Cuando vino de visita en 2004, el músico brasileño Ed Motta contó que tenía una colección de más de treinta mil discos. En ese viaje, se llevó vinilos de Los Jaivas, Los Blops y Víctor Jara, pero también llamó la atención un detalle: se puso en contacto con la banda Congreso, de quienes se declaró seguidor.

Ed Motta.

"Yo había escuchado su música también, muy funkera", cuenta "Tilo" González de la banda chilena en cuestión. La llamada tenía como fin invitarlo a un encuentro previo a su concierto en Santiago. Allí le contó que en cada lugar que visitaba el brasileño compraba vinilos y que había encontrado discos de Congreso en Japón. "No tenía idea que existían, pero bueno, la música siempre vuela hasta lugares insospechados. Así nos conocimos", relata el baterista.

Pasaron casi siete años para cuando volvieron a toparse en 2010. Ocurrió durante la masterización del penúltimo disco de Congreso, Con los ojos en la calle, en Río de Janeiro. "Fui a mezclar a Río y cayó de cajón: dejamos algunos espacios en las canciones para grabar voces y él participó muy entusiasmado (canta el tema 'Mundo al revés')", relata el músico.

Luego sigue: "Estábamos en la etapa de mezcla y Ed Motta fue a poner la voz y después Pancho (Sazo) le hizo segundas voces. Lo mismo con Lenine, que canta el tema que nombra al disco".

-¿Y cómo aparece el vínculo con Lenine?

-Nace allá, en Río, cuando estábamos mezclando. Estaba la idea de grabar con él pero no teníamos su contacto. Sólo sabíamos lo que él hacía y tuvimos la suerte de que un ingeniero había trabajado con él. Son dos personas maravillosas, que trabajan con un entusiasmo desbordante.

Lenine.

-¿Con los ojos en la calle es la primera vez que se acercan a la música brasileña?

-Con invitados, sí. Pero antes, en los años 80, debe haber estado presente cuando Joe Vasconcellos estuvo en el grupo. Él nos dejó algunos aromas brasileños.

"Tilo" González cuenta que cuando era estudiante de música escuchó mucha música brasileña, "porque siempre están a la vanguardia de la música latinoamericana". Rápidamente nombra a Hermeto Pascoal y a Egberto Gismonti.

"Es muy hermoso cómo componen, y yo, por otro lado, también tenía mucha fascinación por la música de este maestro de música docta, de orquesta sinfónica, Heitor Villa-Lobos", dice el músico.

Esa cría soy yo

El grupo Congreso alcanzaba su primera trilogía de discos —El congreso, Terra incógnita y Congreso— cuando reciben un golpe en la década de los ochenta: su cantante y letrista principal, Francisco Sazo deja la banda para seguir estudios de post-grado en Bélgica y Francia.

"Se va y nosotros nos quedamos sin buenas letras. A mí me encanta cómo escribe Pancho, entonces decidí irnos por la música más instrumental y más experimental", explica Tilo.

Así nacen los discos más experimentales del grupo: Viaje por la cresta del mundo, Ha llegado carta y Pájaros de arcilla. "Para esa formación llega Joe y estaban Ernesto Holman en el bajo, Aníbal Correa en el piano y Ricardo Vivanco en la percusión. Y entra Jaime Atenas en el saxo en 1984", rememora el baterista.

"Con Joe hicimos mucha música", dice Tilo, "en Viaje por la cresta del mundo está 'Hijo del sol luminoso', que es una canción bastante emblemática y conocida, pero el disco en general era mucho más experimental".

Vuelta y vuelta

El golpe que significó la salida de Pancho Sazo se puede leer desde una canción como "Nuevo intento", según Tilo, "porque quedamos así como 'y qué se hace ahora'".

El músico cuenta que "en ese tiempo yo era estudiante de música de la Católica, de percusión, de composición, entonces empecé a escribir música sin afán de que tuviese un texto. Y aparece Joe".

"Nosotros en el verano en Viña, para hacernos algunas monedas, trabajamos en un hotel tocando anónimamente como músicos de sesión, para el happy hour y aparece Joe en ese hotel buscando pega para cantar en italiano. porque él venía de allá. Ahí nos conocimos. Primero lo acompañábamos y poco a poco empezó a vernos a nosotros que llegábamos antes a ensayar con nuestras cosas. Era una música rara para él, pero de repente trajo instrumentos de percusión y después ya estaba de lleno con nosotros. Nos conocimos muy fortuitamente y fue un gran aporte para nosotros y nosotros para él", resume Tilo.

Luego de cuatro años en la banda, Joe Vasconcellos abandona Congreso y el grupo queda sin un cantante. Así Congreso entra a grabar su sexto disco de estudio, el álbum Pájaros de arcilla (1984).

Cuenta Tilo: "Fuimos a CBS de Buenos Aires, porque nos invitan a que vayamos a grabar allá. En ese tiempo era muy raro porque Argentina no tenía idea de lo que era la música fusión: o era rock o folclor todo lo que hacían, no es como ahora que hay agrupaciones muy hermosas como Aca Seca Trío o el compositor y pianista Carlitos Aguirre".

Hasta que en 1986 regresa Pancho Sazo justo a tiempo para entrar a grabar las voces de Estoy que me muero, el disco que vino después.

“Justo teníamos un concierto en Viña. Antiguamente se tocaba los domingos en la mañana, él había llegado el viernes de regreso. Entonces lo invitamos a cantar algunas de las canciones que grabó y de ahí fue muy difícil separarse hasta hoy. Así nace el Estoy que me muero, un disco que recoge la experimentación de los discos anteriores, con canciones distintas a las habituales en cuanto a la forma”, dice el líder de Congreso.