Todo comenzó con un tweet. Hace unas semanas la escritora J.K Rowling, autora de la famosa saga Harry Potter, compartió en su cuenta de Twitter una columna titulada "Opinión: Creando un mundo post-Covid-19 más igualitario para la gente que menstrúa". En ella hablaba sobre la necesidad de inversión en temas de salud menstrual en tiempos de pandemia.
Sin embargo, lo que desató las críticas hacia la autora fue el irónico comentario que adjuntó al compartir este artículo: “’Personas que menstrúan’. Estoy seguro de que solía haber una palabra para esas personas. Alguien que me ayude. Wumben? Wimpund? ¿Woomud?”, escribió la autora aludiendo a la palabra “woman”.
El comentario fue suficiente para que Rowling comenzara a recibir acusaciones de transfobia en las redes sociales. Las palabras de la autora de Harry Potter fueron comentadas críticamente por los actores de la saga de películas, y que ahora los trabajadores de la editorial que prepara la publicación de su próximo libro infantil se pronunciaron al respecto.
“El personal del departamento de niños de Hachette anunció que ya no estaban preparados para trabajar en el libro”, señaló una fuente de la división de literatura infantil del sello. En una reunión algunos de los trabajadores habrían dado a conocer su incomodidad ante los dichos de la autora, dando a conocer su apoyo a la comunidad trans y la oposición al punto de vista expresado por Rowling.
Otra fuente que habría participado en la discusión que se generó entre los trabajadores señaló a la prensa: “Era un puñado de personal, y tienen derecho a sus opiniones. Si se les pidiera editar un libro sobre abuso doméstico y fueran sobrevivientes de abuso doméstico, por supuesto, nunca se verían obligados a trabajar en él. Pero este es un cuento de hadas para niños. No es el fin del mundo. Todos tendrán conversaciones con sus gerentes”.
En tanto, la propia editorial emitió un comunicado en apoyo a la autora y a la publicación de su próximo libro. “Estamos orgullosos de publicar el cuento de hadas para niños de JK Rowling The Ickabog. La libertad de expresión es la piedra angular de la publicación. Creemos fundamentalmente que todos tienen derecho a expresar sus propios pensamientos y creencias. Es por eso que nunca comentamos las opiniones personales de nuestros autores y respetamos el derecho de nuestros empleados a mantener una opinión diferente”.
No es primera vez que los empleados de la editorial Hachette dan a conocer su molestia en relación a ciertos autores. Algo similar ocurrió con Woody Allen, cuyas memorias iban a ser publicadas por Hachette. Antes las acusaciones de acoso sexual en contra el director de cine, los trabajadores protestaron contra la publicación y finalmente las memorias de Allen fueron publicadas por otra editorial.