Charles Chaplin y Buster Keaton: comedias mudas para los niños de hoy

cops
Cops, Buster Keaton.

Cargadas de humor, gags físicos e ingenio, las comedidas de los genios del cine mudo pueden ser una buena puerta de entrada de los niños a las películas clásicas. Seleccionamos un conjunto de títulos que pueden conectar con los más chicos de la casa, y que están disponibles en streaming.


Le pasó a este redactor hace una década con su hijo de 5 años. Nadie le había dicho al pequeño que las películas mudas eran piezas patrimoniales que sólo conocería, si es que, con fines pedagógicos (el propio concepto de “película muda” le era ajeno). Nadie le había dicho que algunos de esos productos podían dejarlo con calambres de tanto reír, aunque no hubiera colores ni se oyera hablar a los personajes. Hicimos entonces el ejercicio de ver un par de “dramedias” de Charles Chaplin: frente a las pellejerías del “señor bigote”, como lo llamó, las risas fueron imparables.

Un par de años después -a los 5 aún no era el momento- se colaron instantes memorables de la filmografía de Buster Keaton, el tipo que nunca sonrió en cámara. Y el resultado fue semejante. Si bien estas experiencias no demuestran nada, al menos sugieren que el cine de hace un siglo puede ser un gran panorama infantil en tiempos de confinamiento. Con claro predominio de Keaton y Chaplin, acá van algunas opciones que ofrece el streaming.

Cops (1922)

En solo 17 minutos y fracción, este corto ofrece algunos de los momentos más extraordinarios de visualidad cómica y humor físico en la historia del cine. El personaje de Keaton se ha enamorado de la hija de un capitán de policía más bien cascarrabias, quien a su vez le tiene sangre el ojo a nuestro héroe por un accidentado episodio que se desarrolla al principio. En medio, hay una mudanza que nace de un engaño y que complica aún más las cosas: todo el cuerpo policial, nada menos, anda detrás suyo. Una muy pertinente introducción al mundo del actor, guionista y realizador. Dir.: Eddie Cline, Buster Keaton.

El maquinista de La General (1928)

Incluso si legítimamente se arguye que Keaton tiene películas aún mejores, esta fue la que entró al canon fílmico. “La comedia más grande, la película más grande sobre la Guerra Civil [de EEUU] y acaso la película más grande de todas”, según Orson Welles, esta superproducción de ambientación histórica muestra nuevamente a Keaton metiéndose en situaciones imposibles y saliendo de ellas de formas inimaginables. Sesudos ensayos se han escrito sobre la relación entre el hombre y la máquina –una locomotora, en este caso- a partir de La Generala, como también se le conoció. No hace falta leer ninguno para caer rendido ante ella. Dir.: Clyde Bruckman, Buster Keaton. Disponible en Qubit.tv

el maquinista

Sherlock Jr. (1924)

Un proyectorista quitado de bulla (Keaton) sueña con convertirse en detective privado, ocasión que se le presenta inesperadamente: un inescrupuloso pretendiente de la chica a la que él ama, lo incrimina en el robo de un reloj, objeto preciado para quien podría ser su suegro. El cine como un territorio por descubrir, y el cine dentro del cine como el presagio de una experiencia inenarrable. Esta cumbre keatoniana ha sido especialmente revalorada en años recientes, y basta darle una oportunidad –sus 45 minutos pueden ayudar a decidir- para entender por qué. En castellano se llamó El moderno Sherlock Holmes. Dir.: Buster Keaton. Disponible en Qubit.tv

keaton

El pibe (1921)

Aunque la versión que hoy circula no llega a durar una hora (el corte original es de 68 minutos), este fue en propiedad el primer largo de Charlie Chaplin, así como un éxito planetario. Esta vez Charlot -el vagabundo de bastón, sombrero “bombín” y corazón de niño-, encuentra una guagua abandonada en un tacho de basura y la adopta. Cinco años después, la madre, que ahora es una exitosa cantante de ópera, llega a buscar al niño. ¿Qué le queda por hacer a nuestro héroe? Cinta referencial, tanto en las risas como en las lágrimas, Chaplin la creó inspirado en la crudeza de su infancia londinense y en la reciente muerte de un hijo. Dir.: Charlie Chaplin. Disponible en Qubit.tv

El pibe

La quimera del oro (1925)

Guonista, productor, director, compositor musical y protagonista de sus filmes, Chaplin fue ampliando el rango temático y la escala de sus producciones a lo largo de de la década del ’20. Y esta fue la película por la que él mismo dijo que quería ser recordado: todo arranca en la región canadiense de Klondike, donde Charlot se ve atraído por la fiebre del oro, siempre soñando con hacerse rico mientras vive en medio de la miseria. Escenas como la del “ballet” con panes y tenedores, o la del cinturón que es la correa de un perro, han hecho de este un filme inesquivable. Dir.: Charlie Chaplin. Disponible en Qubit.tv.

Chaplin

Safety last (1923)

Otro nombre esencial del Hollywood de los 20, la posteridad pudo no haber sido tan benévola con Harold Lloyd como lo fue con Chaplin y Keaton, pero hay imágenes que quedan. Por ejemplo, la del tipo de los lentes sempiternos colgando del exterior de un edificio de Los Ángeles, más precisamente de la aguja de un reloj. El hombre mosca, como se la conoció en castellano, narra los esfuerzos de un empleado de una tienda de departamentos por hacer creer a su prometida que es un gran hombre de negocios. Todo se encamina a la larga escena final, un trabajado mix de comicidad y suspenso. Dir.: Fred C. Newmeyer, Sam Taylor.

Siete años de mala suerte (1917)

Trágicamente fallecido y largamente olvidado, Max Linder es una figura esencial del arte cómico en el cine: así lo reconocía Charlie Chaplin, quien se consideró su discípulo. Hijo de viñateros franceses de origen judío, hizo carrera en su país, combatió en la I Guerra e hizo algunas películas en Hollywood. Este largometraje fue una de ellas: Max rompe un espejo, tras lo cual teme que la mala suerte se deje caer sobre él; sin embargo, sus esfuerzos por huir del infortunio sólo empeoran las cosas. Dir.: Max Linder. Disponible, con cartones en inglés, en archive.org/details/1921SEVENYEARSBADLUCKSilent

max linder

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