la cultura. No nos vamos a dejar amedrentar. Sentimos, sí, que la ministra de Cultura debiera manifestarse en contra de la censura del arte”, agrega.
Por otra parte, José Francisco Lagos, director de Res Pública, declaró el miércoles que había hecho “una vaquita” y contratado a Delight Lab para que proyectaran Solidaridad. Gana es tajante: la palabra la eligieron con un colaborador, Santiago Toledo. “Desmentimos que haya habido un pago por eso o por cualquier otra palabra”, enfatiza.
“No tenemos gastos por hacer esto, los equipos son nuestros. Nosotros no mezclamos nuestra actividad como artistas con los encargos. Nos hemos adjudicado proyectos con varios gobiernos; por ejemplo, el Presidente Piñera vio el video mapping que hicimos para la inauguración del Ministerio de Ciencia y Tecnología, justo antes del estallido social”, aclara.
¿Qué responde a los que los acusan de incitar al odio?
No es cierto. Muchas veces transmitimos un mensaje positivo, como Amor y Matria, en el 8M. Otras, el mensaje es más crudo, para generar conciencia. Hambre, por ejemplo, es una proyección que ojalá no tuviéramos que realizar. Nuestra motivación nace de la injusticia social, si no fuéramos artistas probablemente usaríamos una pancarta. Nos manifestamos haciendo lo que sabemos hacer.