Natalia Pérez tiene un currículum considerable en la música chilena de los últimos años. En sus registros figuran su paso protagónico por el conjunto Amanitas, donde fue cantante, compositora y baterista, además de cumplir el mismo rol en la percusión en los grupos de Javiera Mena y Mon Laferte.
De hecho, hoy es la baterista de la voz de Tu falta de querer, para lo que se radicó en México desde el año pasado.
Pero hay un paso mucho más decisivo de la artista en el último tiempo: su salto a una carrera en solitario. Bajo el nombre de Cancamusa, la cantante nacida en Valdivia ha desarrollado una incipiente y elogiada trayectoria que ya cuenta con un primer título (Cisne – Lado negro, aparecido durante 2020), y con una propuesta confesional bajo melodías espectrales que remiten al trip hop o al dream pop.
De hecho, ya prepara la segunda parte de su álbum debut, Cisne – Lado rojo, para lo que estrenó como adelanto el video de Amor en ocaso.
De todo ello habló en este diálogo desde México con Sesiones íntimas de Culto. “Un poco de miedo y de timidez me hizo dejar mi proyecto solista de lado” y “con este disco y mi música quise viajar a mi niñez para sanar muchas cosas”, son algunas frases de esta entrevista. El despegue de Cancamusa está en curso, en una propuesta que exhibe detalle y sensibilidad.