Según cuenta en su libro 50 palos... y sigo soñando (Planeta, 2017), Pau Donés fue un niño disléxico e hiperactivo, expulsado de media docena de colegios. Fue en la música donde halló una terapia para “los palos que te da la vida”, como él mismo decía en sus conciertos. De ahí el nombre del grupo que tras su muerte queda completamente acéfalo: Jarabe de Palo.

Sin embargo, el palo mayor vendría a los 16 años cuando murió su madre. En ese trance, la guitarra eléctrica regalada por la mujer fue su mejor compañera.

Acompañado de su hermano Marc Donés, Pau armó y desarmó sus primeros grupos: Jay & Company Band y Dentaduras Postizas, mientras se desempeñaba en una agencia de publicidad.

Aquel trabajo de oficina sería tal vez su escuela para dar con los ganchos de sus canciones más reconocibles: “Depende”, “Agua”, “Bonito” y sobre todo “La flaca”, tema que dio título a su primer disco con Jarabe de Palo, el que lo empujó al éxito en España y Latinoamérica.

Por un beso de la flaca

Un anuncio publicitario que vendía la marca de cigarros Ducados impulsó originalmente “La flaca”, según cuenta una nota de La Voz de Galicia, alcanzando gran notoriedad en España.

Pero Pau Donés tenía planes más ambiciosos para el tema, que alcanzó el reconocimiento en todo Hispanoamérica.

Sobre su origen, el músico confesó que la protagonista de “La flaca” existió realmente aunque nunca llegó a pasar nada entre ellos.

Pau Donés

“De historias como esta nacen canciones que son para siempre”, solía contar en sus conciertos.

Precisamente en uno de ellos, en México, del cual existe registro en YouTube, Pau Donés desmenuza la historia en su particular estilo.

“Es una historia absolutamente real”, dice allí, “dormíamos en la misma habitación aunque en camas separadas. Y entonces, el último día, yo que nunca la había mirado con otros ojos que no fueran los de una hermana... esa noche salimos, nos tomamos unos mojitos. Justo al día siguiente nos íbamos, y entonces llegamos a la habitación como siempre, y cuando salgo del baño me dio por mirar hacia su cama”.

Luego sigue: “Vi una mulata preciosa encima de una sábana blanca y yo, que soy un tipo muy tímido, me vine arriba y le dije porque realmente lo sentía así: ‘flaca, no puedo irme de la isla sin acostarme contigo’”.

Pau Donés

La chica de la historia que inspiró el mayor éxito de Pau Donés realmente existe y se llama Alsoris Guzmán.

“Ella me hizo así con los brazos (dibuja un abrazo en el aire) y me dijo ‘ven Pablito’. Yo me senté en la cama, la abracé, y el siguiente recuerdo que tengo es entrando el sol de la mañana por la ventana, despertarme totalmente vestido y seguir abrazado a ella”, contó el músico.

Según Pau Donés, “con la emoción del momento me levanté de la cama, agarré un lapicero, un papel y le escribí un poema, una poesía muy bonita con muy pocos versos. Hice una copia y la metí en un sobre. Me fui al aeropuerto y ya cuando nos despedimos le digo: ‘Alsoris, cuando me haya ido léete una cartita que te he dejado en este sobre, que es un regalito en agradecimiento por todo lo que me has dado en estos días en La Habana’. Pasé el control de las visas y cuando me giré estaba ella leyendo esa cartita y llorando como una Magdalena. Y esa cartita dice exactamente así…”, dice el músico antes de dar forma a la canción en directo.

En la vida conocí mujer igual a la flaca
coral negro de La Habana, tremendísima mulata
cien libras de piel y hueso, cuarenta kilos de salsa
y en la cara dos soles que sin palabras hablan
que sin palabras hablan.

La flaca duerme de día, dice que así el hambre engaña
y cuando cae la noche baja a bailar a la tasca
y bailar y bailar, y tomar y tomar
una cerveza tras otra, pero ella nunca engorda.

Coral negro de La Habana

La cubana, Alsoris Guzmán, contó su propia versión de la historia hace años para una cadena de radio.

"Surgió un beso, pero ya; un beso en el autobús cuando íbamos en viaje por Cuba. Él era una persona tímida entonces, aparte de que éramos muy jóvenes; y a mí no me pidas mezclar el trabajo con otra cosa", dijo la mujer que inspiró el tema.

En 50 Palos... y sigo soñando el músico cuenta más detalles del origen de “La flaca”.

"Corría el año 1995 y un grupo de amigos nos dispusimos a viajar a Cuba. El director de cine Fernando de France había comprado ocho billetes baratos y nos invitó a viajar a la isla con un objetivo: rodar el videoclip de ‘El lado oscuro’", anota Pau Donés.

"Llegamos a La Habana, dejamos las cosas en el hotel y con el subidón nos fuimos de fiesta a 1830, una discoteca al aire libre en el Malecón que allí todos conocen como La Tasca. Tomamos unos mojitos y cuando nos marchábamos entró en el local una mujer de belleza impresionante, con un vestido de gasa roja semitransparente, y en la cara dos soles que sin palabras hablaban”, escribe.

Luego sigue: “Durante esa semana estuvimos buscando una modelo para el videoclip, vimos a muchas chicas estupendas, pero en la cabeza de todos había sólo una, la chica del vestido rojo que encontramos el primer día en La Tasca. Y allí que fuimos cada noche hasta que por fin la encontramos. Una diosa, eso es lo que era. Nos acercamos y le contamos nuestros planes: necesitábamos una modelo para un videoclip y pensábamos que ella era la ideal. Y sin más prolegómenos, Alsoris aceptó".

Las memorias de Pau Donés

"Ajá, así fue como nos conocimos", confirmó la cubana en entrevista con El Mundo. Por entonces, ella era modelo y desfilaba todas las noches en La Tasca.

Según Alsoris, "ellos no tenían un euro partido por la mitad en aquel entonces para coger un albergue y darle una habitación a cada persona y Fernando decidió dividir las habitaciones y a mí me tocó con Pau desde el principio", cuenta en el medio español.

Manuscrito original de "La flaca"

Fue en esa habitación compartida con Jarabe de Palo compuso “La flaca”.