La sátira del ascenso y caída de Sergio Jadue

El presidente
Antes de encarnar al exdirigente chileno, el colombiano Andrés Parra fue Hugo Chávez y Pablo Escobar.

Interpretado por el colombiano Andrés Parra, el exdirigente del fútbol local es el eje de El presidente, serie que usa la comedia negra para relatar sus años en la ANFP y su rol en el FIFA Gate. La Conmebol luce como una mafia y su mujer como su mayor influencia en la producción que Amazon estrena el próximo viernes 5.


A miles de kilómetros de su natal La Calera, el presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional grita impotente un “¡Mierda!” en el baño de la sede de la Conmebol en Paraguay. Los veteranos cabecillas del fútbol sudamericano están reunidos en Luque y él, un treintañero sin experiencia en las grandes ligas, ha sufrido su primer revés. No será el único que vivirá en su mandato en la ANFP, donde llegó en 2011 como el presidente más joven en la historia de la institución y se fue años después como el más oscuro y cuestionado, en calidad de colaborador del FBI en la trama que implicó lavado de dinero y crimen organizado. El FIFA Gate, como se bautizó al caso que por estos días cumple cinco años.

El presidente
Luis Gnecco-Luis Bedoya. Interpreta al mandamás del fútbol colombiano entre 2006 y 2015.

A El presidente, la serie de ocho episodios que Amazon Prime Video estrena el próximo viernes 5, le interesa ese escándalo, que terminó con la mayoría de los dirigentes latinoamericanos procesados, tanto como la transformación que vivió Sergio Jadue en su salto a la esfera pública, encarnado por el colombiano Andrés Parra (Pablo Escobar, el patrón del mal), primero con una prótesis en su estómago y luego delgado, para revivir esos años de triunfos e ilícitos.

La historia recorre desde el ascenso de Unión La Calera en diciembre de 2010, cuando el club logró bajo su tutela regresar a primera división por primera vez en un cuarto de siglo, al vínculo del exdirigente con Julio Grondona, el eterno mandamás del fútbol argentino, aquí narrador de la historia (e interpretado por el argentino Luis Margani). Un viaje de lo público a lo más íntimo, donde se ve a un Jadue dubitativo en un inicio pero estimulado -al menos en la ficción- a conseguir más poder por la fuerte influencia de su esposa de entonces, María Inés Facuse, “Nené”, interpretada por la mexicana Paulina Gaitán (Narcos). No hay Jadue como lo conocemos sin su mujer, se preocupa de subrayar la serie producida y creada por la productora Fábula.

El presidente
Luis Margani-Julio Grondona. Fallecido en 2014, el histórico presidente de la AFA narra la historia.

Humillado por sus mentores, consternado ante la danza de millones, apadrinado como un hijo por Grondona, el Jadue de la ficción es el resultado del acercamiento en clave sátira del argentino Armando Bó (Birdman) a la historia del calerano. Vistos los primeros cuatro episodios a los que Amazon dio acceso a la prensa, el dirigente sólo tiene pinceladas de la prepotencia que le haría ganar fama y se le muestra menos ganador que lo que alguna vez quiso proyectar.

Esa figura termina en el engranaje de la Conmebol, compartiendo con tipos inescrupulosos que conocen el negocio mucho mejor que él, como el colombiano Luis Bedoya (Luis Gnecco), el paraguayo Juan Ángel Napout (Agustín Moya) y el brasileño Ricardo Teixeira (Ricardo Merkin), además de, por supuesto, el mismo Grondona, quien en su rol de narrador brutalmente honesto desde el más allá -su fallecimiento, en julio de 2014, abre el primer episodio- revela que al final el entramado en el que Jadue cayó es más amplio y tiene larga data.

El presidente
Paulina Gaitán-María Inés Facuse. La actriz mexicana encarna a su entonces esposa, “Nené”.

“Es mejor que el Vaticano, lo que pasa acá dentro es sagrado”, relata siempre con ironía quien fuera vicepresidente de la FIFA sobre el mundo de los dirigentes del balompié, plagado en la pantalla de figuras chilenas encarnando a extranjeros, como Alejandro Trejo, Gonzalo Robles, Sergio Hernández y Jaime Omeñaca.

Pero esa mafia se desbarató en mayo de 2015, cuando casi la totalidad de la plana directiva de la FIFA fue arrestada en Zúrich, Suiza, en medio de la investigación del FBI. Jadue terminó viajando un par de meses después a Estados Unidos como testigo protegido, a semanas de la obtención de la Copa América. El plan no funcionó. Ante eso que ocurrió en la realidad, El presidente mezcla permanentemente pasado y presente. En los años previos, logra sus fines, se deshace de Marcelo Bielsa como le encargaron los que lo pusieron en el cargo, gana poder en la ANFP, empieza a ser escuchado en la Conmebol y su cuenta se llena de millones.

En el presente, en la parte de la ficción que parece tomarse más licencias, una detective del FBI (la mexicana Karla Souza) lo presiona para que sea el “soplón” del grupo de dirigentes y le proporcione información que ayude a que el escándalo se destape. La misma investigadora aparece como camarera encubierta en la sede de la Conmebol, en Paraguay, por lo que conoce perfectamente a todos los sospechosos. La sátira carga sus tintas pero es el modo que encuentra la serie para hacer ligera y más delirante una historia que parece irreal, la de un dirigente de un club menor que en condiciones normales jamás habría terminado envuelto en uno de los mayores escándalos del fútbol.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.